Un iman del sexo

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Miro con nostalgia aquellas grandes puertas de cristal que se alzaban ante el y sonrió

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Miro con nostalgia aquellas grandes puertas de cristal que se alzaban ante el y sonrió. Recordando todas las veces que corrió por aquel lugar y lo alegre que iba al mismo diciendo que el trabajaría ahí. Paso una mano por su cabello y suspirando salió del vehículo. Se detuvo a escasos pasos y con temblorosas manos abrió las puertas cerrando los ojos al sentir el familiar aroma tan característico de esas oficinas. Sonrió y al mirar el escritorio de las recepcionistas no pudo evitar fijarse en una foto que colgaba en la pared detrás del mismo. Sonrió traviesamente y con seguridad comenzó a caminar.

La mirada de la recepcionista se poso en el rápidamente pues unos pantalones negros, rasgados y apretados, junto a una camisa del mismo color y una larga chaqueta no eran algo que pasará desapercibido en ese lugar. Sin tomarle mucha importancia BaekHyun siguió su camino hasta ser detenido por la voz de esta.

- Lo siento pero no puede pasar - El menor se giro y la miro bajando sus gafas de sol sólo lo justo para mirarla a los ojos.

- ¿Eso por?

- No tengo su identificación, tampoco se si tiene cita

- Cariño, no necesito una cita

- Está estrictamente...

- Estrictamente mi culo - se quito por completo el accesorio de la cara y lo guardo en un bolsillo de la chaqueta. - Dime...- miro el nombre de esta pero ni se inmutó en leerlo. - ¿De verdad quieres este trabajo?

- Si, así que por eso debo hacerlo bien - respondió con tono firme la chica haciendo sonreir a BaekHyun.

- Eres tan inocente y novata - se acerco a ella y revolvió su cabello. - Iré a ver al señor Park y no tengo cita - rodo los ojos antes de retomar su camino y subirse al elevador bajo la furiosa mirada de la chica. BaekHyun solo se cruzo de brazos tras presionar el número del piso y la miro burlón a la vez que las puertas cerraban. - Bien Park, tranquilizate - susurró quitándose la chaqueta y mirando fijamente a todos los empleados que lo miraron curiosos una vez las puertas de metal abrieron.

- ¿BaekHyun? - el chico se encogió de hombros y salió saludando a una que otra persona que lo reconoció hasta llegar frente la secretaria de su padre. Como odiaba a esa mujer. Siempre estuvo enamorada de su padre y demonios nadie lo tocaría sólo el.

- Sostén esto por mi, Kim - la mujer iba a protestar ante la acción del menor por tirarle la chaqueta en la cara pero el sonido de la puerta siendo cerrada fue todo lo que recibió.

- Como odio a ese malcriado, si Chanyeol fuera más inteligente yo le hubiera dado un hijo más dotado y decente - Murmuró tirando la chaqueta al suelo mientras arreglaba su cabello.

Mientras, Park Chanyeol, que se encontraba en una reunión levanto la vista para mirar quien había interrumpido juraría haber muerto y revivido cinco veces, tuvo tres orgasmos y su corazón ni se hable. BaekHyun por otro lado llevo sus manos a su cintura y levanto un ceja viendo como claramente la chica frente a su padre coqueteaba con el y usaba un escote totalmente innecesario para esa reunión. La mujer lo miro confusa y ofendida por la intrusión no sólo de la reunión si no de su momento a solas con Chanyeol.

Seamos infieles. [ChanBaek] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora