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La hermosa "amistad" de Johnny y Mark empezó desde aquel día de su presentación. Habían pasado seis meses, a veces Johnny dejaba su trabajo más temprano para irse a ver a Mark en sus presentaciones, haciendo que el menor se sintiera más seguro de sí mismo, superó muchas de sus más grandes fobias y su gran depresión gracias a Johnny.

Cuando el mayor salía del trabajo siempre se mostraba gustoso de ir por un helado con Mark, o ir a ver películas en su casa.

Pero eso ya no era una amistad, a los dos meses Mark le había robado un beso a Johnny, pero este no lo regañó, ni tampoco protestó. El mayor estaba casi 100% seguro que en un tiempo Mark empezaría a calmar sus sentimientos por él... cosa que no fue así.

Mark empezaba a besar en los labios con mucha confianza a Johnny sin recibir ninguna respuesta de por medio, aunque nunca le dio importancia, esperaba que el castaño algún día le correspondiera uno de todos aquellos besos que Mark le robaban y... aunque lo negaba, a Johnny le encantaban.

Mark ya no iba a consultas con Johnny, se dio cuenta que no las necesitaba, él sólo necesitaba a su Johnny en su vida para ser feliz.

Se había vuelto dependiente de Johnny y aunque no estaba bien, juraba que su amor era correspondido... pero Mark nunca se dio cuenta que Johnny trataba igual de cariñoso a sus pacientes para ayudarles a saber que no estaban solos.

Johnny no estaba haciendo nada malo, él quería que las personas sintieran más confianza al estar cerca suyo y que no lo hacía por obligación. Mark tampoco estaba haciendo nada malo, nunca experimentó el amor, él no sabia que era el amor... era un simple novato pero su corazón no engañaba, se había enamorado de su hermoso ángel.

"Hyung, ¿Estás cerca?, de verdad tengo hambre."

Texteó el rubio, el mayor y él habían quedado en la casa del primero para ver películas pero Mark no iba a hacer eso. Mark ahora esperaría la prueba de amor de Johnny. Mark le declararía sus sentimientos a Johnny y esperaba ansiosamente que fuera correspondido.

Ese día no había sido el mejor para el castaño; su paciente favorito siempre era constante en su oficina pero un día a otro él había dejado de ir. Era un niño de diez años; tenía déficit de atención, problemas para hablar y dislexia. Sin embargo Johnny había logrado ayudar al niño a hablar más y podía pronunciar más. Hoy le había llegado una noticia que había roto su corazón; el niño se había suicidado quedándose enfrente de las vías del tren a propósito pero había dejado una nota de suicidio, una que Johnny se dio cuenta el esfuerzo que había puesto para poder escribir adecuadamente. En ella decía que lo sentía mucho, pero que él no podía estar atrapado en un cuerpo inútil y sería un niño con salud en la otra vida, quería mandar condolencias pero su celular no tenía batería y lo había dejado para colmo en su oficina.

Esa noticia devastó a Johnny pero a pesar de eso fue a ver al menor. Abrió la puerta de la casa ajena ya que este le había dicho que estaba abierta y la cerró con llave.

—Estoy arriba, hyung. —Y fue escaleras arriba recostándose al lado de Mark quién se encontraba en su habitación sentado en el borde de su cama. Mark no tardó ni un segundo para ir encima del mayor y empezar a atacarle con besos sus labios, su rostro y algunas partes de su cuello.

Pero Johnny no mostró interés alguno.

—Hyung, deseo mucho que me toques. —Rogó casi a gritos el rubio, pero el castaño no hacía nada aparte de tratar de apartarlo, no se sentía emocionalmente bien.

—No estoy de humor, Mark. —Y sus palabras fueron directas y secas... tanto que a Mark le llegó a causar un escalofrío.

—¡P-Pero yo he planeado todo, no puedes dejarme así! —A Johnny le había dado un ataque de ansiedad, escuchar a Mark gritarle hacía que su estrés del día aumentara.

Cry (JohnMark)Where stories live. Discover now