❝bad luck or destiny?❞ j.w.w + y.j.h

c a p í t u l o➢u n o

Una vez más Wonwoo se regañaba mentalmente por terminar en el lugar donde se prometió no volver en lo que restaba de su vida académica. Su mirada iba desde el reloj que colgaba en la pared hasta la chica de mala cara que estaba detrás del escritorio. La coordinadora sorprendentemente era tan solo cuatro años mayor que él, pero su actitud era de alguien que había vivido amargamente cien años. 

 Estaba por levantarse del asiento cuando la puerta del despacho se abrió. Del interior Yoon Jeonghan salía con una sonrisa de oreja a oreja, sínica, malévola e irritante. Sus ojos hicieron contacto un momento y después pasó a su lado empujando sin fuerza su hombro. La directora Lee sonreía igualmente, pasando desapercibido el pequeño ataque de Jeonghan.

— Adelante, Wonwoo.

La directora le permitió el paso y ambos se adentraron al cuarto.

El papel tapiz de la oficina era azul cielo y con pequeñas flores blancas. El escritorio, el sillón de cuero y los libreros eran blancos igualmente y siempre le daba un poco de terror entrar y ensuciar algo del pulcro lugar. Con cuidado se sentó frente a la directora y espero a que ella hablara.

— Wonwoo...— su nombre salió en un suspiro cansado.

De una carpeta sacó el expediente del pelinegro y ancló una hoja en blanco.

— Acaba de empezar el ciclo y ya estás metiéndote en problemas.

Wonwoo quería alegar, diciendo que la culpa era siempre o casi siempre de cierto rubio pero para este punto ya sabía que no tenía caso.

— Esta vez voy a dejarlo pasar ya que Jeonghan acaba de regresar del extranjero y viene de un muy buen momento en su historial escolar pero también quiero que tú salgas limpio este año. Ambos deberían intentar llevarse mejor, aún les quedan dos años juntos en esta escuela así que sería lo más apropiado que dejaran de provocar peleas por todo.

 Wonwoo agradeció. No quería que la primera semana su hermano recibiera una llamada por su "mal" comportamiento. La directora dejó la hoja en blanco, pero ya dentro de su carpeta como una silenciosa llamada de advertencia.

Al salir de coordinación se encontró a Mingyu recargado sin preocupaciones en uno de los casilleros.

- ¿Cómo te fue?

El más alto se acercó preguntando. Tenía una mirada divertida como todas las veces que era llamado a dirección.

- Lo dejaron pasar esta vez.

El timbre sonó y todos los estudiantes salieron de sus aulas, llenando de murmullos el pasillo. Wonwoo y Mingyu fueron directo a la cafetería donde esperaron a Vernon y Seungcheol quienes estaban en otra facultad. Odiaba tener que ser siempre el responsable de los problemas cuando el verdadero culpable estaba sentado justo unas mesas frente suyo, pero esto era algo que continuaría mientras Jeonghan se juntara con Jihoon, el hijo de la directora. Parecía que el menor tenía una extraña y (en opinión de Wonwoo) enfermiza admiración por el rubio. Desde el bachillerato Jihoon había estado pegado como chicle a Jeonghan e incluso escogió la misma carrera que él sólo para pasar más tiempo juntos, y no sólo eso, obviamente el chico aprovechaba que su madre era la reactora de la universidad y ayudaba a que Jeonghan saliera libre de cualquier situación esperando vanamente a que eso lo ayudara en su unilateral amor.

Que basura. Wonwoo realmente se había propuesto no cruzar siquiera miradas con el rubio una vez regresara de Japón pero tan solo la primera semana ya habían tenido un roce. Ni siquiera sabía cómo era que siempre se encontraban envueltos en algo aún cuando no iban en la misma carrera ni llevaban de cerca las mismas materias. Maldita suerte. 

El resto del día no volvió a ver a Jeonghan, o al menos hasta la salida, dónde desde la ventana alcanzó a ver su rubia cabellera salir del campus. Suspiró aliviado y se volvió a enfrascar en su lectura. Wonwoo amaba leer y en el dormitorio que compartía con Seungcheol siempre había alguna chica metida, así que prefería no encontrar a su amigo en acción y mejor se quedaba en el horario de las actividades extracurriculares. Cuando le tocaba a Mingyu y Jun entrenar baloncesto los esperaba y juntos regresaban así que era cómodo para él.

— De verdad eres todo un ratón de biblioteca.

Una suave pero molesta voz que tenía perfectamente registrada llamó su atención. Jeonghan estaba parado frente a uno de los estantes de la biblioteca, dándole la espalda. Parecía estar leyendo el lomo de los libros pero no parecía verdaderamente interesado en ellos.

— Creí que ya te habías ido.

— No sabía que me acosabas... — Jeonghan soltó el comentario para claramente molestarlo.

— ¿Qué?... no, yo sólo...-

— Regrese por un libro para mi tarea, lo olvide antes de irme.

Aclaro el rubio pasando al siguiente estante. Suspiró cansado al no encontrar lo que quería.

Wonwoo rio por lo bajo, sabiendo que Jeonghan no era precisamente un amante de los libros y que por lo tanto no tenía idea de las secciones de la biblioteca.

— ¿Qué buscas exactamente?

— Es un libro de contaduría.

— Definitivamente no lo vas a encontrar en los de romance.

Jeonghan se alejo del librero avergonzado.

— No sabía que teníamos ese género en la escuela...

— Aquí hay de todo, no sólo libros para estudiar — Wonwoo se levanto y comenzó a guardar sus cosas, notando que ya había pasado una hora desde que se sentó a leer — Los libros de administración están al fondo, tienen un letrero gigante señalando su nombre.

— Gracias.

Jeonghan giró y caminó por donde le había indicado el pelinegro, sin mirar atrás o soltar un comentario más. Eso era raro, Wonwoo estaba seguro que era la primera vez que Jeonghan le decía gracias y que no lo molestaba hasta hacerlo explotar, tal vez se había quedado dormido y estaba soñando, o tal vez ese no era el verdadero Jeonghan. Se asomó con sigilo por el pasillo y observó al rubio ojear uno de los libros de administración contable, se veía real. No le dio más vueltas al asunto y mejor decidió salir de ahí antes de que al otro se le zafara de nuevo el tornillo y empezara una pelea. No, gracias.

Salió casi corriendo de la escuela y no paró hasta llegar a su dormitorio, donde agradeció que su amigo ya estaba dormido. Que extraño momento acababa de vivir.