—¿Cuando le pedirás que sean novios?— Preguntó Changbin a su amigo.
—No lo sé. ¿Tú cuando te disculparas con Félix?
—Cuando el tonto de Hwang Hyunjin deje que me acerque a él...
—Dudo que Félix quiera hablar contigo en el lecho de muerte de su futuro esposo.
—¡¿Quieres callarte?! Es no ayuda.
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Minho pensó en ello toda la tarde.
¿Debía declararse?
Para él ya estaba claro que gustaba de Jisung y viseversa, pero no sabía si el castaño estaba dispuesto a tener una relación amorosa con él.
Jisung no había asistido a clases ya que tenía mucho trabajo pendiente, cosas avanzadas de los cursos extracurriculares a los que asistía.
Minho quería visitarlo pero no sabía si para él eso estaba bien, desde la vez que estuvieron a punto de llegar a algo más, Han evitaba que Lee fuera a su casa con su madre ausente con excusas poco creíbles pero que Minho simuló haber creído.
Como no podía llegar de sorpresa, decidió llamarle.
"—¿H-hola?"— Contestó Jisung del otro lado de la línea.
—Hola, Jisung. ¿Qué haces?— Preguntó Minho mientras arreglaba algunas listas de alumnos.
"—Tarea, ¿Y tú?"
—Tarea, también— Minho se debatía entre quedarse callado o pedirle permiso para visitarlo.
Apenas llevaban tres meses conociéndose más a fondo y no sabía si estaba bien. Sus pensamientos se vieron interrumpidos por la voz de Jisung.
"—Minho..."
—¿Sí?
"—¿Puedes venir a casa...?"
El rostro de Minho se iluminó en segundos con una amplia sonrisa de felicidad.
—Claro, llego en veinte minutos— Respondió tratando de sonar lo más tranquilo posible.
"—Nos vemos, Minhonnie".
Minho estaba casi saltando de la felicidad, incluso había terminado el trabajo más rápido que nunca sólo para salir temprano.
Aunque toda esa felicidad se esfumó para reemplazarse con nerviosismo una vez estuvo frente a la casa de los Han.
¿Y si Jisung sólo no quería estar sólo? Claro que era por eso, lo que resultaba extraño es que a Jisung jamás le había molestado estar sólo, tampoco le gustaban los grupos grandes de gente.
Tocó la puerta y trató de no pensar en ello, ya tendría tiempo después.
Jisung no tardó en abrir con una sonrisa a su -casi- novio.
—Hola, hyung.
—¿Cómo estás?
—Bien, pasa. ¿Qué tal te fue?
—Bien, supongo. Hoy terminé antes.
—Hyung...quiero hablar de algo importante.
Minho sentía algo de miedo, quién sabe que quería decirle como para que decidiera que se vieran completamente solos.
—Claro,puedes decirme lo que sea.
—N-no quería hacer esto pero...hyung, quiero que intentemos algo.
Jisung miraba al suelo totalmente sonrojado, no sólo las mejillas, la cara completa y hasta las orejas.
Minho tenía un vaga idea de lo que Jisung quería, pero no quería apresurarse a nada.
—¿Porqué no empiezas tú?— Propuso Minho con una media sonrisa.
—N-no puedo hacerlo sólo, es vergonzoso...
—Si quieres que sepa, tendrás que mostrarme o decirlo.
—No puedo hacerlo. En verdad quiero pero hace falta algo y-y... ¡Realmente no puedo!
—¿Falta algo?— Habló Minho confundido.
—Hyung, estas cosas son imposibles si no se da un paso más.
En ese momento todo encajó correctamente para Minho, a pesar de las palabras revoltosos de Jisung.
—Somos novios, ¿No?
—No lo sé, jamás hablamos de eso...
—Entonces, ¿Aceptas ser mi novio? Realmente me gustas y lo sabes— Minho se acerca a cada vez más a Han— Te lo dejé en claro cuando apenas nos conocíamos, hice algo que no debía hacer y ahora, por alguna razón, pienso en tí de una forma distinta. Me volviste completamente loco, no puedo evitar soñar contigo, en que esta es nuestra historia de amor...
Sus bocas estaban casi juntas, a unos milímetros de distancia que se sentían como metros.
—Bésame...— Susurró Jisung a Minho.
Esa simple palabra fue lo único que bastó para que el mayor terminara con la distancia.
