Chapter number 14

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El tigre estaba nervioso, los resultados estaban a punto de salir y estos dirían si es candidato al proyecto o no.

—Calmate Ian... Con haber podido verte estoy feliz, en serio, a ti y a nuestro hijo.

—Chicos... Les vieron la cara de estupidoh.— Dijo la perra con un tono extraño en la última palabra.

—Eh? A qué te refieres?— Pregunto Dylan confuso.

—Bueno, eres un Husky siberiano, no?

Dylan asintió y Lucía continuó su explicación.

—¿Qué ves aquí?— Dijo mostrando al perro una imagen.

—Una familia de Husky siberianos...

—¿Qué tienen?

—La mayoría tienen los ojos... Como yo... De otros colores pero tienen heterochromia...

—Bueno, todos ven perfectamente bien, si ves un poco borroso puede que sí necesites lentes, aunque es un 10% de posibilidades, en tus exámenes tus pupilas están totalmente bien, nada de cataratas, ni miopía, ni astigmatismo... Bueno, un 0.1 de astigmatismo, pero nadie es perfecto, y nada de ceguera temprana, los Husky siberiano son una raza que están totalmente acostumbrados y adaptados a esta enfermedad, una hermosa enfermedad, de hecho, preocúpate si fueras un Rottweiler, Doberman, un tigre, un león, ellos no están "capacitados" para que su vista resista, aunque... Hoy no verás nada, ¿Esta Ian afuera, cierto?

—Eh... Sí...— Dijo Dylan procesando la información.

—¿Puedes pedirle que pase? Yo voy a preparar el último examen para confirmar todo.

El Husky salió por su pareja mientras Lucía preparaba unas gotas, y sacaba una inyección, era una pequeña terapia que le funcionaba.

—Bueno... Necesitarás llevarlo a casa, estará algo... "Inválido" el día de hoy, si trajeron los lentes oscuros, ¿cierto?

—Si...— Dijo Ian sacándolos.

—Bien, ahora por favor escuchen con atención, necesito explicar a mis pacientes lo que haré antes de hacerlo, las consecuencias y si acceden al examen, ok?

La pareja asintió y Lucía se sentó en su silla tranquilamente.

—Muy bien, este examen es totalmente opcional, sirve para revisar el estado de tu retina, lo creí conveniente ya que estás aquí, será totalmente gratis, lo que voy a hacer es aplicar un medicamento en tus ojos que hará que tus pupilas se dilaten al máximo, dejando visible tu retina, este arderá un poco pero después de unos minutos tú vista se oscurecera, serás algo sensible a la luz, por lo que son para eso los lentes, a medida que avance el día dejaras de ver un poco, puede que no veas nada, pero serán 24 horas de mimos y cuidados de tu pareja, solo las primeras dos horas arderán levemente pero después dejarán de hacerlo, ¿Estás de acuerdo con seguir con el tratamiento?

Dylan suspiro y asintió, se recostó en la camilla como Lucía le indico y está saco la inyección.

—Necesito que veas fijamente la aguja, para dar justo en medio.

Dylan e Ian se tensaron en ese momento, incluso Dylan se erizo un poco, Lucía puso la inyección justo encima de su ojo, le pidió que no lo cerrará e hizo el amago de inyectar, pero no lo hizo.

—Perfecto, lo que sentirás es nada comparado con esto, no es necesaria la inyección, pero lo qué pensaste que sentirías es bastante más fuerte que esto.

Lucía saco las gotas y la pareja se tranquilizó de golpe, haciendo que Dylan no sintiera ningún ardor ni incomodidad por las gotas.

—Bueno, en lo que esperamos, cuéntenme cómo se conocieron.— Sonriendo amablemente.

Dylan e Ian comenzaron a contarles su historia, Lucía apagó la luz para que no lastimarte a Dylan, quedando una tenue luz cálida debido a una tira de LED en el techo oculta, después Lucía uso un microscopio especial, y cuando acabaron los exámenes Ian le puso los lentes a Dylan y se lo llevó en brazos.

~~~

Cuándo Dante abrió la puerta Marck se puso rápidamente en frente, recibiendo una cachetada de parte de Max.

—Yo también te amo...— Sobando su mejilla.

—¿¡Porque te pusiste!? Era para el!— Señalando a Dante.

Dante no se sintió mejor con eso, así que agachó las orejas.

—Deja de ser duro con el, yo creo que si vino a pedir perdón después de tanto, está arrepentido... Como Ian...

Max recapacitó y se quedó pensativo, no podía ser... Después de tantos años de sufrimiento... ¿Debería perdonarlo? ¿Sus razones eran suficientes como para que lo hiciera? ¿Como para haberlo hecho sufrir por tanto?

Sin darse cuenta las lágrimas bajaban por las mejillas de Max, ¿En serio tantos años de sufrimiento se resumen a eso? ¿A una historia y una disculpa?

—Perdon lobito... Mejor me voy...

Esa palabra, junto con esa voz rompió algo dentro de Max, no había escuchado esa combinación desde hace tantos años, se dió cuenta de que no era el... Golpeó a su pareja por rencor... Cuándo el no era así, cuando pasó el problema de Marck y su hermano, el le enseñó a no guardar rencor, a no odiar, apretó sus puños y soltó un grito, exaltando a los otros dos su cabeza estaba luchando con ella misma, se arrodilló en el piso y lloró más, sus lágrimas caían al piso, mientras Marck le ordenó a Dante.

—Abrazalo, hazle entender que regresaste para estar apoyándolo.

Dante se acercó tembloroso a Max, se rebajo a su nivel y le abrazo, su cabeza chocaba con su pecho, ya que miraba hacia abajo.

—Perdon Lobito... Por todo... Prometo no volver a hacerte daño... Sé que ninguna razón es suficiente para hacerlo, así que... Sí te ayuda él no volver a verme... Me iré... Sí te ayuda él que me corté una mano... Lo haré... Tú te mereces todo Lobito... Todo excepto sufrir.

Max lentamente correspondió su abrazo, Dante no lo esperaba, sus lágrimas también caían, no quería causarle ese sufrir, ese dolor, no lo merecía, haría todo por arreglarlo.

—Gracias... Por venir a buscarme... Por explicarlo todo... Pero...

Esa palabra hizo un apretón fuerte en el corazón de Dante, esperaba todo.

—No me gusta que mi hermano duerma en un hotel barato, dime qué departamento quieres y te lo consigo.

Eso sorprendio de golpe tanto a Dante cómo a Marck, Max se separó un poco para ver a Dante a los ojos con una sonrisa en su rostro, todo dolor se había ido, y en cambio estaba una felicidad inmensa de poder volver a verle.

Dante saco lágrimas de felicidad y lo abrazo con fuerza, quedando la cara de cada uno en el hombro del contrario, Marck conmovido por el momento les tomo una foto y guardo su teléfono.

—Va a durar poco este momento si me matas, ¡Quítate!

Dante aflojó el abrazo y miro con una sonrisa y lágrimas a Max, quien solo le sonreía.

Continuarah

Fisuras irreparables, lazos inquebrantables.Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz