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  Al instante pensabas que tu imagen de chica seria en el equipo, se había terminado.

— ¿Sus otros compañeros?. — cuestionó la de cabellos azules para si misma.

  Habías logrado escuchar perfectamente lo que aquella chica se cuestiono, si ella de verdad estaba engatusada con Ichinose, realmente haría todo lo posible por descubrir si está, o no disponible.

— ¿Que estaban haciendo chicos?. — cuestionó nuevamente él de la banda en la frente.

— Solo se daban una pequeña prueba de amor. — habló la de cabellos azulinos, dejando sorprendidos a algunos en él lugar.

— ¿Cómo?. — escuchaste preguntar a Fubuki.

— ¿No lo sabían? Ambos son pareja. — ante aquello no lograste más que esconder tu rostro de la vergüenza.

  Esto ya era pasarse del limite, Ichinose y tú no querían entrometer a los demás, y ahora ella llegaba mencionando una completa farsa. No podías pronunciar ninguna palabra porque esto había sido tu plan desde él principio.

— Gracias (T/N). — agradeció el de cabellos castaños hacia tí. — no chicos, ella y yo no somos pareja solo lo dijo para ayudarme a salir de un lío. — ante aquellas palabras los chicos finalmente habían dejado de sorprenderse.

— ¡Que alegría! Entonces la boda puede seguir. — exclamó la morena con una felicidad notoria, algunos se habían sorprendido nuevamente. — ahora si me disculpan, mi novio y yo seremos muy felices. —comentó al momento de que se dedicada a mostrarles la salida.

  La chica se había apoderado de Ichinose, quien de hecho habías aceptado que fue muy valiente en enfrentar sus problemas, a pesar de que debió de hacerlo hecho desde él principio.

— ¿Casarse?. — cuestióno él capitán de Raimon. — ¿de que estaban hablando (T/N)?. — preguntó él chico tras dirigir su mirada hacia tí, aunque él no era él único, sino que todo él equipo.

— Ichinose había sido engañado por la chica. — resumiste la primera parte algo corta. — ella le ofreció un platillo él cual él no dudo en aceptar y ella le mencionó que era un platillo tradicional, si él lo comía tenía que casarse con ella. — explicaste al momento de que él equipo se sorprendiera ante aquello.

— Ese sería un problema delicado. — murmuró Endo, él capitán del equipo.

— ¿Entonces Ichinose se quedara en este restaurante por él resto de su vida?. — cuestionó inocentemente él grandullón del equipo.

— Él es todavía muy joven, es por eso que quería ayudarlo. — comentaste consiguiendo un asentimiento del capitán.

  Al instante habías sentido como fue que te habían empujado, aunque un empujón suave pero de igual manera poco descortés.

— Oye no la empujes. — salió él de cabellos azules defendiéndote de aquello.

— Ustedes estorban. Nosotras vinimos a visitar a nuestra amiga Lika. — comentó una niña con complexión de adolescente.

  Ante aquello, aquel grupo de chicas se había presentado ante ustedes, pronunciando ser él equipo de fútbol de Osaka. Así que sin más, una de ellas abrió inesperadamente aquella puerta encontrando a Ichinose y a la chica que su nombre parecía ser Lika.

  Lo siguiente ahora fue que Anteojos, nos había juntado a ambos equipos dispuesto a solucionar él problema en él que ustedes se habían metido.

— ¿Lo decidiremos en un partido?. — cuestionaron algunos tras escuchar él plan de Anteojos.

— El equipo ganado será quien se quede con Ichinose. — aseguró nuevamente él menor con lentes.

—Suena interesante. — comentó Lika, la chica enamorada de Ichinose. — ya esta decidido entonces comencemos con él partido. Andando guapo. — se dirigió hacia Ichinose llevándolo consigo.

— Ya que esta decidido sera mejor que nos preparemos. Acabemos con esto para terminar con nuestra misión. — generó Anteojos sin ningún inconveniente cosa que no te había agradado, debido a que este estaba subestimando a las mujeres.

  A pesar de ello, Aki además de ti estaba en desacuerdo con él, después de todo era una persona de la que estábamos hablando, no un simple objeto.

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  En cuanto al campo de fútbol, aquellas chicas los habían guiado a un campo de fútbol cercano al lugar del que se habían ido primeramente.

  Observaste a la entrenadora quién sólo se dedico a acercarse solamente en tu dirección.

— Estarás en el partido. — formuló con su semblante, cosa que habías agradecido internamente. — solo no quiero que utilices los entrenamientos en este partido. — asentiste ante aquello.

  La entrenadora podría distinguirse como una persona desagradable, alguien que no pesaba en sentimientos pero, en verdad ella estaba preocupada por tu salud, después de todo si en tu estado actual ejercías algo de la práctica a la que te habían sometido, no lo soportarías o al menos eso pensaba.

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— Antes que nada no se dejen llevar por su ritmo en el campo. — aconsejó el capitán de Raimon, luego de que los demás jugadores se juntaran. — no importa de quien se traté debemos mostrarles nuestro estilo de fútbol.

— Ellas tienen la ventaja de un gol, debemos anotar más. — expuso Kido.

— Eso es. — después de aquello tus compañeros se habían separado de aquel círculo. — (T/N). — Endo se había acercado en tu dirección causando confusión en ti.

— ¿Que sucede?. — le cuestionas.

— Pienso que lo mejor para todos es que utilices las técnicas que usaste contra la secundaria salvaje. — expuso rápidamente.

  Hacia mucho tiempo que no habías aquel estilo de juego, en aquellos días habías entrenado sola saltando y lanzando el balón a grandes alturas, así que para ti no era problema saltar y robar el balón, una estrategia que no habías pensando.

— Es una buena idea. — admitiste.

— Me alegro que te guste. — Endo sonrió.

  Minutos más tarde te encontraban observando a tus alrededores antes de pasar el balón a tu lado, para después correr en el campo. Después de que Fubuki evadiera a una jugadora de triple C, ejecutó su técnica la eterna ventisca logrando anotar el primer gol para Raimon.

  El partido estaba igualado, tus compañeros eran realmente fuertes igual que su equipo rival.

  Llegó un momento en el que el balón paso a tus pies, de esta manera provocando que corrieras en dirección a portería del equipo contrario. Como era de esperarse la meta no era nada fácil, debido a que una chica de cabellos rosados se había acercado en tu dirección impidiendo que pasarás. Lanzaste el balón al cielo, viendo las capacidades de las jóvenes pensaras que aquel balón ya no estaría más en tus pies pero, no era así.

— Ataque meteoro. — murmuraste para después ejecutar la técnica en el aire y anotar el segundo gol.

— Bien hecho. — adulo Domon, quien se encontraba más cerca de ti.

— Gracias.

PERFECT ━━ fubuki shirouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora