PERFECT ━━ fubuki shirou

treinta y tres

  El partido tenía poco de haber comenzado, Génesis llevaba la delantera de un gol. Lamentablemente Tachimukai no había logrado detener la técnica especial de Hiroto, la navaja meteoro. Los jugadores de Genesis eran totalmente veloces, justo como la última vez.

— Me impresiona saber que solamente son humanos. — murmuraste una vez que el pelirrojo capitán de Genesis, había pasado a tu lado.

  El silbato resonó en el campo. Lika te había pasado el balón, así que comenzaste a dirigirte hacia la portería del equipo contrario, estabas apunto de acercarte solo que un defensa se colocó frente a ti, casi por simple instinto lanzate el balón en dirección a Goenji, ya que este se encontraba cerca. Este te dio una breve mirada de reojo la cual habías descifrado. Goenji ejecutó su tormenta explosiva, la cual no estaba destinada hacia la portería sino, para tí. Al instante habías realizado el ataque meteoro, consiguiendo potenciar la fuerza del ataque.

  Tu ceño se frunció ligeramente cuando el portero de Génesis, Nero, logró detener su técnica gracias a su retroacción. Después de esto, Nero lanzó el balón hacia uno de los jugadores de Génesis. Raimon comenzó a defender su portería y los delanteros, comenzarón a acercarse también.

  Afortunadamente Tsunami había llegado de último momento para detener el balón, justo cuando las defensas y el portero no lo lograron detenerla a tiempo.

— ¡Tenemos que ayudarlos!. — clamó Urabe, para después observarlos a ambos delanteros.

  Raimon habían comenzado a defenderse de Génesis, debido a que estos eran realmente veloces. Apretaste los nudillos una vez que te alejaste del delantero que se encontraba frente a ustedes, él partido comenzaba a tener un ambiente tedioso.

— ¡Muro de cristal!. — exclamaste una vez que el balón intentaba dirigirse hacia la portería, no lo habían lanzado con una técnica especial pero tenía fuerza.

  Lograste detenerlo y lanzarlo hacia Lika, quien se encontraba más cerca de ti y justamente cuando estabas apunto de avanzar la entrenadora.

— ¡Cambio, Fubuki entrará en lugar de Lika!. — anuncio la entrenadora.

  Al instante habías experimentado un frenesí de emociones, estabas perpleja ante lo que pronuncio la entrenadora, aunque también sentías orgullo y alivio. Con esto estabas segura de que Fubuki finalmente entendería que sus compañeros siempre estarían a su lado y lo apoyarían en cada decisión, no necesitaba ser perfecto ni tampoco demostrarlo.

  Lika había abandonado su posición para dirigirse hacia las bancas, al poco tiempo después Fubuki había ingresado al campo de fútbol con un aura de fervor a su alrededor. Los demás integrantes decisión acercarse a su posición, ya que después de poco reanudarian el partido.

  El albino se había colocado a tu lado, mientras que Goenji se encontraba en el extremo. Aunque no lo admitía, habias estado esperando este momento, en el que aquellos dos se encontraran a tu lado, sin embargo también estaba Someoka, quien lamentablemente no se encontraba en el lugar presenciando lo que estaba ocurriendo.

  No sabías de que tema habían hablado ambos delanteros ya que una vez que se vieron las caras, parecían como si tuvieran algo entre las manos. Solo esperabas que no fuera nada malo ya que una vez que el partido terminará hablarías con el albino.

  Una vez que el silbato resonó en el lugar, no te habias percatado en que momento Goenji había obtenido el balón. Con la mirada estaba casi segura que te estaría preguntando si debería lanzarte el balón, a lo que negaste, cnfiabas en que esta vez Fubuki haría lo correcto. El rubio había ejecutado su clásico tornado de fuego, el cual estaba destinado a Fubuki. El albino comenzó a ejercer la eterna ventisca, la cual no logró entrar a la portería.

  Cuando Hiroto o Grant tenía el balón a su disposición, comenzaste a dirigirte hacia él dispuesta a robarle el balon, solo que esta vez no estabas sola. De reojo habias observado como la silueta de Fubuki, quien intentó dirigirse hacia el con una expresión de impotencia cuando estaba cerca de Grant, ejerció su piso de hielo, aquella técnica no provocó ninguna reacción de parte de Grant lo que conmocionó a el albino quien ahora se encontraba en el suelo.

— ¿Estas bien? ¿Puedes levantarte?. — le preguntas una vez que te colocaste frente a él.

— No sucede nada. — te dio una suave sonrisa, mientras se alejaba de ti.

  Aunque lograste ver su mirada por un corto segundo, viste como es que estaba lleno de frustración, lo peor de todo es que no sabias que hacer para ayudarlo.

  Recibiste una vez más el balón gracias a Ichinose, no habias intentado la técnica especial que descubriste hace unos pocos días. Era hora de intentarlo, por el equipo y por él.

— ¡Relámpago de Zeus!. — exclamaste una vez que golpearte el balón.

  Nero ejerció su retroacción nuevamente los relámpagos terminaron por destruir aquel hoyo negro en forma de triangulo. Era la primera anotación de Raimon, ahora el marcador estaba empatado.

— Bien hecho. — te aduló Goenji.

— Gracias.

  Cuando los defensas de Genesis recibieron el balón de parte de Nero, Goenji le había lanzado el balón a Fubuki, pero este se encontraba absorto en sus pensamientos que lamentablemente no logró tomar el balón. Por la mirada de Goenji sabias que eso era malo y cuando estabas apunto de acercarte el rubio golpeó a Fubuki con el balón, logrando que este cayera al suelo.

  El partido volvió a reanudar, una vez que Hiroto ejerció su navaja meteoro, Endo lo había detenido gracias a su golpe maratón lanzando el balón en dirección a Fubuki. Quién al parecer se había detenido a pensar nuevamente y cuando estaban apunto de robarle el balón, dio un gran salto, lanzando su bufanda.

  No entendías mucho la situación, pero algo te decía que él ya había cambiado su mentalidad.

  El albino se acercó a gran velocidad hacia la portería de Génesis, ejecutando una nueva técnica especial denominada como lobo legendario.

— Que alegría.

  Observaste las bancas encontrandote con la silueta de Lika, quien se encontraba realizando un ademán. Quería que te acercaras al albino, pero no podrías hacerlo. Después de todo allí se encontraban los demás jugadores, no querías arruinar el momento con tu sentimentalismo.