memories.

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Lo primero que Taehyung logra visualizar al abrir sus ojos después de un agradable sueño es al chico que, con anterioridad, le había costado enamorar. Llevó su mano al cachete regordete de su pareja para sentir la suavidad de éste con el cuidado de no despertarle. Sonrió enternecido cuando Jungkook arrugó su naricita únicamente para luego seguir con su siesta.

Si había algo que amaba hacer entre tantas cosas con su pareja, era hacerle cariñitos cuando dormía.

La manera en que Jungkook hacía muecas y adorables acciones entre sus sueños cuando Taehyung lo mimaba agradablemente, era una de las grandes adicciones que el mayor no quería perder.

Después de esa pequeña sesión molesta-al-bebé-mientras-duerme, se removió de la cama cuidadosamente, evitando así que el menor despierte. Lo observó una última vez antes de levantarse y caminar fuera de la habitación compartida en dirección al baño.

Por otra parte, Jungkook comenzó a estirarse cuando su sueño se esfumó. Suspiró al sentir su cuerpo relajado pero aún sin ganas de moverse. Limpió sus ojitos antes de abrirlos de manera lenta por los rayos del sol que intentaban traspasar de las cortinas hasta percatarse de la ausencia de Taehyung en la cama, por ello, hizo un mohín ciertamente lindo.

Fue un rato después cuando Jungkook escuchó los pasos de su pareja regresando a donde él, por lo que decidió ser juguetón y esconderse bajo las sábanas para fingir estar dormido. Mas no fue lo suficientemente veloz para lograrlo, pues Taehyung alcanzó a ver los movimientos apresurados y bruscos que había realizado. Una risita quiso escapar de los labios rosados de Jungkook, sin embargo, no iba a permitir que Taehyung lo descubriera.

-Tontito, sé que ya despertaste -avisó el mayor hundiéndose en el colchón a un lado del contrario, llevándose la sorpresa de lo encogido que estaba cuando intentó abrazarlo -. Oye, tortuguita, sal de tu caparazón y dame mi besito de buenos días.

Sintió al pelinegro sacudir su cabeza en negación, entonces el mayor supo la razón de por qué había sido rechazado, y es que conoce bien a su amado, tanto para saber que Jungkook era un poco delicado respecto al aliento mañanero. Tomó unos pocos minutos para que el chico dejara ver su cabello oscuro, fue allí donde aprovechó darle cariño a su cabeza, esparciendo besos sonoros pero suaves en todo el lugar.

-Sólo un piquito, ¿sí? -no recibió alguna respuesta-. ¡Por favor! Será cortito, nada más.

-¿Cómo sé que no terminarás comiéndote mi boca? -habló por fin, alterando hasta cierto punto los nervios de Taehyung. Este último soltó un jadeo burlón ante la pregunta del chico.

-Ya veo, no confías en mí -dicho esto, Jungkook salió rápido de su escondite y se dio media vuelta para mirarlo, alzando la vista al notarse diminuto-. No me duele.

-¿Qué-? ¡No! No es eso -se apresuró en decir-. Normalmente terminamos haciendo cosas por un pequeño beso tuyo.

-Mentiroso, eso jamás pasa -se defendió el mayor, dándole una nalgada al azabache también como respuesta.

-Literalmente eso pasó ayer con el besito de buenas noches. ¿A quién intentas engañar?

Señaló demandante al mayor y se levantó rápidamente del colchón. Taehyung, durante esos cortos segundos, soltó una carcajada porque sabía que Jungkook no decía nada más que la verdad. Mientras el menor se encontraba en el baño, el castaño tomó la decisión de dirigirse a la cocina y preparar el desayuno para ambos.

Era un día especial para los dos, pues su cuarto aniversario alegremente ya había llegado, Taehyung tenía una sorpresa preparada para su novio al cual realmente esperaba hacer feliz con la misma. No era la primera vez que hacía algo detallista por su pareja, pero eso no significaba que la ansiedad no estuviera presente.

memories. taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora