Un regreso inesperado - Duelo fraternal

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Calles de Konoha

Era ya casi medio día en la Aldea de la Hoja, las personas ya habían comenzado con sus labores, mientras algunos se dedicaban a la reconstrucción de las zonas más afectadas de la Aldea, otros estaban atendiendo sus comercios mientras otros compraban sus respectivos víveres, las cosas para los aldeanos ya estaban un poco mejor, pues el miedo y preocupación que inundo sus corazones no hace mucho al fin había desaparecido, todos estaban muy tranquilos atendiendo sus propios asuntos, hasta que cierta pareja de pelinegros llamo su total atención, la pareja en cuestión eran Haku que tenía el cabello suelto y vestía un kimono púrpura con una faja amarilla en la cintura, y unos zapatos negros y Sasuke que a petición de su novia, vestía su Gi de la Escuela Tortuga, pues la pelinegra le digo que contrastaría muy bien con su nuevo kimono, lo que no le menciono fue que a ella le encantaba que usara ese Gi, ya que le gustaba mucho como le quedaba.

La pareja iba por las calles tomados de la mano caminando con normalidad, hasta que se dieron cuenta de que todas las miradas se posaban sobre ellos, las personas los miraban con sonrisas alegres y todos hacían reverencias mientras pasaban, la pelinegra soltó una risita al ver el rostro confundido de su novio al ver la acción de los aldeanos.

- ¿Sabes porque todos nos miran y hacen reverencias? – pregunto Sasuke confundido viendo a su novia con una ceja levantada.

Cuando Haku estaba por responder la pregunta inocente de su novio, se detuvo al ver a una pequeña multitud de niños que se acercaban a ellos encabezados por una niña muy sonriente de cabello corto de color negro y con tez morena, la cual tenía unas cuantas flores blancas en sus manos, el par de pelinegros miraron un poco confundidos a los pequeños frente a ellos, pues todos tenían sonrisas en sus rostros y algunos parecían empujar a la pequeña niña morena para que hablara.

- Sa... Sa... ¡Sasuke-sama estas son para usted! – dijo la niña con fuerza extendiendo las flores mientras se inclinaba en una reverencia al igual que los otros niños.

- ¿Eh? – dijo Sasuke confundido por las flores y por cómo fue llamado.

- ¿No le gustan? – pregunto la niña algo nerviosa de que su regalo no le gustara a su salvador.

- No es eso niños – respondió Haku con una sonrisa cálida e hincándose para estar a la altura de los niños – lo que pasa es que Sasuke-kun no sabe porque tan hermoso detalle – explico viendo como los niños asentían en compresión, luego se levantó y miro a su novio aun confundido – Sasuke-kun nadie nos está mirando, todos te miran a ti, están felices y te respetan por haberlos salvado, Anko les conto a todos que fuiste tú y Naruto quienes los salvaron – explico con una sonrisa por las acciones de su novio.

Sasuke abre un poco los ojos en sorpresa y mira a su alrededor, dándose cuenta de que todas personas seguían viéndolo con sonrisas, luego dirigió la mirada a los niños que lo miraban con sonrisas radiantes en sus pequeños rostros y la niña pelinegra que una vez más extendida las flores pero ahora con timidez, el no pudo evitar sonreír ante las sonrisas de los pequeños y se hinco para estar a su altura y aceptar las flores con una enorme sonrisa marca Son que alegro a la pequeña pelinegra.

- Me encantan, muchas gracias – dijo Sasuke oliendo las flores – dime pequeña ¿Cómo sigue tu mama? – pregunto recordando a la pequeña y a su madre.

- Muy bien gracias a usted – respondió la pequeña con una gran sonrisa – mi nombre es Aiko.

- Es un placer Aiko-chan – dijo Sasuke revolviendo el cabello de la niña que sonrojo por la acción.

- Disculpe Sasuke-sama ¿Dónde se encuentra Naruto-sama? También queremos darle las gracias por rescatarnos – pregunto un niño de cabello castaño.

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