"Se te cayó la envoltura, bombón"- Kim Jungwoo probablemente.
[Incluye muchos ships e inconsistencias a propósito, notas de autor y capítulos especiales así como menciones de miembros de otros grupos de kpop]
-Muchas gracias- Doyoung tomó su café y con eso decidió comer un trozo del pastel de chocolate que había pedido.
No hace mucho le había mandado un mensaje a Jungwoo para que se vieran, ya habían pasado meses desde que se conocieron por primera vez y ya se le había hecho costumbre salir con él de vez en cuando, casi siempre después de sus prácticas o terminar algún examen pero esta salida llevaba otro propósito más que el de verse y platicar sobre temas al azar.
-Ah! Hola Do!- Jungwoo dejó una pequeña mochila en una silla vacía y se sentó frente al coreano con una sonrisa y acompañado de su típica aura brillante.
El anaranjado siempre le proporcionaba energía a las personas alrededor de él; éste siempre estaba feliz, sonreía cada vez que hablaba y su voz era realmente chistosa y tranquilizante, y para Doyoung, Jungwoo era como el oasis en un desierto.
-¿Quiéres tomar algo?- El de cabellos negro le pasó la carta y Jungwoo hizo un puchero al ver todas las cosas que habían en ese lugar.
-Creo que pediré un té, ¿está bien?- Jungwoo cerró la carta y la puso en la mesa.
Al levantar la mirada Jungwoo se encontró con los ojos de Doyoung e inmediatamente la desvió. A veces le intimidaba lo serio y guapo que llegaba a ser. El mayor asintió con una sonrisa de respuesta hacia la pregunta.
-¿Y cómo te ha ido woo?- el chico preguntó casualmente haciéndose hacia adelante para poder escucharlo sobre el suave murmullo de los demás comensales del café.
-Muy bien- el anaranjado habló entusiasmado- últimamente las clases que tomo han estado bastante tranquilas y como es inicio de mes todo está muy relajado... así que bastante bien.
La manera en la que Jungwoo hablaba lo hacía parecer como si siempre estuviera brillando y esto contagiaba a los demás de felicidad y tranquilidad, e incluso resultaba algo majestuoso como captaba la atención de todos los que lo rodeaban.
-Ahhh eso me alegra mucho, de veras- Doyoung sonrió amablemente y recargó sus codos y antebrazos en la mesa.- oye... quería saber algo...
El mayor respiró profundamente y Jungwoo le hizo una seña para que siguiera hablando.
-Uhm...
Un revoltijo se formó en el estómago de Doyoung y de pronto el pastel que se encontraba frente a él le causó náuseas. Había ensayado lo que le diría al menor un par de veces, incluso tuvo que escribirlo en una servilleta para que no se le olvidara, sin embargo la mirada gentil y preocupada de Jungwoo más el "¿qué dirá?" de aquel chico tan tierno le hicieron sentir un tanto culpable y estúpido, pero era necesario, REALMENTE necesitaba aclarar varias cosas, pues no quería lastimar a nadie.
-Supongo que... me viste con un chico en la tarde, ¿no?- Doyoung comenzó e instantáneamente se golpeó mentalmente, esa frase no llegaba a ningún lado- Hmm... pregunto por que creo que te vi y como ya sabes, los niños salieron juntos pues estaba esperando encontrarte... y bueno...
Jungwoo alzó las cejas y lo miró serio.
-Eh?
Lo humilló.
-Es que- Doyoung suspiró y sonrió algo harto por no poder expresar bien lo que sentía y quería decir- ¿Recuerdas como nos conocimos no?
Jungwoo asintió, no sabía exactamente a donde iba la plática pero se le hacía algo divertido ver a Doyoung estresado tratando de explicar algo que no entendía.
-Pues, la verdad... no sé... yo- El coreano ya se había frustrado así que tomó aire y se incorporó tomando una postura erguida y seria- ¿Cómo definirías nuestra relación?
QUE. PE D O.
Jungwoo abrió los ojos como platos y tratando de no reírse su cara formó una mueca extraña.
"Doyoung", se dijo, "apestas".
-Yo...- Jungwoo rió algo nervioso y se encogió de hombros- no sé, de repente suenas como mi maestra.
El pelinegro sonrió, pero no era una sonrisa bonita o si quiera una amistosa, es más, una descripción gráfica de su sonrisa en estos momentos sería el equivalente a una foto de un perro nervioso sonriendo.
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Jungwoo lo miró sin saber que le pasaba y se quedó callado.
-¿Te gusto?
Doyoung escupió aquellas dos palabras de pronto, lo hizo como si fuera algo repugnante, exactamente como una persona escupiría algún dulce rancio o una comida pasada de su fecha de caducidad, y en consecuencia Jungwoo sintió algo en su interior removerse, se sentía... inquieto y la punzada que le causó aquella pregunta en el corazón lo hizo sentir dolido. No había sido la pregunta, si no la manera en la que lo dijo, como si diera asco el simple hecho de pensar en sus sentimientos hacia él.
-No?- respondió de la misma manera obviando su expresión de asco y de extrañez, estaba dolido.
Por otro lado, Doyoung, al igual que el menor, tuvo un sentimiento de inconformidad, algo muy dentro de él no quería escuchar esa respuesta, no se lo esperaba pero quería convencerse de que esa era la respuesta que quería. ¿Realmente lo hacía?
Sus miradas chocaron y Jungwoo seguía sintiéndose inquieto y ansioso mientras que Doyoung trataba de no darle vueltas al asunto y terminar de una vez por todas.
-Bien- habló serio y miró vagamente hacia los lados, fingiendo que no le importaba se recargó en el respaldo de la silla y suspiró.
Los ojos de Jungwoo evitaban al mayor, y finalmente repararon en el mesero que llevaba su bebida.
-Lamento la tardanza- el chico sonrió gentilmente y le dejó el té en la mesa.
-Está bien, muchas gracias- Jungwoo le sonrió haciendo que el chico se sonrojara.
Doyoung miró con recelo al chico y se sintió terrible. No debería sentirse así. Él gustaba de Taeyong, su chico, no de Jungwoo. Jungwoo sólo era un tipo que había conocido por casualidad, por un tonto juego (al final se lo había contado).
El anaranjado miró su celular y abrió los ojos, instantáneamente sonrió y comenzó a teclear muy emocionado, se paró de su silla marcando un número y le sonrió a Doyoung.
-Lo siento tengo que llamar- se disculpó y se alejó.
El mayor resopló y sólamente asintió.
-Jungwoo estoy en crisis!- Donghyuck gritó y el menor comenzó a reír.
Tan pronto como habló con aquel chico de piel morena dejó de sentir aquel vacío incómodo que le había provocado Doyoung, y si de algo que estaba seguro era de que no volvería a salir con él.
-Me da la cuenta por favor- le pidió el pelinegro al mesero tranquilamente, no podía soportar seguir viendo la sonrisa de Jungwoo.
