#O3.

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El incubo salió de la habitación para el momento en que oyó los quejidos soñolientos del pelinegro, quien abrió los ojos con muchísima lentitud, mientras sus dos padres relajaban su expresión y le regalaban miradas cargadas de alivio.

—¿Mamá? ¿Papá? —murmuró, aún algo dormido—. ¿Qué pasa?

—¡Mi amor! ¡No vuelvas a hacerme algo como eso!

Los cariñosos brazos de su madre lo apretaron con fuerza, mientras el chico se acurrucaba en el pecho de la mujer que le dio la vida y volvía a cerrar los ojos, demasiado cansado como para mantenerlos abiertos.

—Mamá... ¿Puedo faltar a la universidad hoy?

Sin oír la respuesta, Denki se alejó rápidamente de la escena y se dispuso a dirigirse a su escondite. Él también estaba cansado, pero no porque su noche con Sero hubiera sido maravillosa, simplemente fue demasiado larga y necesitaba recuperar fuerzas antes de tomar otra víctima esa noche.

O quizás en un par de noches más.

Tal vez tres, estaba algo lleno.


+


—¡Hantaaaaa! ¡Hemos venido a visitarte!

Una alegre y emocionada chica cruzó su puerta con la familiaridad y confianza que la caracterizaba. Detrás de ella, un chico de cabellos rojos y otro de cabello rubio ceniza entraron a la habitación del pelinegro, encontrándose con este acostado en su cama, levantándose ligeramente para poder saludarlos.

—Chicos —los saludó con un suave tono ronco, confirmando que había estado durmiendo hasta antes de su llegaba—. No sabía que vendrían.

—Nosotros tampoco —dijo el pelirrojo—, pero Ashido quería pasar por aquí y bueno, ya sabes, no es una chica que sepa entender lo que "no" significa.

—Llevas faltando cuatro días a las clases, sólo estábamos preocupados. ¡Hasta Bakugou estaba preocupado!

—¿Hah? Por mí que se muera.

—¿Ves? Kirishima no te contó, pero lo encontró llorando en los baños.

—¡¿Hah?!

Los tres chicos rieron ante la facilidad con la que su rubio amigo perdía la calma, mientras Ashido se apresuraba a sentarse en la cama del pelinegro, haciéndose un espacio y mirándolo fijamente.

Ni ella, ni sus padres, ni siquiera el mismo Hanta entendían del todo la razón por la cual el chico estaba durmiendo tanto, pero después de aquel día que preocupó a sus progenitores cuando casi no despertó, ellos llamaron a un médico y, tras confirmar que se encontraba bien, se tomó aquel cansancio como algo de la edad, del crecimiento y del estrés, permitiendo que el pelinegro se tome su tiempo para recuperar energías.

—Se te extraña en la universidad, Hanta.

—Lamento preocuparlos, chicos. —Sero se apresuró a sentarse, mostrándoles una de sus enormes sonrisas—, pero les aseguro que estoy bien, pronto volveré y tienen que ayudarme con las clases, me siento demasiado atrasado.

—¿Vieron? Les dije que no se iba a morir.

—¡Blasty! —Kirishima lo regañó, suspirando después, mirando a su pelinegro amigo con una cálida expresión—, pero vaya susto que le diste a tus padres, Sero.

—Eso me dijeron... —respondió él, separando los labios antes de volver a juntarlos, no muy seguro de explicarle a sus amigos lo que había ocurrido.

Not even in my dreams. | Sero Hanta x Kaminari DenkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora