Desayuno juntos.

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La noche acabó y los brillantes rayos del sol iluminaron el castaño cabello de Taehyung. Paso la noche en el frío hospital, junto al aire acondicionado y el viento helado del invierno, pero al despertar y observar la sonrisa del pelimenta sus incomodidades desaparecieron. Después de sus mutuos saludos y distintas sonrisas llegó la hora de su desayuno.

Taehyung no comió nada más que una manzana, YoonGi reclamó sus malos hábitos alimenticios mientras recibía una bandeja con gelatina y un pan insípido, además de un agua aromática sin azúcar. Nunca podría acostumbrarse a ese tipo de comidas.

—Cuando salgas de aquí, te prometo preparar un desayuno tan exquisito que olvidarás está insípida comida.

—¿Y qué me preparas Tae?

—Eso ya lo verás.

Sonrió y esperó a que el pálido terminará su desayuno.
Observaron por la ventana y el viento seguía congelando el lugar, pero los rayos del sol ponían color a la fría mañana. YoonGi sonreía ante las hojas del árbol de su ventana. El Castaño notó como aquellos ojos se iluminaban y sin pensarlo mucho salió de la habitación.

YoonGi no entendía nada. Al ver a Taehyung con una silla de ruedas, lo único que hizo fue tomar su mano y dejarse llevar.

Instintivamente cerró los ojos al recibir el aire frío en su rostro. Por primera vez en mucho tiempo, por fin sentía algo más que el aire acondicionado. Sus ojos lagrimean y no entiende si es por la emoción o por como el polvo del jardín que lo recibe. Da vuelta a su cabeza encontrando al castaño sonriendo.

Pasean un rato y se detienen frente a un gran árbol. Min cierra sus ojos y suspira para apreciar el olor a tierra mojada por las lluvias del invierno. A su alrededor escucha los pasos y las conversaciones de la gente.

Taehyung se pregunta ¿Cómo puede existir un ser así? Con tanta tranquilidad y paz en su interior, parece que en algún momento se quedará dormido y no planea despertar de un pacífico sueño.

YoonGi sufre mucho. Tae lo entiende. Pero no cualquiera lo tomaría con la calma que él lo hace. No todos serían tan sinceros con su mundo. No todos son libres como él.

—Ya se lo que piensas, y si, no es fácil. Imagina un mundo en donde no podrás volver a montar una bicicleta, nunca sabrás lo que es tener los pies mojados o sentir el cálido aire de una fogata en tus piernas. Pero si voy a ir contra la corriente prefiero estar libre, prefiero estar aquí.

—¿Algún día tendré la paz que tienes?

—El tiempo lo dirá.

YoonGi sonríe tan sinceramente y las mejillas de Tae lo queman unos segundos.

[...]

El castaño abre la puerta y no hay nadie. Dando a entender que por fin está en su hogar, se pregunta si debe llamarlo así, ¿Es un hogar acaso?
Nunca nadie está esperándolo. Nadie lo recibe. Está sólo.

Sus pies tocan la fría baldosa naranja y su cabello mojado suelta pequeñas gotas de agua en su cama. Sentado en un extremo de esta, sus manos toman su cabello y lo revuelven.

— ¿YoonGi se sentirá sólo? Bueno...ha estado sólo los últimos dos meses de conocerlo. Debería invitarlo a vivir conmigo.

Las estrellas iluminan su habitación y se detienen a contarlas. Una pérdida de tiempo, pero aún así lo hace.

¿Por qué siente que toda su vida siempre fue igual? ¿Por que su vacío interior le reclama por un abrazo? Está sólo claramente, pero acaba de encontrar a alguien de cabello menta que parece ser muy bueno escuchando.

Ahí es cuando promete no volver a mentir. Nunca más escuchará un "estoy bien" de sus labios cuando no sea cierto. YoonGi no tendrá que reclamarle sus mentiras. De ahora en adelante será sincero son sus sentimientos de angustia y soledad.

[...]

— Feliz lunes. — Saluda el castaño.

— Ha pasado una semana y no has venido a visitarme. ¿Estás bien?

— No.

Min le pide que se acerque.

— Me siento sólo.

— Yo igual.

— Ven a vivir conmigo cuando dejes este frío y asqueroso lugar.

— Con gusto.

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-BeyondCoffee

But I still want you |Taegi|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora