Cap.4

1.7K 182 80
                                    

Diana Cavendish Pov

«Me duele la cabeza... ¿He muerto? ¿Dónde estoy?» Abrí mis ojos con dificultad por la luz del sol y miré el lugar donde me encontraba: mi habitación.

—Al fin despiertas —dijo una voz conocida.

—¡Madre! —Me levanté con rapidez y me arrepentí al instante—. ¡Auch! —me quejé agarrando mi cabeza.

—No te apures, puedes contarme todo lo que pasó estando acostada en tu cama. —Su mirada molesta me creó un poco de miedo.

—Lo siento, madre. —Tomé asiento con cuidado.

—¿Qué hacías en el pueblo, Diana? —preguntó con frialdad.

—Amanda me invitó a comer un dulce en la panadería.

—¿Por qué lo hizo?

—Porque jugué por primera vez con otras niñas que no fuera ella; fue como... una recompensa por mi avance que me quiso dar.

—Estás consiente de qué tu amiga te llevó hacia el peligro.

—No lo hizo. No sabíamos que pasaría es--

—Te has lastimado, Diana, tratando de salvar a una niña. Lo vi todo porque salí a buscarte–

—¿Ella está bien? —pregunté preocupada.

—No lo sé, pero supongo que sí. Vi cómo era alejada del peligro por una señora. —Colocó una de sus manos en el mentón– Diana, lo que hiciste fue muy heroico, sin embargo debes entender que una mujer no hace ese tipo de cosas: dar su vida por alguien más siendo una dama, no es correcto —aclaró.

—Pero ella pudo morir si no hacia algo... —dije un poco molesta.

—Pudiste morir también por haber salvado esa vida.

Agaché mi cabeza resentida.

—¿Sabes lo que paso con Amanda? —consulté desviando el tema de conversación.

—Ha venido a verte en estos dos días que estuviste inconsciente.

—¿Está ahora mismo aquí? —dije algo emocionada.

—No, pero creo que llegará en unos minutos. Son las una, no tardará en llegar. —Se puso de pie—. Tengo que vigilar a los demás. Tu comida está en la mesa y si necesitas algo puedes llamarme —dijo y salió de la habitación.

—Gracias...

Me tiré para atrás con cuidado de no lastimar más mi cabeza y contemplé el techo. «Esa niña... Esos ojos... ¡Su sonrisa! ¡Ella es hermosa!» Me sentía tan feliz de que estuviera bien ahora mismo. Además, había hecho algo de caballeros: ¡Salvar a una damisela en apuros! ¡Alejarla del peligro!

Sin embargo, debía admitir que sentí miedo al principio. «¿Le podré contar después a mi madre lo que sentí en ese momento?» ¿E incluyendo el latir apresurado de mi corazón por la sonrisa de esa niña? Me hubiera encantado saber su nombre.

«Su piel era tan suave, y sus ojos tan... rojos».

—Diana, ¿Estás bien? —preguntó una voz en el lugar que reconocí inmediatamente.

—¡Amanda, no vas a creer lo que me pasó! —Me levanté de golpe y otra vez me arrepentí—. ¡Auch!

Tomé asiento con cuidado.

—Pues te golpeó un árbol en la cabeza, eso pude notarlo. —Sonrió—. También noté la sonrisa estúpida que tenías hace un momento —dijo y se sentó en la silla donde mi madre estaba previamente—. Dime, ¿Qué sucedió?

Había una vez... (Diakko♥)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora