OO6. Elle |Alguien|

522 23 0
                                    

Hace ya un tiempo que estamos lejos de casa, intentando sobrevivir siendo solamente un grupo de adolescentes. No es por subestimar nuestras habilidades, pero casi que no tenemos ninguna.

Allie junto a La Guardia se han encargado de mantener el lugar bien organizado, o al menos hacen lo que pueden. No es que todos se muestren tan complacidos con la idea del socialismo, pero es lo único que sirve bien en una comunidad pequeña con pocos recursos.

Todos nos volvimos más unidos, excepto por Elle. Nunca fue una de las personas que más se integrara, pero últimamente ni la veía por la calle. Lo único que sabía era que estaba viviendo con Campbell. Pobre chica, nadie se merece la tortura de vivir con él.

Estaba en camino a casa cuando la vi, sentada en el porche. Ocultaba su rostro con sus manos, apoyando los codos sobre sus rodillas. Parecía estar esperando a alguien. En cuanto me acerqué, y sintió mi presencia, levantó la mirada. Estaba llorando.

— Elle, ¿qué sucede? —pregunté, y al segundo me vi envuelta en sus brazos.

No contestó mi pregunta, simplemente comenzó a llorar con más fuerza. Me alejé un poco de ella, tomé su mano y la hice entrar a mi casa junto a mí. Por suerte, no había nadie. Vivía con 4 personas más que, para ser sincera, eran una verdadera pesadilla.

— Toma asiento —dije, señalando los sillones. Ella tomó lugar a una esquina del grande—. Voy a prepararme un té, ¿quieres uno? —ofrecí y lo único que recibí a cambio fue un "sí" por lo bajo.

Apreté mis labios y caminé hacia la cocina. Puse a calentar el agua y esperé a que estuviera lista. Elle estaba en mi casa, llorando y casi no podía ni hablarme. ¿Qué mierda?

Con mi té y el de Elle en mano, me dirigí de nuevo hacia la sala de estar. Dejé las tazas sobre la mesa y me senté a su lado. Hubo silencio por un momento, hasta que la escuché hablar.

— Perdón —susurró, evitando mi mirada—. No sabía a quién recurrir...

— ¿De qué hablas, Elle?

— Es Campbell —respondió, ahora mirándome a los ojos—. Está loco —su voz se quebró—. No está para nada bien...

— ¿Qué hizo? —tomé sus manos entre las mías, esperando lo peor.

— Abusa de mí —confesó, con miedo. Como si Campbell fuera capaz de escucharla en ese mismo momento.

— Oh, por dios...

Sin dudarlo, la abracé con todas mis fuerzas.

— No podía ocultarlo más. Me duele que me haga esas cosas —dijo, aferrándose con fuerza a mi cuerpo.

— No te preocupes, estará todo bien —murmuré, acariciando su pelo.

— Perdón por recurrir a ti, pero es que... tal vez no suene como una sorpresa —rompió el abrazo—, pero no tengo amigas a las que contarle ésto. Tú siempre has sido buena conmigo y de todos eres la que mejor me cae y yo... solamente quería... necesitaba desahogarme —las lágrimas seguían cayendo de sus ojos, mientras que en los míos comenzaban a asomarse.

— Elle, escúchame... no está bien lo que Campbell te hizo. Es un idiota y no se va a salir con la suya, te juro por lo que más amo a que va a pagar por lo que te hizo, ¿sí? Hablaremos con Allie, que lo mande a un calabozo o algo así.

— No creo que tengan un calabozo —rió un poco, secando las lágrimas con sus manos.

— Entonces le pondrá a Clark como guardia, no hay peor castigo que ese —Elle volvió a reír—. Pero, hablando en serio, me alegra que hayas sentido la confianza para contarme ésto. No es fácil abrirse a la gente, mucho menos con un tema delicado como éste.

Elle sonrió, enlazando su brazo izquierdo con mi brazo derecho.

— Solamente necesitaba que alguien me escuchara y supiera la verdad —dijo, tomando la taza entre sus blancas manos—. Tú eres especial, ¿sabías? Escuchas todos los problemas de los otros y arreglas su mierda fácil. ¿Será fácil para mí?

En ese momento, mi cabeza quedó en blanco. ¿Qué debía decirle? nunca estuve en medio de una pareja tóxica, mucho menos en un asunto que involucrara a Campbell. Dudo que vaya a ser fácil, pero necesito hacerle saber que hay varias posibilidades. Mierda.

— Seré completamente honesta contigo... no lo sé. No tengo idea de si será o no fácil, pero algo muy dentro mío me dice que no lo será —al escuchar mis palabras, lo primero que hizo fue tomar un largo trago de té—. Pero, um, quiero que sepas que, pase lo que pase, estaré a tu lado ayudándote.

— ¿En serio harías eso por mí?

— Una persona siempre hace lo mejor para sus amigos.

Me miró un poco confundida, pero su cara cambió al instante por una brillante con una hermosa sonrisa en ella. Definitivamente no iba a ser fácil, pero Elle recibiría ayuda de alguien para salir de ese maldito agujero en el que Campbell la arrastró, y ese alguien soy yo.

The Society |One Shots|Where stories live. Discover now