Entre mentiras y secretos - Starker

12 Capítulo doce 12

Estaba arriesgando tanto, en realidad, podría estar arriesgando todo lo que había cuidado con recelo. Según una norma personal que se había auto-impuesto no se suponía que debía estacionar su llamativo coche descaradamente frente al edificio donde residían los Parker, pero ahí estaba él, apagando el auto mientras se convencía de que no todo estaba perdido.

Peter simplemente estaba sentado a su lado, mirando los cristales rotos con una expresión casi de asco. Se veía tan perdido como pocas veces había tenido la desgracia de verlo, no parecía poder siquiera escuchar lo que le decía, por lo que obviamente tampoco le alcazaba a responder nada. Si las palabras ya no funcionaban, tendría que probar con algo un poco más impactante, más llamativo... y por el lugar en que se encontraban, más estúpido.

Sin decir ni una palabra tomó con algo de rudeza el mentón del menor, haciendo que sus ojos se fijaran en los de él y sólo en los de él. Posó sus labios sobre los del chico en un beso brusco y poco satisfactorio, esperando a que este reaccionara. Le tomó más tiempo del que le hubiera gustado, pero después de unos tres o cuatro segundos Peter empujó discretamente al mayor consternado.

- ¡Señor...! - Si ese había sido un intento de susurrar, había hecho todo lo opuesto - Stark - Bajó la voz, mirando por la ventana si alguien se encontraba cerca, por suerte la calle estaba prácticamente desolada - ¿Qué crees que haces? - Regañó casi por instinto con la respiración agitada.

- Tenemos que subir - Explicó vagamente saliendo del coche, caminando al rededor de este con rapidez para abrirle la puerta al adolescente.

- ¿Tenemos? - Preguntó en un innecesario susurro, inseguro de todo lo que pudiera hacer. Después de todo y con la suerte que los persigue, lo más probable era que por pura casualidad del destino alguien reconociera finalmente a Tony y sospechara de sus interacciones.

Si su doble identidad estaba en riesgo de ser revelada y ya alguien sabía de que había abortado, ¿cuanto faltaría para que alguien mirara por encima de la fachada que mantenían y descubrieran su relación?

- Tenemos que trazar un guión, ¿no crees? -

(...)

Apenas en ese momento recordó que esa misma mañana había sido operado, por lo que en un inútil intento de guardar reposo tomó asiento sobre el escritorio de madera justo a un lado de la puerta. Se sentía tan cansado que incluso con la presión de sus problemas no podía pensar en otra cosa que no fuera lo mucho que necesitaba recostarse en su cama y dormir, olvidando por un momento que sus secretos estaban siendo arrastrados a la luz.

La habitación se sentía pesada, casi al punto de rozar en lo desagradable. La estancia de Tony de alguna forma lograba que el tiempo perdiera presencia, acabando sumergido en una aparentemente eterna angustia interna.

En pocos minutos habían hecho un perfecto guión que protegiera tanto su identidad como súper héroe, como también su relación. Las mentiras eran perfectas, lastima que la creciente aberración a sus propios engaños le impidiera sentirse seguro con ellas como siempre había sido.

No se siente capaz de lidiar con semejante problema, por lo que cualquiera diría que sólo se trataba de un capricho por querer que alguien más lo saque del hoyo en que se había metido, y en parte tenía que aceptarlo, pero la verdad era que estaba cansado de vivir ocultándose y engañando a las personas para ser feliz por limitados instantes.

Eso no era felicidad, tampoco vida... y mucho menos una sana relación.

- La policía puede llegar en cualquier momento - Habló el adulto, mirando la bolsa en sus manos asegurándose de tener todo lo que pudiera hacer sospechar a los detectives - Recuerda que ellos te investigan por algo que está más que claro que no hiciste, así que mientras digas lo que acordamos no podrán saber nada de lo que tú no quieres que sepan -Pudo haberle contestado, sin embargo estaba muy ocupado pensando si era un buen momento para abrazarlo.