CAPÍTULO 3

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HINATA



Miro a Naruto caminar hacia la camioneta como si no hubiera golpeado a alguien en el medio de la calle. Como si fuera nada. Todavía puedo sentir los latidos de mi corazón aleteando en mi pecho desde el momento en que lo vi. Se sentía como una vida desde la última vez que estuvimos juntos, pensé que tal vez lo imaginé, pero no, él definitivamente está aquí y todos en nuestro pequeño pueblo escucharán sobre esto. No hay duda en mí respecto a eso.


Su gran cuerpo se desliza en el vehículo y  golpea la puerta detrás de él. El silencio cae entre nosotros por un momento antes de que se incline hacia mí. Contengo la respiración, insegura de lo que hará cuando se acerque más. El olor de su colonia llena mis pulmones y se agita algo en mi interior. Es la misma colonia que ha estado usando desde que se la compré hace tres Navidades. Nos miramos a los ojos y no puedo romper la conexión con sus profundidades azules.


El color de sus ojos me fascina porque son de un profundo azul marino, pero con un anillo de color miel a su alrededor. De alguna manera hoy, sin embargo, parecen más oscuros. Se inclina imposiblemente más cerca y mientras lo hace, mi boca se abre ligeramente,, pero luego la silenciosa cabina se llena con el clic del cinturón de seguridad. Se recoloca y pone la llave en el encendido antes de que pueda registrar lo que acaba de pasar.


A medida que se aleja de la acera y comienza a ir camino abajo dejo escapar el aliento que estaba conteniendo. Todavía conmocionada por todo lo que sucedió en la calle miro hacia Naruto, quien ahora tiene ambas manos en el volante, agarrándolo con fuerza, sus nudillos se ponen blancos y puedo ver por la flexión de su mandíbula que está apretando los dientes. Como siempre, parece agitado conmigo. Le he dicho como dos palabras hoy y él ya está frustrado.


Miro por la ventana del pasajero, no queriendo mirarlo más. Duele verlo, quererlo tanto como lo quiero y no ser capaz de tenerlo. Cada vez que lo veo, siento que se pone aún más guapo. Y no ayuda que parezca volverse más grande en todo su cuerpo. Sé que ahora es más alto que su padre, eso ya es decir mucho. El cabello rubio normalmente corto de Naruto es un poco más largo de lo que solía ser y no puedo decir que lo odie, se pliega ligeramente desde los lados de su gorra de béisbol, una que ha visto mejores días. Se la pone de la manera máscaliente posible yodio lo mucho que me gusta.


Recuerdo haberle dado esa maldita gorra cuando recién me mudé aquí desde Suna. Es de Gaara's Team, y en aquel entonces no sabía mucho sobre béisbol. Quería darle a Naruto algo de donde yo venía y sabía que le gustaba el deporte. La usaba todo el tiempo, aunque al pasar los años descubrí que Minato y Naruto eran fanáticos de los Uchihas. Ambos habían crecido en Konoha y aun así siempre llevaba la gorra que le regalé.


Reboté entre amar y odiar que todavía usara eso. Me encantaba que siempre llevara algo que yo le di. Pero lo odiaba porque me preguntaba si es como el suéter que tu abuela te compra y te pones cuando sabes que vas a verla. Tal vez está tratando de ser educado con su pequeña hermana. Nada más que eso. Hermanastra, corrijo. Tengo que agregar eso a cada paso porque los sentimientos que tengo hacia Naruto están lejos de ser familiares.


Son equivocados. En el fondo,no se sienten mal, pero eso no cambia nada. Sé que Naruto nunca me mirará como algo más que una hermana. Es evidente que no puede incluso imaginarme con un novio después de lo que pasó en el medio de la ciudad. Toneri apenas habló conmigo y Naruto lo golpeó.

AMANDO A MI HERMANASTRAOnde histórias criam vida. Descubra agora