23. Luz y Esperanza

2.1K 197 46
                                    

°MARATÓN 2/3°

Me quedé helado al escuchar de nuevo aquella voz que conocía a la perfección, pero más por el hecho de escucharla llamarme "Mi amor" de una manera tan desesperada. Sin embargo, no había duda, era su voz; se trataba de mi Ronnie, ¡Mi Ronnie!

Me sostuve el comunicador, aferrándome a lo que escuchaba.

A pesar de toda la adversidad de estos momentos, el escuchar su voz fue como un milagro para mí. Volví a perder el aliento por escucharla y por eso mismo volteé, esperando que no fuese una alucinación, queriendo buscarla, añorando verla aunque fuese una última vez con demasiada urgencia, pues sabía que tenía muy poco tiempo.

¿Ella podría estar aquí?

— ¡¿RONNIE?! —grité confundido.

Giré por un segundo de un lado a otro demasiado rápido intentando buscar una señal de ella y entonces escuché un gran suspiro de cansancio y además una presencia detrás de mí, que era la misma que había suspirado y que ahora trataba de jalar un poco de aire para tal vez recuperarse, esto hizo que de inmediato volteara para ver de quién se trataba. Y lo que vi me llenó de alegría ahora cuando más la necesitaba.

Sí era ella.

Aquí estaba mi Ronnie, tan hermosa y tan igual como el día en que se fue hace 5 años, una imagen que me sabía de memoria: el cabello corto y oscuro, los ojos cafés, la nariz un poco redondeada, los preciosos labios que no eran ni delgados ni demasiado carnosos, su cuerpo delgado y no tan alto... toda ella perfecta para mí.

Asimismo también la acompañaba cierta torpeza entre su andar, pues la vi con cierto agotamiento que me desconcertó un poco, ya que ese agotamiento siempre era causado porque ella se teletransportaba a distancias muy largas, y este cansancio era un tanto mayor al que alguna vez le había visto. A pesar de ese desconcierto, me concentré más en su imagen y por un instante parecía que yo no iba a poder reaccionar al verla como si se tratara de la visión más bella que mis ojos pudieron haber visto. La observé con detenimiento mientras se erguía y volvía a suspirar, en sus ojos pude ver cierta angustia, pero al encontrarse con mis ojos esa mirada le cambió, los ojos café oscuros comenzaron a brillarle e inclusive a cristalizásele; mis ojos también se pusieron llorosos por lograr verla sonreírme después de todo el infierno que pasé sin ella a mi lado.

El corazón me latió con fuerza, me volvió el alma al cuerpo al tenerla de nuevo ante mí, mi respiración se agitó por aquella emoción y todavía no podía dar crédito absoluto a lo que estaba mirando porque para mí era demasiado bueno.

Era por lo que rogué por tanto tiempo, por lo que me esforcé y trabajé los últimos días.

— ¡Steve...! —musitó ella.

Al escucharla hablarme por fin reaccioné y tuve la gran necesidad de ir directo a tocarla para cerciorarme que mi mente no me estaba jugando una broma cruel y no hallé la forma de pronunciar palabra por la emoción que me brindaba tenerla frente a mí y tan cerca.

La abracé con demasiada efusividad, me separé para volver a mirarla y tocar su rostro para sentirla, no pude evitarlo y por un momento no me importó verme vulnerable, tenía demasiadas emociones conmigo que no pude evitar soltar lágrimas por tenerla luego de tantos años a mi lado, sí, parecía que lo imaginaba pero no era así, porque sentí su piel al tocarla ¡Ella estaba aquí! ¡Estaba aquí al fin! Alegría, conmoción, sobre todo demasiado amor me envolvieron al tenerla conmigo. Mi Ronnie sí había regresado y estaba a mi lado. La Ronnie a la que amaba con todo el corazón finalmente había vuelto después de toda esa eternidad tormentosa, mi Ronnie, mi amor, mi chica. Y no resistí el impulso que me dominó, simplemente la besé, por todos esos años que no pude hacerlo, por todo el amor que le seguía teniendo y porque tal vez ésta iba a ser la última vez que podría hacerlo.

Anhilation [•Steve Rogers•] (II)Where stories live. Discover now