Hinata tras enterarse de un posible quiebre en su relación actual con Uzumaki Naruto, huye y termina cediendo en los brazos de otro hombre, sin saber que eso desencadenaría, en el comienzo de una avalancha de conflictos, peleas y malentendidos.
Fina...
Despierto con el balanceo del automóvil, que me lleva de regreso a la casa familiar donde pase gran parte de mi vida junto a hanabi tras el fallecimiento de nuestra madre pocas semanas después de su nacimiento, a medida que nos adentramos a la urbanización dejando atrás todo indicio de verdor, mi mente se interna en lo mas profundo de mis recuerdos, rememorando el último encuentro que había tenido con Neji tras el término de la lectura del testamento de mi padre.
-Es inconcedible, me niego a aceptarlo Hinata!!- me dice apartándose a un lado de la sala bastante enfurecido y yo casi trotando tras él en tacones.
-Lo sé y te juro que hasta yo no me lo creo Neji, en todo momento estuve convencida de que para mi padre serías el más indicado para...- iba a continuar pero le interrumpe.
- Cedértelo todo a excepción del cuidado de Hanabi hasta la mayoría de edad, como si nos llevasemos tan bien - me responde refunfuñando.
Asiento suspirando.
Hyuuga Hanabi, quien ya se encontraba en plena adolescencia se había vuelto una jovencita difícil de tratar para ambos desde el deterioro de la salud de mi padre y ahora que se había vuelto doblemente huérfana estábamos al borde del colapso nervioso y terminar en un psiquiátrico.
-Pero aún así a pesar de todo no te odia, en parte al ser hanabi aun una niña es más difícil para ella lidiar el luto y más cuando no a pasado ni una semana desde su funeral, querámoslo ahora somos lo único que le esta quedando y su decisión de quedarse a tu cuidado tendrá que acatarla - le respondo pasándome un mechón de cabello tras mi oreja.
- Bien se que no me odia pero hace lo imposible por hacerlo, con ten-ten hemos hecho lo imposible por tolerar sus berrinches y nada, bien podría haberse quedado contigo en tu departamento al menos hasta que te dignes a mudarte con ese noviecito tuyo que hiashi-san nunca aprobo para ti- me grita aun mas furioso.
Cierro los ojos y suspiro abatida, y pensar que apenas le vea volvere a esas peleas absurdas, el paisaje a vuelto a cambiar y frente a mi se revela una inmensa mansion con un muy bien cuidado jardin japones con patos y gansos nadando libremente en un amplio estanque que se extiende lo suficiente para quedarse admirandolo por horas.
-Hemos llegado- escucho pronunciar a tenten, que en todo este rato hasta que no nos detuvimos en el viaje desde mi casa ayer por la tarde hasta aquí, se habia quedado dormida.
-Eso parece- le respondo.
Nos abren la puerta al descender ambas del automovil y noto con leve nostalgia como de los tantos criados y criadas de mi familia son muy pocos los que parecen ponerse contentos al verme luego de tantos años de ausencia.
-Bienvenida, Hyuuga Hinata-sama- me responden todos al unisono.
Sonrío feliz, y uno a uno tras la referencia se retiran, quedando solo unos pocos para ayudarnos con mi valija y la de ten-ten e ingresar por fin a casa, no estaba segura de cuantos días planeaba quedarme pero dado que no venía hace tiempo no estaría de mas haber traido un poco de ropa extra.
El criado corre la primera puerta de corredera estilo japones, y nuevamente mas recuerdos nostalgicos vienen a mi memoria, veo como ten-ten se adelanta en la caminata y le dice a alguien que lleve a mi habitación un juego de té con una merienda.
Proseguimos la caminata y reconozco al fondo del pasillo, el ex-despacho de mi padre que seguramente debe ser ahora propiedad de Neji, siento una presion sobre mi mano y es ten-ten quien me dice que aun es muy pronto para que hable con el.
Asiento y continuamos la caminata, llegamos en lo que era mi antigua habitación y me sorprendo al ver que esta exactamente igual que cuando era adolescente, junto con la escasez de muebles y uno que otro poster de bandas famosas cubiertas con una fina capa de polvo que indicaba que nadie habia ingresado aqui hasta ahora excepto para cambiar las sabanas.
Los criados dejan mi valija y la de ten-ten en el suelo y se retiran dejandonos solas, ingresamos a mi habitacion y cerramos la puerta tras nosotras, ten-ten abre la ventana de corredera que da al jardin que vimos al llegar y escucho con mas claridad el graznido de las aves de afuera.
-Hinata...- me habla ten-ten mirando hacia afuera dandome la espalda.
-Si?- le respondo, yo ya me habia recostado sobre mi cama.
-Antes de que hables con Neji... podrias decirle que yo no te obligue a venir?- me dice ten-ten aun dandome la espalda.
Le escucho confundida, pero asiento y me acerco a ella para sentarme a su lado.
-Por supuesto y no te preocupes, luego de ello te prometo que ya no habra más peleas entre nosotros- le digo riendo.
Ten-ten me mira y me da un codazo, reimos juntas y continuamos viendo el paisaje frente a nosotras, pronto tendria que enfrentarme a neji y ni siquiera sabria como iba a hacerlo pero ya habia pasado demasiado tiempo haciendo que otros resultaran dañados por mi causa.
Sobre todo ten-ten que era la unica amiga que tenía.
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Hola!
A pasado mil años desde la ultima vez que escribi aqui y bueno, como ya dije antes es este uno de los ultimos capitulos que quedan pendientes por escribir, contando este serian aproximadamente uno o dos mas por acabar 😅.
En fin, no se si alguien aun lee esta historia que hice por mero capricho y se que muchas anti naruhina hay de sobra pero no queria crear otra historia rompe hogares con hijos ya nacidos de por medio asi que preferi hacerlo de esta manera solo porque me parecio mas adecuado.
