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Tomé el dige y me lo colgué en el cuello, no estaba segura de nada aún pero sentía a mi hermana cerca teniendo el dige conmigo.

¡Valentín! Mira lo que encontré —dije mostrandole mi nueva arma.

— Wow, espera... ¿De dónde la sacaste? — respondió confundido.

— De un auto abandonado...

— ¿Puedo verla? —preguntó y yo le tendi el arma.

Valentín sostenía el arma en sus manos, parecía estar examinandola, le daba vueltas, viéndola cuidadosamente como si buscara algo, sacó el cargador, observó y sonrió.

— Mira Ashley, ¿ves esto de aquí?— dijo mostrandome el cargador.

— Si, es un cargador —dije obvia sin entender nada.

— Mira, el grabado...

— Vega... —leí.

— No entiendo nada —dije confundida.

— Ésta arma era de mi papá, el día que inició todo, no las dió, pero yo se la di a mis hermanos cuando nos separamos...—dijo un poco triste.

— Quiere decir que tus hermanos pueden estar por aquí....—respondí enlazando cabos.

— Si.. —respondió sonriendo.

— Mira... —dije tomando el dige.

— Lo encontré junto al arma, parece que era de mi hermana tiene una J., tú crees... que exista la posibilidad de que... —lo miré dudosa.

— estén juntos...(?)— dijimos al mismo tiempo.

Sonreimos, si esto era verdad sería una extraña y loca coincidencia, pero al fin podríamos verlos. Valentín encendió el camión y le dijo a Norma por el radio que debíamos irnos; nuestro plan era ir al destino final lo antes posible, dejar todas las cosas y regresar a buscarlos, no deberían estar muy lejos.

Tardamos un par de horas en llegar, y ahora comprendía el apuro de Valentín.., tenía razón, este lugar parecía fabuloso. Era un terreno inmenso, parecía no tener fin si lo veías desde fuera, tres rejas de acero rodeando el terreno; triple seguridad y una casa enorme..., eso solo a la vista.

— Hay que entrar con cuidado... —dijo Valentín hablando por el radio.

— ¿Porqué? —respondió Norma.

— Las rejas estan cerradas, pero yo no dejé la puerta de la casa abierta...

Era cierto, las tres rejas tenían un candado cada una, pero la puerta de la casa estaba totalmente abierta, no había señales de caminantes, pero no debíamos bajar la guardia; Valentín abrió las rejas, entramos con los camiones, tomamos nuestras armas y los tres nos pusimos en la puerta de entrada a la casa.

No había ruido, pero igual entramos haciendo el menor ruido posible, revisamos cada parte de la casa, adentro y afuera.

— Creo que ya es todo, no hay nadie —dijo Norma.

— Si, tal vez se te olvidó cerrarla —respondí.

— No, no es todo, falta un lugar.... —dijo Valentín.

Valentín nos guió dentro de la casa hasta llegar a una puerta muy escondida al final de un pasillo, ésta parte de la casa tenía muy poca luz, casi no se podía ver nada, debías tener la vista muy enfocada para distinguir entre paredes; abrió la puerta y entramos, debíamos bajar varios escalones, esto era un sótano o algo parecido, uno muy profundo a mi parecer.

Llegamos al final de los escalones, avancé yo primero, habían varias cajas,  recorrí 1, 2, 3, 5, 7 cajas, solo quedaba 1, de ésta provenía un ruido, como algo moviendose., con fuerza apunté mi arma, y.....

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