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Jungkook contó las horas ansioso por salir. Sentía su cuerpo caliente todavía por lo que había sucedido temprano con Jin y ahora estaba ansiando tener un poco más de él.

Había sido sorprendente la manera en que el mayor lo abordó y le dio el mejor oral que había recibido en su vida.

Lamió sus labios ante el recuerdo y una sonrisa se coló en su boca.

Tomó su carro y entró a la bodega para dar por finalizada su jornada. Miró la hora y de pronto se le ocurrió una idea.

Tomó su teléfono y esperó a que la línea conectara.

—¿Bebé?

—Hola papá.

—¿Pasó algo hijo?

—No, tranquilo... Yo necesito un favor.

—¿Y me imagino que tú padre no debe saberlo? —rió Alexander.

—Bueno si... ¿Puedes ayudarme?

—Por supuesto cariño, no hay nada que no haría por ti, dime ¿Que es lo que necesita mi tierna galletita?

—Oh dios, no digas esas cosas... No soy una galleta —dijo con los dientes apretados y sonrojado hasta el cuello.

—Lo eres y punto ¿Me vas a decir o tengo que adivinar?

—Puedes venir y traer tu camioneta.

—Oh...

—Papá por favor.

—¿Vas a beber?

—¡No, claro que no!

—La última vez lo hiciste y tuve que ir a buscarte a la comisaría ¿Te acuerdas? Si no es por tu tío, tu padre ya te hubiese quitado las tarjetas.

—Lo sé. Pero esta vez no lo haré lo prometo... Solo quiero llevar a alguien a su casa, ya sabes... Las tardes son heladas y no quiero que pase frío —Jungkook apretó sus ojos, siempre se le iba la lengua cuando estaba nervioso.

—Vaya... ¿Nombre?

—Ahora no papá.

—Bien, llevaré la camioneta pero cuando vuelvas a casa me tendrás que contar quien es esa persona tan especial ¿Es un trato?

—Bueno —dijo derrotado.

—Voy saliendo galletita. Nos vemos.

Jungkook bufó ante ese apodo pero no se quedó pensando. Corrió al baño para arreglarse un poco el cabello. Buscó en su mochila su perfume y se puso un poco, no le gustaba en demasía usar perfumes pero, y si su plan salía bien, quería oler bien para el rubio cajero.

Miró la hora y se dirigió hasta los casilleros. Ya era la hora que le correspondía salir a Seokjin por lo que se dedicó a esperarlo en aquel lugar.

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Seokjin asintió mientras escuchaba a su marido al teléfono.

—Pero es sábado Sungmin.

—Lo sé cariño, pero mi madre quiere estar con él, además tú trabajas mañana. La última vez que Hobi pasó la noche fuera de casa descansaste como nunca. No me mientas, tu sonrisa al dormir me lo dijo.

¿Sonrisa?

—Bueno sí, tiene sentido mañana no lo veré en todo el día de todas formas.

—¿Ves? Yo me quedo con él donde mi madre y tu tienes la casa para ti solo.

Mordió su labio y automáticamente su mente pensó en la única cosa que quería hacer solo en su casa.

Déjame Amarte ✓(Jinkookjin) [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora