Pasado...
Han pasado 3 días y nada sospechoso Ecuador comenzaba a darse por vencido este sería el último intento para finalizar. Miraba a los lados con aquellos binoculares; nada absolutamente nada, eso hasta ver que algo se movía en uno de los cocoteros de aquella playa... El tricolor de escudo se acercaba con cautela a aquel cocotero, esa cosa negra era sospechosa mantenía una perfecta distancia entre Venezuela y sus movidas eran sigilosas aún que aveces hacía ruiditos con palitos o hojas en la arena. Una vez cerca Ecuador no dudó en hacer una escena dramática.
- ajá, ya te atrape maldito acosador¡!.- dijo detrás del sospechoso, pudo ver cómo este se volteaba rápidamente.
- ssssshhhh.- chito el sospechoso, llevándose al ecuatoriano a un lugar más lejano.- shup up... Don't make noise ¿are you crazy?[1].
El ecuatoriano había quedado confundido al ver de quien se trataba, se trataba de Estados Unidos de Norte América vio como el 50 estrellas volvía su mirada a la Latina tricolor.- ¿porque acosas a mi hermana animal?.- le miro con el ceño fruncido.
- ¿porque?.- el estadounidense volvío a ver al de escudo.- porque tu hermana es muy, pero muy difícil de entender.
- ¿te refieres a sus ataques bipolares?.
El 50 estrellas se quedó callado por unos segundos.- además de eso.- los ataques bipolares de pequeña Venecia también eran confusos para el.
Aunque ese no sólo era el tema de bipolaridad, le llamaba la atención la cultura de aquella Nación latina; veía como disfrutaba a pesar de tener varios problemas encima. Lo que le hacía entender que Venezuela disfrutaba cada segundo del día era algo resaltante en la 8 estrellas, enfrentaba todo con una sonrisa y orgullo Venezolano en alto.
- Prometeme que no dirás nada.- miro fijo al tricolor, el cual se veía dudoso ante prometer eso.- Ecuador.
El Ecuatoriano suspiro- bien, pero si me llegó a enterar qu- fue interrumpido por las manos del Norte Americano lo estaba empujando.
-Yes, if I know ... I promise not to hurt her and you promise not to say anything. It is understood[2].
Presente...
No dejaba de ver aquel reloj, se encontraba sentada en la cama aún estaba preocupada ante la situación; respiraba profundo para calmarse, pero su arrechera vuelve al escuchar la manija de la puerta y poco a poco abrirse para dejar ver la sombra de aquel ruso.
- veo que ya estás más calmada.- dijo acercándose para tomar el plato ahora vacio.
- las ganas que tengo de zamparte un coñazo son muy grandes.- dijo fingiendo una sonrisa.
El ruso suelta unas pequeñas risas- si, lo se pero creo que te gustó.