Capítulo único.

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Unos ojos curiosos están observando a un muchacho de no más de cuatro años que está jugando con una espada y mantiene la sonrisa más hermosa que la joven Mipha había visto en años y sus ojos eran los ojos azules más adorables que alguna vez había visto, a pesar que su vida ya oscilaba a más de cien años. Se animó a acercarse, a pesar de ser un Hyliano, el muchacho venía en compañía de un guardia que no oscilaba más de veinticinco años, a visitar los dominios Zora, buscando entrenar. Según su padre le había contado, aquel pequeño niño tenía ya un manejo excepcional de la espada, venciendo incluso a espadachines mayores. Mipha se le acerca, con cautela para presentarse.

—¡Hola! -le dice, con algo de timidez observando al chico el cual le sonríe, entusiasmado. Contagiada por su forma de ser, se anima más. —, Soy Mipha, es un gusto.

—Soy Link. ¡Tu nombre es muy lindo! Vine con un enviado Hyliano a conocer a la familia real del dominio Zora.

—Entonces estás de suerte, soy la primogénita del rey Dorphan. Me han contado que eres un muy buen espadachín.

—Sólo sigo lo que pienso que es correcto a la hora de batallar... Por cierto, eres muy bonita.

Siente un tenue sonrojo en sus mejillas, el cual lo disimula mirando hacia otro lado. Mipha no lo sabía en ese entonces, pero ese simple y pequeño chico, se convertiría totalmente en su mundo.

『❀❀❀❀❀❀❀❀❀❀❀❀❀❀』

La segunda vez que volvió a ver a Mipha, esta seguía igual de hermosa como la recordaba. Habían pasado exactamente diez años en los que Link se había vuelto uno de los mejores espadachines en Hyrule. Para Mipha, el cambio había sido demasiado brusco. No supo cómo mirarlo bien, porque ese pequeño y enérgico muchacho que conoció por varios días, ahora superaba en altura a su padre, y además, se veía tan serio que no esperaba verlo de esa manera. Mipha se le acerco corriendo, y hasta había lanzado el tridente de escamas al suelo para lanzarse a sus brazos y darle un fuerte abrazo.

Pero no fue tal y como lo esperaba. Había sido todo muy distinto, en cuanto él la estrechó en sus brazos, el corazón empezó a latir con tanta fuerza, que Mipha creía que se le saldría por la boca. Sintió un cosquilleo en el vientre y un sonrojo enorme.

—Te extrañé, muchísimo, Link.

él no dijo ni una sola palabra en ese segundo, y parecía que le costaba mucho hablar. Mipha se preocupó por esa razón y se separó del abrazo para mirarlo.

—Yo también te extrañé mucho, Mipha.

La sola mención de su nombre, hizo que las mejillas de la muchacha se encendieran. No entendía porqué se sentía así. Era tan extraño el cómo se sentía cerca de él. Palmeó sus mejillas con cierta insistencia.

—Sidon te extrañaba también. —confiesa al separarse de él, observando al muchacho a los tiernos ojos azules que tanto le gustaban.

—¿Es un pequeño revoltoso aún? —pregunta, soltando una risa floja.

-Sí, demasiado aún. -soltó una risa al ver el rostro de Link.

La tarde había pasado muy rápida entre ambos. Link no hablaba demasiado y Mipha le contaba un par de cosas, deleitándose con la presencia de los dos, tan solo eso era suficiente. Entonces, la muchacha recordó y, preocupada le contó a Link lo que pensaba.

—En el monte trueno hay un centaleón. Se volvió demasiado peligroso ir allí, y un gracioso manda a los valientes a probar suerte. Es muy peligroso, no entiendo cuando se asentó ahí. Muzún quiere ir a vencerlo pero, las flechas eléctricas son demasiado peligrosas... Link, no, ni se te ocurra.

Mipha's Grace in the time [Link x Mipha]Where stories live. Discover now