XXXIX

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Lisa

Flashback

Se me nubla la vista a cada calambre que me hace doblar el cuerpo.

-Respire profundo, su alteza- Jennie dice a mi lado intentando calmarme.

Dios mío, duele muchísimo.

-Está teniendo contracciones- le explica Hwasa a la matrona.

Una señora de cabello canoso y muy bajita me hace sentarme sobre un delgado colchón en el suelo.

Siseo cerrando los ojos con fuerza.

-Su alteza, no hiperventile o se desmayará- Jennie parece nerviosa y preocupada.

Quiero que saquen al bebé ya. Esto es peor que cualquier herida.

El dolor cesa unos segundos haciéndome suspirar aliviada.

-Por favor, acuéstese- pide la matrona.

Lo hago y Hwasa coloca una almohada bajo mi cabeza. Flexionan mis piernas y otra contracción me atraviesa.

Aprieto los dientes y puedo sentir las gotas de sudor corriendo por mi sien.

Tengo frío y calor también.

-Señorita Jennie, le pido que se retire, no puede estar aquí- pide la matrona y niego.

-No, por favor- suplico.

-Su alteza- Jennie mira a la señora y luego me dedica una mirada triste-...estaré esperándola fuera. Sea fuerte.

-Sal por la puerta trasera- me dice Hwasa y veo a mi dama salir.

-Su alteza, necesito que puje con todas sus fuerzas- la señora de cabello canoso se coloca entre mis piernas de rodillas.

Hwasa presiona en el inicio de mi inmensa barriga y me sonríe.

Estrujo las sábanas entre mis manos y me es intevitable no gritar cuando debo hacer esfuerzos con este dolor.

¿Qué haré luego de esto?. No dejaré a Jungkook tocar a mi bebé. Me ha traicionado con un par de cualquieras cuando yo cargaba con nuestro hijo sufriendo fatigas, dolores, mareos y mucho más.

¿Por qué he sido tan tonta?. De seguro debió pensar en mí como una estúpida. Es posible que ni disfrutara con el sexo.

Al final no signifiqué nada para él...nada.

-¡Puje!.

Lo hago con fuerza una y otra vez. Siento como un alivio, como si me quitasen un peso de encima literalmente.

Arde mi zona íntima. Dejo caer mi cabeza exhausta, molida por una larga carrera. Mi corazón bombea frenético y siento los latidos en mi garganta.

Miro de reojo a la matrona que envuelve a mi bebé en una manta.

-Hey- reclamo para que me deje verlo y amamantarlo.

-Su alteza, beba esto- Hwasa coloca un vaso bajo mis labios.

-¿Qué es?- pregunto comenzando a enfadarme.

Ni siquiera me han dicho si es niño o niña.

-La matrona le dará a su hijo.

-¿Hijo?.

-Sí, su alteza, es un varón.

El alma me vuelve al cuerpo. Hwasa sonríe e insiste con la bebida.

My heart is on fire for you (Terminada)Where stories live. Discover now