(SINÓPSIS COMPLETA DENTRO DEL LIBRO)
Mía un bello nombre para una bella chica, pero algo le pasa a esta chica.
Aparentemente tiene una vida normal, pero una serie de sucesos la hace dudar de lo que está viviendo.
Acompáñala a descubrir la verdad
...
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Nuevo día de escuela, totalmente aburrido, por cierto. Llego al Salón de clases tomo asiento en mi sitio, tengo un montón de sueño, así que junto mis brazos en la mesa y apoyo mi cabeza en ellos para dormir un poco en lo que llega mi profesor de historia.
-Mía Harrison!!!
-Presente!!! - me desperté gritando de mi hermoso sueño.
Una estruendosa carcajada se escucha al lado mío, volteo mi rostro y me topo con las caras burlonas de Bruno y Lucas, por cierto, que hace Lucas en mi salón si no compartimos historia, bueno eso no importa.
Tomo una libreta de mi mochila y les doy un golpe a cada uno.
-Se lo merecen por despertarme par de tarados. - les dije gritando -ahora me podrían decir la razón por la que me despertaron!!!
-solo.... quería avisarte.... que el profesor no vino enana - dijo Bruno tratando de calmar su risa, pero no funcionó porque ambos volvieron a reírse, creo que los golpeare de nuevo pero esta vez con mi mochila repleta de libros pesados.
Pararon de reír al sentir mi mirada, sabían lo que pasaría.
- Tienen 5 segundos para huir antes de que saque el gas pimienta que papá me hace cargar siempre, tal vez hoy me sirva para algo. Uno - y así comenzaron a correr, como no hay maestro y hoy me toca dos horas, tomo mi mochila y salgo corriendo detrás de ellos.
Me doy cuenta que son muy lentos, cuando yo iba en la esquina del pasillo ellos iban un metro delante de mí y eso que son deportistas!! Se lo haré saber al entrenador, después de todo es el mejor amigo de papá.
- No corran par de muggles!!! - grite cuando llegamos al jardín de la escuela.
- Ahhhh!!! ¡¡Corre por tu vida Bruno esa loca quiere matarnos!! - grito Lucas haciéndome reír, aunque son unos raros los amo, pero hoy no merecen mi amor.
Al fin los alcance, gracias mamá por meterme a clases de atletismo, aunque sólo dure tres meses de todos modos gracias. Tomo a ambos de sus sudaderas y los llevó conmigo a una banca.
- Por favor ten piedad, soy muy joven para morir en manos de una enana come libros- dice Lucas en una pose dramática mientras yo ruedo los ojos por el apodo que me dio.
- No me matarás soy tu preferido así que puedo vivir tranquilo - dijo Bruno con tanta tranquilidad poniendo sus brazos detrás de su cabeza como almohada.
- No creas que te salvarás Brunito- dije viéndolo detenidamente a lo que el trago grueso y se enderezó.
Tome mi gas pimienta y subí las mangas de la sudadera de Bruno para rociarle un poco en el brazo, resulta que es alérgico a la pimienta y le produce hinchazón, pero no soy tan cruel solo le puse un poco se le quitara con la pomada que le daré solo quiero que sufran un poco, a Lucas le causa estornudo así que hago que pueda oler un poco, de igual manera le daré un poco de agua. Les tomo una foto y vídeo para tener un recuerdo.
-Eres muy cruel- me estremecí al escuchar la voz de Thomas detrás de mi muy cerca de mi oído
- No, sólo un poco - saco la mochila de mis hombros y hago que Thomas la sostenga- sostén esto - saco una pomada y una botella con agua.
Me siento al lado de Bruno y destapo la pomada, tomo su brazo y comienzo a untar un poco en la roncha que se formó por el gas pimienta, después le revuelvo el pelo y le doy un beso en la mejilla.
-Eres una enana cruel por fuera, pero por dentro eres una enana tierna - dijo Bruno mientras me revolvía el cabello.
- De nada.
Ahora voy con Lucas y le extiendo la botella de agua, y se la bebe en un solo trago, al terminar esboza una sonrisa y me atrae en un abrazo que respondí gustosa
-Lo siento enana - dijo Lucas - pero acéptalo fue divertido
Regrese a donde estaba Thomas con mis cosas.
-Para mí no hay beso ni abrazo - pregunta poniendo cara de cachorro a lo que yo respondí rodando los ojos.
-No- respondí tajante
Iba a tomar mi mochila, pero él la levantó, para mí desgracia él es mucho más alto que yo.
-Devuélveme mi mochila - digo saltando hacia ella, pero era inútil.
Me rendí y dejé de brincar cruzándome de brazos mirándolo con el ceño fruncido.
- Y bien.. - lo interrumpí abrazándolo, el bajo sus brazos para corresponder mi abrazo, pero yo soy más lista y rápida así que tome mi mochila y salí corriendo, no sin antes gritarle:
