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Hoy era uno de esos días común y corrientes. Nada más me levantaba, aseaba, vestía,  desayunaba y me iba para la universidad. Al llegar a esta era donde mi rutina preferida comenzaba, muchos ya se han de preguntar ¿cuál es?, pero la mayoría ya se habrá dado cuenta.

Y es que si, a lo que me refiero como "rutina" es el espiar o como quieran llamarle, a mi más amada e inalcanzable Kim YoungMi. Ella es tan perfecta, tanto que me trae babeando por ella, ¡y es que tan solo veanla! Es hermosa, radiante, tiene una hermosa e hipnotizante sonrisa, ojos y labios que enamoran, derretiría a quien fuera y así lo es, es la más deseada por todos los chicos de la universidad. Convirtiéndome a mi en uno más de su lista.

Pero volviendo al tema, al llegar a la universidad lo primero que hago es ir a mi casillero, saco los libros que necesitaría para el comienzo de clases y me dirijo al aula correspondiente. Casi siempre suelo ser el primero en llegar, ya que puedo aprovechar el tiempo para escribir las notas para mi amada, pero esta vez no contaba con que ella estaría aquí, en el aula, sentada al lado de mi asiento.

Sin más me dedico a sentarme en este, tratando de no ponerme nervioso al acercarme a ella, aunque no niego de que ya he tenido la oportunidad de hablar con ella en varias ocasiones, pero mi corazón no puede evitar acelerarse al verla pasar o estar cerca de mi e incluso eso llega a dolerme, porque como ya mencioné antes, ella es totalmente inalcanzable para mi.

Y es que ¿quién en su sano juicio se fijaría en una persona como yo? No soy la gran cosa de este mundo, no soy tomado tanto en cuenta como ella ya que suelo ser tranquilo y demasiado tímido, me gusta estar un tanto alejado de las personas. No he asistido a tantas fiestas como un chico de mi edad acostumbraría, sería más bien como el típico chico matadito de la clase, aunque no es tan así ya que mi más apreciado y mejor amigo Jeon JungKook me roba el puesto, él si es un caso perdido con el tema de las chicas.

-Hey Jimin, que alegría verte por aquí...

Diablos, estaba tan metido en mis pensamientos que ya me había olvidado de su presencia.

-H-hola YoungMi... -bravo Jimin, justo tenía que tartamudear. Y es que justo al momento de voltear a verla no pude evitar perderme en sus hermosos ojos color avellana. - Igual es un placer verte... ¿Hace mucho que estás aquí?

-No exactamente, uhm, digamos que unos cinco o diez minutos -menciona un tanto pensativa, para luego sonreír, diablos, como me encanta- Y que suerte que llegas, estaba aburriéndome yo sola aquí.

Sonreí inconscientemente al oírla decir eso, me acomodo mejor en el asiento para tener un buen perfil de ella y seguir entablando una buena conversación. Debo de aprovechar el momento, esto no sucede todos los días.


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Las primeras dos ultimas horas no fueron del todo aburridas ya que, resulta que el profesor no vino por problemas familiares, lo cual aproveché para hablar más tiempo con ella.

Me contó tantas cosas de cuando era chica, a lo cual yo también le conté de mi infancia, hablamos de nuestros gustos y disgustos, congeniamos perfectamente en algunas ocasiones y eso me ponía realmente feliz.

A la hora del receso fuí a la cafetería. Allí me encontré con mis mejores amigos Jungkook y Taehyung, al verme llegar sus caras cambiaron al instante a una pervertida.

-Hey ¿por qué esas caras?- Pregunto inocente, sentándome al lado de ellos.

-Te vimos... - Habló Jungkook, elevando ambas cejas mientras aun tenía su cara de pervertido.

Sentimientos no permitidos (P.JM)Where stories live. Discover now