it's a secret

ᴅᴇᴀᴄᴜʀʏ

La noche al fin había llegado, el cumpleaños de John comenzaba a ser una mierda total, había recibido dinero como regalo, y tal vez pasar un rato con alguien en especial seria lo mejor para su noche. No era algo normal en su vida diaria, de hecho era algo totalmente inesperado. Bueno, a vista de otras personas aquello era algo imposible. Ver al pequeño Deacon pasearse por los peligrosos rumbos donde la emoción y el extasis eran algo que fluía con normalidad por cada rincón. Donde a cualquier lado que mirase iba a encontrar algún bar o lugar divertido.

Pero, ¿que dirían si veían a aquel chico pasearse entre las millones de personas que se encontraban en un bar gay?, en su lago obscuro de vez en cuando iba cuando su aburrimiento era interminable.

Sus manos manipulaban el volante con suavidad, había tomado el auto que le habían dado como regalo de cumpleaños que no era nada más y nada menos que un corvete de las mejores épocas. Estacionó el auto frente a aquel edificio, con un estilo limpio, y moderno. Luces color mirada y roja adornaban la entrada, se había cambiado de ropa para no ser reconocido por las personas que ahí mismo se encontraban.

Apenas salió de su auto, algunas personas se burlaban de él diciendo algo como "oh,¿y tú madre?" ó "Aquí no dejan entrar a niños" aquellos que le decían ese tipo de cosas se iban riendo, Deacon intentaba ignorar aquellos estúpidos e insignificantes comentarios y funcionaba.

Sus pies se dirigieron por si solos a la entrada, lo dejaron pasar sin problema soltó un suspiro al oír la fuerte música resonar en todo el lugar. Muchas personas ya ebrias o drogadas bailaban restregandose unos con otros. En algunas esquinas había personas recibiendo sexo oral, otras solamente se drogaban hasta llegar a la pista donde se perdían entre las demás personas.

Todos se veían felices, sonaban risas, e incluso gritos, pero no con el sentido de dar miedo. Eran gritos de libertad, estaban en su casa, pero había alguien que no encajaba del todo en aquellos rincones. Ese era John, quien poniendo sus manos en puños se encaminaba por todas esas personas, algunos chicos le guiñaban el ojo, otras personas le daban pequeños apretones en su cuerpo. John sólo soltaba suspiros al sentir aquello, al igual que miradas con miedo.

Al llegar a la barra pidió un whisky, el cual bebió de golpe sintiendo el líquido qurmarle la garganta, soltó un gruñido. Esto le había dado algunas fuerzas, relamió sus labios y camino nuevamente ahora fusionandose entre todas esas personas.

Sus ojos se desorbitaron al ver una silueta a lo lejos moverse con una suavidad y calma asombrosa.

Era Freddie quien bailaba en aquel tubo, comenzaba a dar unos suaves movimientos sobre el tubo de los escenarios, se agachó lentamente mostrando su trasero al público repleto de alfas , fue subiendo poco a poco en el tubo abriendo sus piernas, mientras mantenía una coqueta sonrisa en su rostro, el olor de alfas estaba llenando todo el lugar, por lo menos Freddie no se encontraba excitado, puesto que lo único que había hecho había sido tomar supresores para calmar sus ganas de coger con tal fuerza y salvajismo que se correría por si mismo.

Por aquellos pasillos cubiertos por un tapiz de color vino, alfombras de color rojo sangre junto a algunas lámparas con un tono cálido, un chico blanco, de cabello castaño lo llamó;quería un servicio.

John tenía su vista inspeccionando todo el lugar, juraría que sus ojos estaban viendo a un ángel, un lindo chico de piel morena, dando unos suaves movimientos con su cuerpo tan celestial. Sentía como su gran y gordo miembro comenzaba a ponerse medianamente duro. Pero tenía que aguantar, así que fue con los guardias para bailes privados.

-Umm, hola, Mmh-Se notaba desde lejos los nervios de John, él no era así, literalmente mandaba muchas cosas al carajo. - Quisiera tener un baile privado de...aquel chico - Apuntó a Freddie quien como pequeño descanso, reposaba su sensual cuerpo sobre un sofá, todo esto mientras bebía algo de agua.