Behind Bars | VK, YK

❦06❦

Hello bitches! I'm here again 😈
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Pronto se empezaron a escuchar un ruido en las mazmorras lo que impidió que el príncipe pudiese seguir durmiendo.

Lentamente fue abriendo los ojos, esperanzado de que sólo fuera una pesadilla. No fue el así.

Se escuchó el sonido de alguien girando el picaporte de la entrada, Jungkook se levantó rápido pensando que alguien de su reino había llegado a salvarle, sin embargo el sonido malévolo de unas fuertes carcajadas procedentes de la entrada le borró esa absurda idea de la cabeza y lo trajo nuevamente a la realidad.

Estaba completamente solo.

Después de oír las pisadas de unas cuantas personas tres hombres de aproximadamente treinta años, seguramente borrachos y de pésima apariencia se dejaron ver al pie de la escalera, acercándose peligrosamente a la celda donde se encontraba nuestro lindo protagonista. Este, asustado, se hizo hacía atrás pegando su cuerpo completamente a la pared, aterrorizado de lo que esos hombre querían de él. ¿Iban a matarlo? No, no parecían querer asesinarlo. ¿Torturarlo? Pensó un poco, sí, quizás, pero ¿cómo? ¿Iban a golpearle? No tuvo más tiempo.

Uno de los hombres sacó una pequeña llave del bolsillo trasero de su gastado y viejo pantalón negro. Acercó esta a la cerradura de la celda, insertandola con algo de dificultad debido a la oscuridad del lugar y girandola posteriormente hasta abrir la puerta sin borrar su sucia sonrisa del rostro.

Entró en la celda agarrando el brazo del príncipe con algo de rudeza, causándole al mencionado un pequeño dolor en su antebrazo izquierdo. Jungkook jaloneo con todas sus fuerzas cuando el hombre lo empezó a arrastrar hacia afuera, agarrándose inclusive de los tubos de la puerta de la celda, sin embargo su esfuerzo no valió de nada cuando los otros dos hombres también lo sujetaron. Finalmente se lo llevaron con ellos.

Subieron las escaleras y salieron de las mazmorras, encontrándose en un pasillo con alfombras negras de lo que parecía ser una especie de sótano.

Jungkook observó todo a su alrededor fijándose en los pequeños detalles del palacio. Si bien es cierto que hace unas horas atrás había estado aquí, no se había tomado el tiempo de mirar cómo era ese palacio tan oscuro.

Las paredes tenían tonalidades grises, el suelo estaba cubierto por alfombras negras, miró hacía arriba, el techo estaba cubierto por unos salientes bien afilados. Por todo el pasillo se podían ver armaduras a aproximadamente un metro y medio de distancia, intercaladas entre algunos cuadros de personas. Seguramente las personas retratadas en estos eran la familia Min. Casi al final del pasillo junto a dos columnas se podían apreciar claramente las esculturas de dos personas. Un hombre y una mujer, ambos completamente desnudos, mostrando la feminidad y la masculinidad con la que fuimos creados las personas , el hombre en la columna izquierda y la mujer en la derecha y detrás de ambas esculturas unas gigantes puertas de rejas metálicas. Con sólo haber visto las mazmorras y la planta baja nuestro bello príncipe podía afirmar que ese castillo era, sin duda alguna un castillo muy extraño y tenebroso.

Siguieron caminando un poco más hasta llegar al frente de las grandes puertas de hierro anteriormente mencionadas. Uno de los hombres sacó una llave plateada de mayor tamaño que la anterior, con la que abrió la puerta, entrando los tres hombres junto al joven y aún muy inocente príncipe. Parándose en frente de otra puerta al lado de la escultura del hombre y abriendola con otra llave. En ese momento Jungkook se preguntó así mismo porque tienen que abrir cada puerta con una llave, en su palacio no era así.

Un fuerte empujón hizo que el príncipe estallara su pequeña burbuja de pensamientos, volviendo al ahora.

Estaba en una habitación. Una habitación casi completamente de color rojo. Llena de artefactos, algunos los conocía, otros no. Habían cadenas, muchas cadenas. ¿Qué lugar era aquel?

Los hombres cerraron la puerta y lo soltaron.

--Hey niño, ¿que tal un trago?

Preguntó uno de los hombres con un vaso en la mano. Él llamado aceptó, creyendo que era un vaso de agua. Pobre de él la decepción que se llevó cuando descubrió que aquello que había bebido era alcohol. Los tres hombres rieron a carcajadas viendo como el joven enfrente de ellos hacía una mueca de asco.

Segundos después entraron a la habitación otros tres hombres. Ninguno de ellos tenía ropa. El príncipe se avergonzó y apartó la mirada, en eso los otros tres hombres se quitaron también todas sus prendas, dejándolas en alguna parte de la habitación. Y cómo una manada de leones a punto de cazar a su presa, el sexteto acorraló al despistado príncipe que no estaba mirando en una pared. Este al verlos sin ropa tan cerca de él se asustó.

--¿Q-qué van a hacerme?--Preguntó tragando duro.

Risas.

Un de ellos se acercó más a él, poniendo su dedo en los labios contrarios.

--Tranquilo princeso.--Pasó la lengua por sus labios, humedeciéndolos.--No te dolerá.

TicTac

Risas se escucharon.

TicTac

Pisadas se acercaron.

TicTac

Gritos se escucharon.

TicTac

Sangre derramaron.

TicTac

El infierno a comenzado.
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-KimDarkWorld.

(15/10/19)