Cuando el mundo te niega todo, lo que resta no tiene sentido, es absurdo. No importa donde mires, siempre hay cosas en los rincones, acechando en los sombras, yendo por ti, esas cosas que conocemos como obstáculos de la vida.
Perdido en tu cabeza ves oscuridad y escuchas el vacío, esperas... La salvación.
Aunque no siempre ha de llegar.

El pelinegro esperaba el metro para ir al hospital de visita, todo era difícil, su vida se había vuelto un caos total.

Te extrañé, Nicolás –veía una de las muchas ilusiones de su novia, del otro lado de las vías.
–Lo mismo digo, Ali –trató de llegar a ella, pero una persona lo jaló su chaqueta antes de que sea aplastado por el tren.

–¿Se encuentra bien? Estos jóvenes de hoy en día –todos hablaban.
–No me toques –dijo y subió al transporte.

Tu cerebro se llena de preguntas "¿perdiste tu oportunidad?" "¿Por qué hiciste esto y eso?". Sólo para darte cuenta de que no te llevan a ningún lado.
¿Qué hace que te aferres a lo que más valoras? ¿Es el miedo al sentimiento vacío que comenzará a doler en tu pecho si lo pierdes? ¿O la dura y amarga soledad que te acompañará?

Entró a la habitación donde se encontraba su novia, aún en coma.

–Ya han pasado diez meses –dijo tomándole su mano– ¿No crees que ya has dormido demasiado? Alison, pronto será tu cumpleaños, te traje algo –sacó de su chaqueta un anillo– Sé que hubiese dicho que sí, porque me has aguantado hasta ahora, ¿verdad? –se lo colocó en el dedo anular de la castaña.

«Mi vida se detuvo, quiero sostenerte de nuevo, sin nada de esto. Lo siento tanto, todo es mi maldita culpa »

Se quedó dormido aún sosteniéndola de la mano, estaba soñando con ella, pero despertó de golpe y con los ojos rojos.

–Deja de jugar conmigo, sabes perfectamente que odio esperar, y todo esto, ya es hora. Despierta –decía entre sollozos.

Regresó a casa, se sentía cansado y el estrés no ayudaba en nada.

Eran las siete de la mañana, iba a salir a correr para despejar su mente, sin embargo, una repentina llamada interrumpió su planeada rutina matutina.

Eran los del hospital.

¿El joven Carson?

–Sí –respondió.

Me disculpo por llamarlo a esta hora, no pudimos contactar a su familia, y usted era el único contacto de emergencia que encontramos en el archivo médico de Alison.

–¿Sucede algo?

Como su médico, debo informarle que ella ha despertado del coma, me alegra poder decir que está en una buena condición, al menos físicamente.

¿Físicamente?

Me senté con ella y mientras la interrogaba, parecía que no recordaba nada, ni amigos, familiares, ni lo sucedido, lo único que recordaba era su nombre y su dirección. Hicimos algunos exámenes y llegamos a la conclusión que esta pequeña amnesia es permanente.

–¿Qué?

–La cirugía fue extremadamente riesgosa y sensible, su cerebro absorbió una gran cantidad de shock, al igual que una hemorragia interna cuando fue ingresada, y aunque hicimos todo lo que pudimos, esto era de esperarse. Ella pudo haber despertado paralítica, ciega o no haber despertado.

Ya veo, y-yo –tartamudeó.

También quiero informarle que encontramos ADN masculino mientras fue examinada, y pensamos que fue violada sexualmente. Pero descuide, tenemos a la policía investigando.

¿Necesita que yo...? –fue interrumpido.

No, no es necesario, tenemos sus muestras de sangre que había donado, y no es usted. Aunque, estaría bien que acudiera al hospital para que esté pendiente de las terapias de Alison.

–Claro, en unos momentos iré –dijo en shock.

Lo estaré esperando.

El pelinegro soltó el teléfono y corrió al baño, se sentía asqueado, confundido, ¿acaso se debía a que no había comido adecuadamente desde lo sucedido?

"Entonces, ¿tienes mi puto dinero?"
"No"
"Sabía que no debía confiar en ti, no sé en qué carajos pensé al hacerlo. ¿Sabes cuántos clientes me patearán el culo por tu culpa?"
"Tu bienestar no es cosa que me importe"
"Si tengo que esperar otro puto mes, te juro que tu noviecita..."
"Tocala y veremos quién le pagará a quién. –lo tomó del cuello– Te dije que te pagaré, así que deja de estar reclamando como pendejo, a diferencia de ti, yo tengo cosas que hacer, y no voy como tú, inhalando esa mierda blanca tóxica"
"¿Acaso tratas de actuar como un buen hombre?"
"Decidí dejarlo desde lo último, más bien, lo hice por Alison no por mí. Así que, si no escuchas sobre mí, es porque ya lo superé por completo y estoy viviendo en otro lugar"
"Eres un estúpido, siempre estarás solo y triste. ¿Piensas que haciendo esto se irá aquello? Pues déjame decirte que estás completamente equivocado. Deberías ir a un lugar para gente loca y deprimida como tú, Nicolás"
"Vete"
"Siento lástima por la perra con la que andas. Pero pronto se dará cuenta de con quién anda. Te veo más tarde, pendejo"

La terapia consistía en no presionarla tanto en recordar, mantener cosas peligrosas lejos de ella, ayudarla a caminar lo el momento, etc.

–Hola –la saludó.

Hola, ¿y tú eres?

–Soy Nicolás, tu no... Un amigo, sí, un amigo que conociste en la universidad.

No te recuerdo, lo siento.

–No te preocupes, me encargaré de ayudarte.

Gracias, pero...

Debo irme, tengo cosas que hacer. Te veré después. –le dio un beso en la frente y se fue.

12:30 a.m.

El pelinegro caminaba hasta la entrada de la casa de Charlie, el tipo que le vendía droga, aunque el sólo la probó una que otra pequeña vez.

Tenía bajo su manga una vara de metal.

Tocó el timbre de la casa y le abrió aquel castaño, era totalmente blanca.

–Vaya, pensé que no volverías –dijo sarcásticamente al momento de dejarlo pasar– ¿Vienes a saldar tu deuda?

–Probablemente.

–Siento lo de tu noviecita, al parecer me pase de la raya. Estaba drogado y puede que me haya alterado de más.

–¿En serio?

–Olvidalo, lo del dinero ya fue saldado, no tienes nada que hacer aquí, ve a cuidar de ella.

–Bro, ¿de casualidad piensas pintar tu casa?

–No, ¿por qué?

–Porque el día de hoy pintaré todas tus paredes.

Sacó la vara metálica y sonrió, estaba totalmente enojado y lo que le seguía.

La Vida De Un Ángel No Es Para SiempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora