D A D D Y © [✓]

Chapter +6

Connor.

¡Mierda!
¿Qué voy a hacer si Sara me descubre aquí?
Sin querer rocé un cepillo del cabello y calló al suelo.
¡Sara vendrá a ver qué hay joder!
Escuché a Nicolle intentando detenerla y solo pensé en esconderme.

-¿Qué rayos harás ahora Connor? -me digo a mí mismo en voz baja.

-¿Hay alguien ahí? -menciona Sara.

¡Joder ya viene!
Ví la bañera y solo pensé en sumergirme ahí hasta que se vaya. Saqué la cabeza rápido de la bañera, casi me estaba ahogando.
En ese mismo instante entra Nicolle y comienza a reírse.
¡No sé de qué rayos se ríe!

-¿De qué carajos te estás riendo? -le pregunto frunciendo el ceño y fulminándola con la mirada.

Solo continuó riéndose como loca sin nada que decir.
Me salí de la bañera, me puse mis bóxers y tomé mis cosas para irme de ahí.

-¡Te hablo en serio y solo te lo estás tomando a chiste! -le digo mientras estoy viendo hacia el pasillo par ver si hay alguien-. ¡Qué más puedo esperar, eres una niña!

Ella dejó de reírse y me fulminó con su mirada macabra.

-¡No me digas niña estúpido! -me aclara aparentando los puños y con cara enojada-. No soy ninguna niña idiota. ¿Acaso no puedo reírme, o qué?

-¡Muy bien qué gozaste conmigo esta noche pendejo y ahora me dices niña! Sal de mi cuarto -continua diciendo enojada.

-Niña, tú no te ibas a resistir a mi, se notaba lo nerviosa y deseosa que estabas cuando me mirabas esta tarde al vernos -le digo guiñándole un ojo y yéndome sin más que decir.

Dejé la puerta abierta y solo escuché cómo ella la estrelló de forma áspera mientras me dirigía a mi habitación.
Es una niña berrinchuda.
Creé que se puede burlar de mi mientras le hablo. ¡Está loca!

***

Pasaron unos días y aún no pasaba palabras con Nicolle, y tampoco pensaba pasar.
Mi rutina diaria en estos días ha sido hacer ejercicio, salir con los chicos. Entre otras cosas.

Suena mi teléfono...

-¿Qué pasa Francis? -le respondo.

-Don Billy quiere saber si ya estás llevando las cosas como se planearon -me dice con un tono áspero.

-Dile que ya estoy en eso -le digo mientras miro a los alrededores.

-Por cierto, ya tenemos a Luis. ¿Qué quiere que hagamos con él? ¿Lo llevamos hacia allá?

-Si Francis, ese hijo de perra verá de lo que soy capaz por mi dinero -le digo mientras escupo.

Francis es mano derecha de Billy y por ahora trabaja para mi. Es un maldito sicario. Pero ese es otro caso.