Capitulo 42.

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Nathalie salio de la mansión a pie, caminaba tranquilamente por las calles de París, antes de salir se había cambiado, ahora llevaba un pantalon rojo de tiro alto, atado a sus caderas con un cinturón negro de hebilla dorada, su torso estaba cubierto por una blusa negra algo transparente, su rodete estaba desarreglado y en sus pies llevaba unas sandalias negras que se ajustaban a su tobillo.

Desde los tejados y con mucho sigilo la seguía una figura morada, este se movía con mucha cautela detrás de ella, parecía hasta el momento que no había sido descubierto, y eso lo alegraba. Lo que hizo primero la mujer fue detenerse en una vinoteca, allí tardó solo unos minutos, y salió con una bolsa de madera alargada, el hombre enloqueció con esto ella en efecto planeaba beber con esa persona misteriosa con la que hablo mas temprano; continuando con su seguimiento, vio como esta a unos metros del parque entro en una tienda, era una farmacia; allí tardó más que antes, y cuando salió no llevaba nada consigo que demostrara lo que había comprado, el hombre se quedo pensativo durante unos minutos, luego borro toda especulación porque estaba apunto de perder a su presa. Mas adelante la azabache entro en una panadería, allí estuvo mucho tiempo, el villano pensó que tal vez ahí residía el enamorado de su asistente, pero otra vez se equivoco, cuando Nathalie salio del lugar lo hizo acompañada de aquella chica con coletas, la cual se veía muy feliz y enérgica, seguramente le había dado la buena noticia. Finalmente la extravagante mujer cruzó la acera y entro en su departamento, el temible villano de un gran salto aterrizó en el edificio vecino, y desde un balcón se dispuso a observar, tal balcón daba justo al balcón del departamento de su asistente, desde el cual podía ver todo lo que pasaba en la habitación de esta.

Nathalie entro en su cuarto lucia bastante cansada, deposito algo diminuto sobre su mesa de noche y luego de un rápido movimiento cerro las cortinas, de fondo se veía la luz y la silueta de la mujer parada frente a la cama, el hombre estaba furioso, y al mismo tiempo temió haber sido descubierto, pero las acciones de la mujer lo hicieron recapacitar y pensar que no debe premeditarse tanto, las cosas no son como el piensa a la primera.

La ejecutiva había cerrado las cortinas porque se estaba por cambiar de ropa, Hawk Moth podía ver la sombra de la delgada mujer, quitarse poco a poco las prendas; la primera fue la blusa, luego el pantalón, en ropa interior giro por la cama y abrió un armario, de alli saco algo, luego se quedo parada y se colocó una playera, el hombre miraba todo atónito mientras hacia un gran esfuerzo para no pensar de más, su mente quería escaparse e imaginar la escena sin la cortina delante suyo; finalmente la mujer se colocó el pantalón, y fue directo a abrir las cortinas; la vista ahora era más que hermosa, Nathalie con su pelo suelo, una playera gris de un tamaño más grande de lo que ella es y por debajo no tenía nada, lucia sus hermosas piernas, y no es que no tuviera nada, se había puesto un short, que por las dimensiones de la playera era tapado por esta, creando la ilusión de que sólo tenía únicamente puesta aquella playera gris que sobre ella quedaba más que bien. El de ojos grises se sonrojo por unos minutos y decidió ocultarse un poco, ella había salio al balcón con una jarra para regar dos macetas con flores que tenía ahí, curiosamente una era de color violeta oscuro, y la otra era una especie muy extraña; azul con su centro rosado casi fucsia; una vez termino de regar las plantas, entro en su hogar y se recostó sobre la cama.

Estuvo así durante varios minutos, el hombre ya estaba frenético, el sol se había puesto por completo y la inmensa oscuridad adorno la ciudad, la mujer después de un tiempo inmóvil se levantó, salió de la vista del enmascarado y luego apareció, en su mano tenia una copa con un líquido rojizo que el hombre deducio al instante de que se trataba, lo extraño era que seguía sola, seguramente aquel hombre la dejo plantada, eso trajo alivio a su ser.

─¿Por que me siento aliviado?─ se preguntó dubitativo mientras masajeaba el puente de su nariz ─No debí venir─ susurro y se preparo para salir, antes de hacerlo vio como un auto estacionaba en la entrada del edificio, esto hizo que parará y observará, iba a conocer al hombre que tenía a la atención de su asistente, su corazón se aceleró al ver a Adrien bajar del carro, y al prestar mejor atención vio que era su propia limusina la que lo traía ─No puede ser─ susurro observando como el rubio entraba, luego elevó la vista y espero, deseando que en ese lugar haya otra persona a la cual el fuera a ver, de pronto su más grande miedo se hizo presente, Nathalie se levantó y salió del lugar ─No puede ser─ repitió atemorizado rogando estar equivocado

La asistente sintio el timbre, se levantó con letargo y fue a ver quien se dignaba a molestarla, se suponía que era su noche para ella, lejos del trabajo, de las visitas y todo lo que no fuera ella misma, al abrir la puerta se encontró con el joven de ojos verdes que acostumbra cuidar, tenía una mirada triste, era extraño que estuviera ahí y a esa hora.

─Adrien─ musitó asombrada ─¿Que haces aquí?─ el chico la mira y se sorprende por las vestimentas que esta tenia, jamás había visto a su asistente asi, aunque debía entenderla, el llego sin avisar y ella estaba en el calor de su hogar ahí no debía guardar ninguna forma

─Necesitaba hablar, hice algo de lo que no estoy muy orgulloso─ dijo con su voz temblorosa

─Ven pasa─ se corre de la puerta y lo deja entrar ─Ve a mi habitacion, solo ahí funciona la calefacción, aqui afuera hace algo de frio─ comento cerrando la puerta

─¿No deberías abrigarte?─ pregunto coqueto yendo hasta la puerta que parecía ser la habitación de la mujer, además que desde ahí se podía sentir el calor vivinendo

─Perdón por querer estar cómoda─ se quejo yendo hasta la cocina ─¿Quieres algo de comer o de tomar?, se que esto llevará tiempo

─De tomar por favor─ replicó desde la habitación, en donde ya se había puesto comodo sentándose en la punta de la cama

Nathalie fue a la cocina tomo un vaso, y en el empezó a servir un liquido rojizo, muy similar a la bebida que ella estaba tomando, luego tardó unos segundos más, quería ver si tenia algún dulce para el chico, sabía que le encantaban, y si se sentía mal podía ayudarlo a olvidar su pena. Mientras ella tardaba, el villano enmascarado estaba frenetico en el balcón vecino, vio como su hijo entro en esa habitación y se sentó en el borde de la cama, luego se levantó camino hacia la cabecera y se recostó ahí esperando a que la adulta entre, debía intervenir, pero no sabia como, si entraba como un loco tranformado, su hijo no podría con la situación, y si entraba sin su traje no sabría como explicar el porque de estar ahí, de pronto la mujer llego y le entrego un vaso al menor, del mismo color que el líquido que ella había bebido minutos antes, eso era demasiado, podía permitir todo menos que le de alcohol a su hijo.

─¿Por que mi cama no es tan cómoda como la tuya?─ se quejo el modelo bebiendo el contenido del vasó, la mujer río

─No lo se, no compre tu cama─ contesto risueña

─Este jugo es delicioso, ¿por que no podemos tomarlo en la mansión?─ cuestionó dando un gran trago

─Porque tienes una dieta estricta de modelo que te prohíbe tomar ese tipo de bebidas, pero esta es una ocasión especial, y prometo no contarle a tu asistente─ guiña un ojo ante la tonta broma que hizo

─Gracias, si Nathalie se entera de esto me va a regañar, es algo gruñona─ ríe

─No soy gruñona─ se quejo cruzándose de brazos, el río otra vez ─¿Y bien, que hiciste?

─Algo muy malo─ baja la mirada y deja el vaso en la mesa de noche ─Kagami empezó a estudiar esgrima en el instituto. . .me enteré que sentía alto por mi, entonces me deje llevar por mi emociones y le pedí que fuera mi novia para darle celos a Marinette, quería que sienta lo mismo que yo, pero ni nos noto, y ahora no se como librarme de ella

─Adrien. . .el amor no funciona así, debías hablar con ella no devolverle todo lo que te hace─ hace una pausa y se acerca a el ─Estoy segura de que Marinette ignora lo que sentis, porque solo vos sabes lo que te pasa─ desvía su mirada ─Además no debiste involucrar a otra chica, jugas con sus sentimientos y la única lastimada aquí será ella─ su pecho le duele, la situación era muy similar a la suya

─Por eso vine aquí a obtener tu consejo, ¿que hago?─ pregunto viéndola fijamente, ambos estaban muy lejos, pero desde otra perspectiva parecían muy cerca

La de pelo azabache estuvo a punto de contestar, pero el sonido de su celular interrumpió el ambiente, Nathalie se levanta, pasa por adelante de Adrien y de su mesa de noche toma su celular para contestar.

Miraculous: Las vueltas de la vida. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora