Una semana más tarde....
Aria.
Creo que no había estado tan nerviosa ni aún en mis exámenes finales del bachillerato.
Hoy ya era lunes, lo que significaba primer día de tratamiento. Estaba muy feliz de poder empezar con el cuanto antes, pero por otra parte me daba miedo porque no tenía ni idea de como se hacían todas esas cosas.
Por una parte me siento muy sola ya que Guille se fue hace 3 días y ahora me tocaba ir sola a todas las consultas.
En verdad no tenía muy claro de como decirle toda esta situación a Ginés, así que decidí guardamela toda para mí. Sé que tiene derecho a saberlo, pero también tiene derecho a poder terminar sus temas con tranquilidad, y ahora que él se encontraba en un punto donde las cosas le estaban yendo muy bien, no quería ser yo quien le arruinase su momento de gloria.
Decidí levantarme con cuidado para no despertar a Ginés. Una vez que conseguí levantarme me fui directa a la cocina, y como no tenía mucho hambre decidí hacerme solo un café.
Cuando terminé de desayunar, me fui a la habitación para poder cambiarme de ropa.
Me puse unos vaqueros pitillos con una blusa blanca, por encima me pude una chaqueta vaquera y de zapatos opté por unos botines negros de tacón.
- Dónde vas tan pronto?.- Me dijo un Ginés dormido-.
- Pues, me voy a mirar unas cosas de la universidad a la biblioteca.- Me inventé cualquier excusa-. Supongo que estaré toda la mañana, así que vendré para comer.- Dije cogiendo mi bolso para irme-.
- Bueno, yo me iré al estudio.- Asentí-.
Me acerqué donde él y le di un beso corto en los labios.
- Adiós mi amor.- Me despedí de él-.
(...)
Ya me encontraba cerrando el coche para poder dirigirme al hospital.
Cuando entré, como siempre me recibió la de recepción super amable, diciéndome que podía pasar a la sala de espera donde tendría que esperar como 30 minutos para que saliese el doctor.
-Buenos días, puede pasar.- Se hizo a un lado el doctor y entré a la sala-. Como se siente?.
- Un poco nerviosa no le voy a negar, además, hoy me encuentro sola.- Recordé que Guille era el que me acompañaba siempre-. Se ha ido mi hermano....
- Bueno, por eso no te preocupes, te intentaré dar el mejor trato posible y así hacer que te sientas como en casa.- Me sonrió-. Bueno, te voy a empezar a explicar.- Dijo poniéndose las gafas. El tratamiento como bien sabe se llama Quimioterapia.- Asentí-. Bueno, pues te voy a implantar unos tipos de fármacos para intentar eliminar totalmente el tumor.- Volví a asentir-. Este tipo de tratamiento es por medio de vías intravenosas. Así que necesito que se siente de la manera más cómoda en la camilla de aquí.- Dijo palmeando la camilla-.
Me senté e intenté relajarme. El doctor me tomó la tensión, me hizo varia pruebas antes de empezar con la quimioterapia.
- Bueno, allá vamos.- Dijo después de montar todo-. Estás preparada?.- A lo que asentí-.
Pude ver como me ponía la via en el antebrazo mientras que un líquido fluía por ella.
- Ahora debes de estar aquí hasta que se termine por completo.- Asentí-. Y luego te tenemos que mirar a ver como reacciona tu cuerpo ante la quimioterapia.
(...)
- Bueno Aria, todo ha ido perfecto hoy.- Me empezó a comentar-. Tu cuerpo a reaccionado de una manera muy positiva al los fármacos, creo que va a ir muy bien terapia.- Me sonrió-.
- Muchas gracias, estoy ansiosa por seguir con esto y hacer que desaparezca el tumor.
Solo podía pensar en eso, en que al final de todo esto mi tumor se iría.
Me metí al coche y después de esa intensa mañana decidí regresar a casa.
- Como te ha ido la mañana?.- Preguntó Ginés nada más que abrí la puerta-.
- Muy bien.- Le sonreí-.
- Mañana tengo una batalla de exhibición con chuty.- Me senté a su lado después de colgar el abrigo-. Me gustaría que me acompañases....
- Eso tenlo por seguro.- Le dí un beso en la mejilla-. Y tu con tu nuevo tema? Cuando me lo vas a enseñar? .- Pregunté entusiasmada-.
- Pronto amor, no queda ya casi nada.- Me sonrió-.
- Tengo muchisísimas ganas de escucharlo.- Hice un puchero-.
- Y yo de que lo escuches.
- Como se llamará?.
- "Mentiras y Azar".
Nos pasamos un buen rato hablando sobre nuestros planes de futuro tanto individuales como juntos. En verdad me entristecía mucho el hecho de pensar que podía que yo, no formase parte de todos esos planes los cuales Ginés estaba super entusiasmado.
