Capítulo 16

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Disculpenme por la demora en actualizar y si ven algún error, estoy medio dormida pero no los quería dejar tanto tiempo sin capítulo. 

Sin mas... que  lo disfruten!!!


Al día siguiente Sakura no quería levantarse. Su madre golpeó varias veces la puerta pero ella se excusó diciendo que se sentía resfriada. Por suerte era sábado y no tenía que ir al colegio, por ella fuera no volvería a ese sitio jamás.

Luego de tres intentos por parte de su madre y uno de su padre, el que realmente sentía que tenía oportunidad de cambiar su ánimo era su hermano.

—¡Ya les dije que hoy no me siento bien, no se preocupen, simplemente quiero dormir!

La voz de la pelirrosa sonaba amortiguada por salir de debajo de las cobijas.

—Vamos, onee-chan, un mensajero te trajo un sobre y yo quiero saber qué contiene.

‹‹Un sobre. ¿Un sobre?››

La curiosidad la hizo reaccionar de inmediato y sacar medio cuerpo de las cómodas cobijas.

En el momento en que abrió la puerta entró toda su familia que estaba a la expectativa del dichoso mensaje.

Sus ojos verdes brillaron al ver que era una invitación firmada por su idol: Fū.

Todos los ojos que estaban encima de la tarjeta lucían emocionados, conmocionado y felices. Sus padres empezaron a bailar entre ellos mientras hablaban de cómo las oportunidades de la vida se le estaban abriendo a su hija (y deducían que a ellos igualmente). Konohamaru le había quitado el papel y lo miraba extasiado. Sakura se quedó sin palabras en la misma posición en la que había leído la invitación.

Toda la celebración terminó en la tintorería donde empezaron a medirle diferentes vestidos de clientas para saber cuál podría llevar. Sakura se vio envuelta en un huracán de vestidos aseñorados que lucían justo como lo que eran, ropa prestada. La mayoría de clientas del local pasaban de los cincuenta años y eran al menos dos tallas mayores a las de la pelirrosa.

La parte positiva es que eso la estaba distrayendo de todos los confusos pensamientos que había tenido, lo negativo es que definitivamente no iban a encontrar nada que ella se pudiera vestir.

De pronto sonó la puerta deteniendo aquel alboroto.

—¡Es otro mensajero que pregunta por Sakura! —gritó el pequeño que fue el primero en llegar hasta la entrada.

Los presentes, intrigados, recibieron en tropel una caja blanca. Cuando Sakura pudo hacerse del control la abrió, sus rosados labios hicieron forma de O al sacar un precioso vestido negro corto con adornos dorados en el cuello redondo, un abrigo a juego, zapatillas negras y un clutch dorado. Mientras sus padres le colocaban las prendas por encima ella leyó la simple nota que acompañaba el atuendo:

"Ahora ya no tienes excusa para no venir a mi fiesta. FN:"

Sonreía... simplemente sonreía. Definitivamente luego de la oscuridad de la noche llega la hermosa luz de la mañana.

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Naruto estaba, como de costumbre, rodeado por hermosas mujeres, todas idénticas e insulsas. El atractivo rubio se encontraba exasperado por sus posesivos comentarios.

—Me quedé esperando tu llamada la otra noche.

—Dijiste que me ibas a invitar a tu última exposición.

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