6.8K 447 150
                                    

Maraton 2/3

19:46

Alguien tocó la puerta de mi habitación.

-- Yoon-Ah, te llama. -- Anunció Jisoo entrando a mi cuarto.

-- Voy... -- Respondí desanimada.

Golpeé su puerta después de no haberlo visto en todo el día (felizmente).

-- Pasa. -- Escuché de parte de la voz de TaeHyung.

Me adentré entonces, pero no se encontraba nadie en la habitación. El terror subió a mí.

-- Emm... ¿TaeHyung? -- Llamé temerosa, avanzando un poco dentro de la habitación.

Escuché la puerta cerrarse detrás de mí, provocándome un saltito de susto. Me di la vuelta y mi "querido" Taehyung estaba observándome desde arriba de su metro noventa.

Me alejé unos centímetros, sintiendo mi respiración acelerada.

-- Sí... lo sé, te doy miedo... -- Afirmó acercándose a mí entretenido, haciéndome retroceder y finalmente chocar con la pared.

Claro, tenerme acorralada no le fue suficiente. Se apegó aún más, dejando unos centímetros entre nosotros unicamente. Veía su pecho inflado frente a mi, haciéndome recordar lo baja que era.

Pude por primera vez registrar su olor. Un olor fuerte, masculino y todo menos artificial. Se notaba que era su propio y único aroma. Era como oler calor, oler ardor.

Él seguía avanzando hacía mi, ya ni siquiera quedaba espacio entre nosotros. Nuestros torsos estaban presionados el uno contra el otro, sentía mis pechos aplastados contra su abdomen y sus rodillas cruzando mis piernas. Estábamos completamente pegados y por poco me aplastaba. Como si fuera poco, sentía su pesada mirada sobre mí, disfrutando de cada una de mis expresiones faciales.

Avanzó un centímetro más y rozó sus labios en mi oido y solté un pequeño quejido, muy incómoda en la situación. Ya me estaba dando desesperando, no entendía lo que quería de mí. Empecé a temblar, escalofríos habían recorrido todo mi ser. TaeHyung notó mi estado, y como si estuviera satisfecho, me dejó un poco de espacio.

-- No empieces a estresarte, solo vamos a conversar un poco. -- Aseguró, con intenciones que me relaje.

No veía la necesidad de acercarse tanto para "conversar un poco", pero bueno... Empezaba a entender que así funcionaban las cosas con este hombre.

Colocó sus manos en mi cintura para tomarme y dejarme en un sillón individual, bastante caballerosamente para mi sorpresa.

Luego, me sentó encima de él y suspiró. Claro, no podía no quedarme sobre él...

-- Bien. Háblame de ti. -- Mandó despacio.

¿Qué? ¿Qué significaba eso?

-- ¿Qué edad tienes, preciosa? -- Interrogó, luego de entender que no sabía qué responderle.

-- Tengo 17. ¿Y usted? -- Contesté curiosa, intentando saber un poco más sobre con quién estaba hablando.

TaeHyung mostró dos reacciones, sorpresa y risa.

-- Vaya... Una menor de edad. -- Comentó dando ligeros golpecitos en mis muslos con sus grandes manos. -- Eso explica varias cosas. -- Susurró en mi oído. -- Tengo 23. -- Siguió, respondiendo a mi pregunta.

Dejé salir de mi boca un estúpido "ah", pues no sabía qué más decirle.

Odiaba su manera de ser. Era tan arrogante, como si todo el mundo estuviera a sus pies. Podía conseguir todo lo que quería en un chasquido de dedos. Y puede que odiaba su forma de ser porque nunca tuve, ni tendré, la oportunidad de ser así...

Dirty Job [ 𝗞𝗧𝗛 ¹⁸ ]Where stories live. Discover now