Parte 17

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- Ju-Jungkook no juegues por favor - apenas podía formular las palabras ¿Que estaba pasando?

- Respondeme ¿Crees que este mal esto que siento?

- No lo se... - Baje mi cabeza

- Acaso soy el único sintiendo esto? - Su mirada esta fija en mi, no sabía que decir jamás creí que él sintiera algo por mi

- Jungkook yo...

- Esta bien olvidalo Jimin, vamos a casa

...

Estaba en mi cuarto enojado conmigo mismo por ser un cobarde, se lo que siento por él pero tengo miedo de sufrir. ¿Y si es una simple broma?
Me recoste en la cama totalmente arrepentido.

A la mañana siguiente desperté con un mensaje de texto de Jungkook

Jimin debo irme por unos
días al extranjero a una
reunión, dejé unos papeles
para que los revises. Adiós

¿Qué? como que no estará.
Quizás deba irme acostumbrando a estar sin él. Me aliste y fui al trabajo.
Como siempre los empleados corrían todas las mañanas.
Ya en la oficina me quedé mirando el asiento de Jungkook y fue en ese momento en el que se me ocurrió una idea.
Cambiaré toda la fea oficina y le pondré más colores, se que se molestara pero valdrá la pena.
De un momento a otro se abre la puerta, era el señor Jeon

- Hola Jimin, ¿cómo estas? - preguntó con su típica sonrisa

- Hola señor Jeon, estoy muy bien gracias. En que lo puedo ayudar

- Quiero hablar contigo aprovechando que Jungkook esta de viaje

- Por supuesto, sientese - se acercó y sentó en el sofá

- Primero que nada quiero que sepas que realmente te aprecio Jimin y no quiero que me tomes a mal lo que diré - Lo mire asustado - Verás yo se perfectamente que la relación entre tu y Jungkook es falsa - Abrí mis ojos asustado

- Se-señor...

- Déjame terminar, al principio quise dejar todo como estaba ya que supuse que se terminarían enamorando pero creo que no funcionó. Amo a mi nieto y no quiero que se casé sólo para obtener la empresa y tampoco quiero que tu sufras Jimin.

- Y-Yo...

- Jungkook vuelve la próxima semana u espero que para ese tiempo tu ya no estés cerca de él, te conseguiré un trabajo asique no te preocupes por eso - quería llorar - ¿Estas de acuerdo?

- S-si - dije casi en un susurro

- Esto no es contra ti, me hubiese encantado que estuvieran juntos pero ya sabes... - baje mi cabeza y asentí

El señor park se paró del sofá y me dio un abrazo.

- Te enviaré un mensaje con trabajos disponibles para ti

Salió de la oficina y apenas cerró la puerta comencé a llorar, realmente amaba a Jungkook y no por mi cobardía todo terminó mal. Soy un idiota.
Una semana para irme y olvidarlo, es imposible.

...

Pasaron 3 horas desde que vino el señor Park ya había terminado mi trabajo, ahora me dedicaría a arreglarle la oficina a Jungkook para por fin irme.
Ya tenía mi primer sueldo y con ello contrate a un decorador de interiores, le dije como quería cada parte de la oficina.
Mañana por la mañana vendría a arregla todo.

Ya era tarde y decidí irme a la casa de Jungkook, aún tenía una semana para irme al menos quería recordar el lugar que alguna vez fue mi hogar.
Me adentre a su habitación, a decir verdad nunca había entrado. La habitación era muy colorida a diferencia de su oficina, uno que otro cuadro colgado con el y un hombre y una mujer los que al parecer era su familia.
Una gran manta cubría un gran cuadro, algo me decía que debía quitarlo y ver que era y porque estaba cubierta. Quite la manta y un cuadro que conocía a la perfección, era él, el artista de mis sueños.
Mis lágrimas comenzaron a caer me sentía idiota, como pude dejarlo ir.
Me aferre a mis piernas mientras lloraba a cantaros por ser un imbécil, lo tuve todo el tiempo junto a mi. Jungkook.



Mi chico de BusanWhere stories live. Discover now