Mi chico de Busan

Parte 24

Tres meses después

Mi vida a cambiado totalmente desde que lo conocí, saber que hay alguien esperándote ansiosamente es casa es increíble, alguien que sabes que siempre  estará a tu lado a pesar de todo y que te ama incondicionalmente, ese era Jimin.
Aún no estábamos casados pero pronto lo haríamos cuando ambos tuviéramos más tiempo libre.
Jimin no quiso seguir trabajando para la empresa ya que recibió otra oferta de trabajo, no saben como extraño tenerlo a mi lado cada segundo del día.
Como toda pareja habíamos tenido un sin fin de peleas por cosas muy ridiculas pero al final del día siempre terminabamos durmiendo acurrucados.

...

Me desperté con un aroma a café, sabía perfectamente quien era, cada mañana se levantaba muy temprano para hacer café.
Me levanté de la cama y me dirigí a la cocina, supuse que hay estaría.
Ayer había sido una noche muy placentera para los dos, bueno en realidad casi todas las noches son igual, es dificil controlarme teniéndolo a mi lado.

Jimin se encontraba dado vueltas mientras echaba café en dos vasos, me acerqué lentamente y rodeé mis brazos sobre su delgada cintura. Dio un pequeño salto del susto.

- Ash Kookie me espantaste! - Se volteó quedando frente a mi y posando sus manos sobre mis hombros - ¿Porque no me esperaste arriba?

- Por que odio despertar y que tu no estés a mi lado - Hice un leve puchero

- Deberías acostumbrarte a no despertar siempre a mi lado - Me miró fijamente - ¿Que harás cuando vaya a un viaje de negocios?

- Iré contigo...

- Kook tu sabes que te amo pero de vez en cuando las parejas deben tener su espacio no crees?

- Lo se amor, por eso ahora quiero pasar este ratito junto a ti - Lo abrace aún más fuerte - Te amo

- Han pasado tres meses... - Dijo mientras seguíamos abrazados - tres meses a tu lado kookie. Gracias por dejarme entrar a tu vida

- Gracias por llegar a la mía bebé - Besé  su frente

- Preparé café... - Dijo ansioso con su típica sonrisa

- Vamos a beberlo...

...

Maldición estaba exhausto de tanto trabajo, ya eran las 10 pm y no había podido volver a casa junto a mi Jiminie porque debía termiar todo para una reunión que estaba programada para mañana.
Extrañaba mucho a ese chico, incluso lo llame pero no respondió. Era extraño que no respondiera ya que siempre lo hacía. Pero no quise insistir ya que le prometí que le dejaría más espacio.

Me estire en el sofá de la oficina, mirando cada detalle del lugar. Jimin había modificado por completo esta oficina. Le había puesto su esencia que tanto amaba.
Me volví a sentar en mi escritorio sin ganas de hacer nada.
De un momento a otro la puerta de abrió de golpe. Era Jimin quien entró corriendo con miles de bolsas en sus manos.

- Amor!!! amor!!! - Salto a mi brazos

- Jimin sucede algo? - Dije preocupado por su reacción

- Si!! - Se veía muy emocionado - Lo conseguí!

- ¿Qué conseguiste?

- No sabes lo mucho que he hecho para poder casarnos, es bastante difícil en Corea pero finalmente lo conseguí. Amor nos casaremos

No podía formular bien las palabra, mi mente aún no procesaba la información de lo que acababa de decir Jimin.

- ¿No estas feliz? - Note el triste rostro de Jiminie

- Amor... - No se en que momento me puse a llorar - No sabía que estabas haciendo todo esto...

- Claro que lo iba hacer, piensas que te dejaré libre así como así - Dijo mientras  secaba mis lágrima con sus manitas

- Te amo Jimin...

- Yo aún más...

Nuestros labios se unieron en un profundo y largo besó.

Jimin decidió ayudarme a terminar con mi trabajo, mi corazón latía al verlo tan  concentrado.

- Deja de mirarme - Se quejó sin apartar la mirada del computador

- No te estaba mirando - Dije haciéndome el indignado

- Ajá como digas - Dijo riendo

...

Habían pasado 2 horas desde que estábamos hay, ya habíamos terminado de hacer todo el trabajo. Nos encontrábamos sentados en el sofá mientras  Jimin se acurricaba sobre mi pecho y yo acariciaba su rubio cabello.

- Estoy muy cansado Kookie...

- Vamos a casa bebé - Me paré - Te llevaré en mi espalda...

Jimin se subió a mi espalda mientras su carita se juntaba con la mia.

- Gracias amor - dijo mientra me besaba la mejilla