"Día Normal"

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Capítulo IV

Día normal

La fría madrugada era lo más notorio a esa hora en las calles de South Park, la neblina complicaba ver el entorno y el suelo mojado era un posible peligro para cualquier persona descuidada, pero claro, ¿quién saldría al gélido exterior, dejando su cómoda cama a las cuatro de la mañana?

-Mierda-. Gruñó Craig mientras veía la hora en su celular.

Antes que nada, él tenía una razón para estar ahí. Un mensaje de texto.

Pero, para entrar un poco en contexto, rebobinemos hasta unos minutos más atrás, cuando el azabache se encontraba cómodamente acostado en su cama, tratando de conciliar el sueño tras una fea pesadilla. Sus párpados se sentían pesados cuando un sonido proveniente de su teléfono lo hizo abrir los ojos y ver la pantalla encendida, se trataba de una notificación, más específicamente, un mensaje de Kenny.

McCormick:
Hey Fucker, se que es tarde, o bueno, temprano, pero hay un tema que me gustaría hablar contigo, en persona, me refiero, tiene que ver con Buttercup. Ve a la plaza y quédate bajo el farol, yo te estaré esperando.
03:54 a.m.

Craig lo pensó unos segundos, podría simplemente decirle que hablarían mañana y volver a dormir, pero Kenny (por lo que podía leer en su texto) parecía preocupado, además, sabía que iba a ser complicado dormirse nuevamente, soltó un suspiro, calzándose los tenis y poniéndose el suéter azul que había dejado sobre la silla del escritorio el día anterior, sin cambiarse de ropa antes salió con su pijama a la fría calle, recordando por suerte ponerse los nuevos guantes que su madre le mandó de regalo.

Ahora, cuando llevaba diez minutos esperando bajo el jodido farol podía decir que se arrepentía de no ir con algo más que unos pantalones de buzo ligeros y una simple camisa sin manga, al menos el suéter y los guantes era mejor que nada.

Luego de un rato, y ya cansado de esperar, el de ojos hazel recorrió todo el lugar con la vista por última vez, al no ver nada simplemente metió las enguantadas manos en sus bolsillos y comenzó a caminar de vuelta a su casa, fue entonces que escuchó a alguien corriendo en su dirección, se giró alerta, dándose cuenta de que se trataba del atrasado rubio.

-Llegas tarde-. Le recordó con el ceño fruncido, calmandose. Kenny soltó una leve risa.

-Si... Lo siento por eso, Karen se despertó cuando iba saliendo y me pidió que me quedara con ella por una pesadilla, luego Butters también despertó, así que tuve que leerles un cuento a ambos para que se durmieran y--

-Ve al punto, ¿que querías decirme?-. Lo cortó el más alto, ignorando por completo la nueva información y mirándolo fijamente, el rubio cenizo soltó un pesado suspiro, parecía que ni él estaba seguro de lo que iba a decir, pero, cuando finalmente cruzó su mirada con las afiladas orbes, soltando de sus labios la razón por la que se reunieron, no hubo ni una pizca de duda en sus palabras.

Y Craig lo escuchó atentamente.

[...]

Daban las seis de la mañana y el moreno se lo hizo saber al menor, tocó tres veces la puerta, anunciándole que era hora de despertar, al no recibir respuesta volvió a tocar, siguiendo el mismo patrón, siempre con el mismo resultado. Ya rendido y preocupado por la hora decidió abrir la puerta con lentitud, esperando encontrarse con el niño judío dormido o apenas despertando, pero lo que no se le pasó ni remotamente por la cabeza fue que el chiquillo, ya vestido, saltara sobre él, provocando que ambos cayeran al suelo.

"𝚂𝚎𝚍𝚞𝚌𝚌𝚒𝚘𝚗"  𝚂𝚝𝚢𝚕𝚎 𝙰𝚄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora