"𝚂𝚎𝚍𝚞𝚌𝚌𝚒𝚘𝚗" 𝚂𝚝𝚢𝚕𝚎 𝙰𝚄

"𝑪𝒐𝒏𝒔𝒆𝒄𝒖𝒆𝒏𝒄𝒊𝒂𝒔"

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(Edit: ¡Ya agregué la imagen del cap mis niñ@s! Se las dejo junto con la canción~💕)

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Capítulo XI

Consecuencias

La vieja puerta se abrió con un crujido cuando Kenny llegó, exhausto del trabajo y deseando estrechar entre sus brazos al tierno rubio. Sabía que si lo hacía su cansancio se desvanecería, y si tenía la oportunidad de besarlo, todas sus preocupaciones y malos ratos se esfumarían en el aire. Sintió un calor en su rostro, a pesar del frío peliagudo que yacía afuera.

Lo amaba demasiado, aún si su relación apenas comenzaba.

–¡Ya volví!–. Exclamó en voz alta, aún si la casa no era tan grande como para necesitar hacerlo. Sin embargo, no vio ni a Karen ni a Butters cuando entró, ni tampoco los vio cuando avisó de su llegada.

Era extraño, no obstante, no era una señal obvia de que algo preocupante sucedía.

Tal vez han salido.

Pensó simplemente, cerrando la puerta tras él mientras desabrochaba la chaqueta naranja, quitándosela y colocándola en una de las perchas que yacían pegadas a la pared.

Pasaron unos instantes antes de que Butters se hiciera presente, con la cabeza gacha y algo en las manos.

–¡Butters! Estabas aquí–. Exclamó Kenny con una amplia sonrisa, acercándose al contrario. Sus pasos titubearon cuando el Stotch dio un par de pasos hacia atrás, evitándole.

–¿Bunny? ¿Qué pasa? ¿Estás bien?–.

Butters pareció estremecerse ante sus palabras, lo que preocupó aún más al McCormick. Pasaron varios segundos de puro silencio, Kenny pensando en qué sucedía y Butters con las manos temblorosas sobre algo que el rubio cenizo no alcanzaba a identificar.

Finalmente, cuando Kenny había reunido las palabras y se decidía a hablar, los brazos de Butters se extendieron, exponiendo el objeto que sus trémulas manos mantuvieron con él todo el tiempo.

Fue en ese mismo instante cuando las palabras se cortaron de la lengua del rubio, sus ojos se abrieron de par en par y su corazón dio un fuerte golpe en su pecho.

Era la libreta de Stephen Stotch.

Butters la había encontrado.

–¿Q-Qué significa esto, Kenny? ¿P-Por qué tienes esta li-libreta?–. Las interrogantes salieron temblorosas de los labios del menor, el tartamudeo que intentaba constantemente suprimir ahora saliendo incontrolablemente en sus palabras. Kenny tragó en seco, su mente en blanco, no ideaba ninguna excusa que el pequeño rubio pudiese creer.

–¡Re-respóndeme!–.

–No... Leo, hay una explicación. Yo...–. Sus manos sudaban mientras las abría y cerraba nerviosamente, su saliva ardía furiosa contra su garganta mientras trataba de formular una respuesta.

–... la encontré y...–.

–N-No...–. Murmuró el Stotch, pequeñas lágrimas de confusión y miedo acumulándose en las esquinas de sus ojos.

–Él si-siempre la llevaba consigo, no hay fo-forma de que sólo la encontraras–.

El más alto se estremeció ligeramente, por verse descubierto, pero sobre todo por la mirada que Butters le estaba dando. Esos mismos ojos claros que hace apenas unas horas lo veían con alegría y comodidad ahora estaban tan marchitos, asustados de él, desconfiados y confundidos, rogando silenciosos que dejase de mentirle, que le dijera la verdad de una vez, aún si esa verdad, sabía Kenny, arruinaría todo entre ellos.