24. ¿Cual es el maldito problema?

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No quiero hacer spoiler pero este capítulo tendrá contenido un poco fuerte, se recomienda discreción. Disfrutenlo.

Rachel

Joder, tengo hambre. Necesito alimento, comida, mucha comida. Pero no puedo.

La dieta no se va mantener sola así que ni de broma la romperé, es hora de cenar, son las ocho y treinta y ocho de la noche. 

Hare una rica y deliciosa avena para cenar.

Me dirijo a la cocina y tomo todo lo necesario para hacer lo que deseo, ahora es tiempo de comenzar.

...

Estoy moviendo mi avena por enésima vez para ver si tiene la consistencia que me gusta y por fin está lista, en este momento se escucha puerta del apartamento abrirse y cerrarse.

Llegó Trevor.

No me he equivocado, Trevor está entrando a la cocina mientras se afloja la corbata, su traje color negro en conjunto con su ligera barba de dos días lo hacen ver un poco mayor de lo que es, pero aun así se ve jodidamente sexy.

Sus ojos se conectan con los míos y mi corazón da un vuelco, su mirada es tan atenta y penetrante, sus ojos me recorren de pies a cabeza.

— Hola — dice mientras coje un vaso con agua

— Hola — digo yo mientras apago la estufa

Rápidamente siento como aquel chico que me roba la respiración se coloca detrás de mí a lo que me tense.

— ¿Por qué sigues usando esa ropa? — me pregunta 

— ¿Cual es el maldito problema de mi ropa?

Se que no le gusta, pero no por eso me pondré shorts y crop tops como los primeros días, no señor.

— Que aunque es dos tallas mas de la que necesitas te ves malditamente sexy con ella y te la quiero quitar — dijo con voz ronca antes de voltearme y besarme ferozmente

Su beso al principio me tomo por sorpresa pero despues le segui, cada roce de nuestros labios es como si lo necesitáramos para sobrevivir, desesperado, agitado. Como si hubiera pasado una eternidad de no besarnos.

Mis manos viajan al cuello de Trevor mientras que, las de él recorren mi espalda hasta llegar a mi cintura y pegarme mas a él, deja mi cintura y se dirije a mi trasero dándole un pequeño apretón, haciendo que de mi garganta escape un suave gemido.

Nos separamos a falta de aire.

— No puedo parar — dijo el mirándome a los ojos 

— No quiero que pares — le dije y sus labios volvieron a los míos 

En un rápido movimiento, me subió en la isla de la cocina sin dejar de besarme, metiéndose entre mis piernas, sus labios dejaron los mios para atacar mi cuello, donde besaba, chupaba y mordisqueaba cada centímetro de mi piel.

Esto se sentía como el paraíso.

Y cuando menos lo espere,  introdujo una de sus manos en mi t-shirt acariciando uno de mis senos mientras besaba mi cuello, una ola de miedo me recorrió cuando Trevor me cargo y me llevaba hasta la habitación sin dejar de besarme.

Como pudo abrió la puerta y me dejó suavemente sobre la cama mientras se posiciona encima de mi y sin previo aviso subió mi t-shirt tirándolo a algún lado de la habitación, dejándome en brasier.

Por mi parte le quite el saco del traje y la camisa, joder que abdominales mas marcados. Volvimos a besarnos mientras yo acariciaba su pecho y abdomen, el dio la vuelta sentándome a horcajadas encima de él, sintiendo su eminente erección bajo mi femineidad , inconscientemente empecé a frotarme contra esta ganandome un par de gruñidos por parte mi marido.

Amaba estas sensaciones nuevas,  y que fuera con él lo hacía aún mejor.

Un clic y mi brasier retirado hizo que volviera a la realidad, estoy segura que mi cara estaba hecha un tomate así que la escondí su cuello pero me hizo mirarlo.

—No te avergüences, Rachel, eres preciosa — dijo él mientras me besaba y volvía dar vuelta dejándome debajo 

Poco a poco las prendas que nos quedaban desaparecieron, yo no tenia nada de ropa, nisiquiera mis bragas y el sobre estaba en boxers.

Se inclinó hacia su mesita de noche buscando algo y cuando lo encontró se volvió a posicionar encima de mi. 

— ¿Estás segura de esto? — me preguntó 

Yo solo asentí, no podía articular ni una sola palabra. La combinación de excitación y miedo no me dejaba.

El me miro por unos segundos hasta que se termino de desvestir y se ponia el condon. Una vez lo hizo me volvió a mirar y mientras me besaba entró en mi lento y sin apresurarse. Al principio dolió un poco pero en el momento que empezó a moverse lentamente se sentía realmente agradable.

Dentro, afuera. Es realmente placentero.

Al cabo de unos minutos sus embestidas fueron mas rápidas hasta que, ambos llegamos al clímax.

Trevor salió lentamente de mi como al principio, se quito el condon y lo tiró a la pequeña papelera que por alguna razón estaba al lado de la cama, luego se dejó caer a mi lado.

— Te amo — dijo mientras me miraba detenidamente

— Yo te amo mas — dije antes de caer en brazos de morfeo










¿Por qué tu?Where stories live. Discover now