Chapter XXXVII

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Me he cansado de rogarte, de ser pisoteado, de tener que llorar mientras tu ríes, ahora es mi turno de reír, querían un monstruo, ahora lo tendrán.

Mi oscuro secreto, es que te conocí, incluso antes de que hubieras nacido...

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Es difícil decir la verdad y esperar que lo entiendan, que te acepten y no te vean como un monstruo, es difícil tener esa confianza y seguridad que alguna vez tuviste en ti mismo, Tony lo sabía, por eso era que no esperaba que sus compañeros entendieran su condición, su naturaleza, pero ya estaba cansado de ser el único que seguía detrás de ellos, ya no era el mismo de antes, esa noche, donde lo obligaron a confesar algo que todavía no estaba listo, algo se rompió en él, ya no esperaba nada de las personas, ya no se consideraba un héroe, ni siquiera un humano, aun que Agatha insistía que el era el mas humano entre los dos, podía sentir la oscuridad moverse libremente en sus venas, en su alma, en él.

No salió en toda la mañana, no quería encontrarse con ellos, ver el miedo reflejado en sus ojos, era obvio que ahora le temían, y aun que pensar en eso, le dolía, ya no igual como una vez lo hizo, ahora era mas consciente de lo que era, no siempre estarían ahí para juzgarlo, Tony era inmortal, podía vivir por años, décadas, siglos, hasta el fin de los tiempos, ellos no, si no morían en laguna de las tantas batallas en las que participan tratando de hacer un mundo mejor, la vejez lo haría, ya no tenía caso seguir aferrándose a algo que pronto perdería, eran sus amigos pero ya estaba cansado de sufrir su constante rechazo, de llorar y no valorar esas personas que seguían a su lado, tal vez las palabras de Agatha sirvieron de algo o tal vez que esta vez, ellos llegaron a su límite. Lo único que le dolía, era Steve, el amor que sentía por él, no lo olvidaría en mucho tiempo, podría asegurar que desde que era niño lo amaba, pero no era correspondido y aun que lo fuera, solo sufriría más, Steve en algún punto de su vida moriría, ya podía imaginar su piel llena de arrugas y él, el seguiría igual de cuando fue transformado.

Lo que era, no sabia si decir que era un bendición o una maldición, tal vez un poco de ambos, tal vez antes, cuando aun era Iron Man esto seria una gran ventaja, como un poder, pero ahora era demasiado tarde, su traje solo era un recuerdo de lo que laguna vez fue, el recuerdo de un héroe caído, porque si, Iron Man murió en Siberia y Tony, Tony Stark murió en aquel callejón donde su humanidad fue robada. Ahora solo quedaba un hombre que se balanceaba entre la luz y la oscuridad, ya no era bueno pero tampoco era malo, simplemente había perdido su camino, tiempo atrás vivía para el mundo, salvar vividas, buscando hacer de este mundo uno mejor, seguro de dar su vida por otros, ahora ya no tenia una vida que dar, ya no era un héroe, ya no era un hombre del futuro, ya no era el mismo Tony Stark de años atrás.

Sintió una fuerte mirada a su espalda, no fue necesario que volteara, sabia quien era, solo que no entendía que era eso que le quería decir, la mirada de Agatha era tan fuerte, lleno de miedo, nostalgia, preocupación y furia, tantos sentimientos en aquellos iris oscuros, había algo que ella sabia y Tony no, él no quería exigirle repuesta como sus compañeros hicieron con él, solo que necesitaba saber porque Agatha lo miraba así, desde que volvió del castillo de Marcus.

– A veces me gustaría entrar en tu mente y saber que es lo que te atormente – su voz salió casi en un susurro, su amiga no dijo nadas - ¿Cuánto tiempo callaras más? – por mucho que quisiera, no podría entrar en su mente, Agatha tenía un escudo, un candado en su mente, según sus palabras, un demonio había hecho aquello.

Volteo encontrándose con la fría mirada de su amiga, quien solo lo observaba desde una esquina de la habitación, ambos se miraron, sosteniendo la mirada uno de otro, los ojos de Tony se volvieron carmín, sintió una furia crecer en su interior y una voz dentro de él, le demandaba atacar, hacer entender a la mujer frente a él, que no era nadie para retarlo de esa manera y entonces, otra vez los ojos negros se llenaron de preocupación, sacudió su cabeza y prefirió salir de la habitación, incapaz de entender ese extraño sentimiento que hace segundos lleno su interior, sin notarlo, salió gruñendo del lugar.

Dead HeartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora