❀Capítulo 12❀

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Habian pasado unos días desde que fuimos a aquella cafetería,
pero todavía no podía superar todo lo que había pasado: La cita, las declaraciones... todo iba tan rápido que parecía irreal.

No, aún no éramos novios, ni amigos con derecho, ni simplemente amigos. Eramos dos personas que se gustaban y que no habían dado el primer paso.

Estaba en mi cuarto acostada cuando escuché mi celular soñar. Lo abrí y lo primero que ví fue un mensaje de Paulo.

¿Cuando nos volveremos a ver?

¡Rayos! no sabia ni que contestarle, de vernos nos veiamos todos los días en el instituto sólo que hablar mucho con el y darle otro trato iría contra las reglas, por más que me gustara debía mantener la distancia.

~Hoy nos vimos sólo que no pudimos hablar.

Paulo

Jaja si,en el instituto con todos esos chismosos no podríamos dirigirnos ni un hola.

Yo

Tienes razón..... bueno ahora tengo que hacer unas tareas.

Paulo

ok entonces te dejó no quiero que repruebes por estar hablando conmigo.

Como si ya no lo hubiese hecho

Hice las tareas hasta que dieron las 8 de la noche, mamá me llevó la cena a la habitación, estaba practicando con la guitarra cuando sonó el timbre.

«¿quién podría ser?»

Baje para ver quién era, abrí la puerta y.. allí estaba Paulo, con un ramo de rosas. Parecía tener un cartel envuelto en la mano. A sus pies había una caja llena de todo tipo de chocolates, golocinas y un oso Teddy gigante.

«¡No me lo puedo creer!»

Mamá estaba bajando las escaleras cuando Paulo abrió el Cartel que decía:

«Daniela ¿Queres ser mi Novia»

En ese momento mi corazón latió a mil,estaba
sorprendida, emocionada, no tenía palabras para expresar lo que sentía. Pero por el otro lado estaba la reacción de mamá.

-¿Daniela que es esto? -me preguntó con cara de pocos amigos.

Pero Paulo interrumpió...

-Hola señora Williams yo soy Pau...

-Perdón pero estoy hablando con mi hija. Aver Daniela explicame.

-Mamá es que....

-¡Como diablos vas a ser novia de tu profesor! ¡Acaso se te fue la cabeza! -grito enojada.

Mi mamá no conocía bien a Paulo, solo lo había visto unas cuantas veces y por lógica supo que era uno de mis maestros.

-Señora déjeme explicarle-dijo Paulo.

-No hay nada que explicar,Esto no puede ser y punto. Daniela a tu habitación y tu Pablo te vas de mi casa.

-Es Paulo -respondió.

-Como sea adiós -le cerró la puerta en la cara.

Amaba a mi madre, pero ese día no podía odiarla más. Obedecí a su orden con toda la ira del planeta. Qué mierda importaba si Paulo era profesor, era de mi edad y nos gustabamos, no tenía porqué meterse en eso.

Una vez en mi cuarto....

-Mamá porque lo hiciste que importa si es mi Profesor, es de mi edad -le reclamé entre lágrimas.

-Daniela no voy a aceptar que seas novia de tu profesor ¿entendido?.

-Te odio eres una bruja -grite enfadada.

-Luego me lo agradeceras malcriada -cerró la puerta de mi cuarto y se retiró.

Me puse a llorar como loca. Mi madre había arruinado todo,me arrepentí de decirle esas palabras pero en serio estaba muy enfadada con ella.

Después de unos minutos alcancé a escuchar una conversación en su cuarto, al parecer hablaba con mi padrastro Diego.

-Lo sospeché, te dije que había visto una conversación en su celular -dijo Diego.

-Tenias razón Daniela estaba a punto de tener algo con ese Tal Pablo Alondra -dijo mi madre.

-Es Paulo Londra -dijo Diego.

-Si ese mismo.

-Lo mejor que hiciste fue prohibirle ese noviazgo. Daniela no puede estar con su profesor eso es algo vergonzoso, imaginate lo que dirán de nosotros nuestros vecinos, amigos, familia. Diran que Daniela va a al instituto a enamorarse de los maestros.

-Si tienes toda la razón Diego - respondió mi madre.

«Maldito Diego es un hijo de mil putas,¡Mal parido! lo odio»

Allí descubrí que mi madre había sido influenciada por mi padrastro para prohibirme el estar con Paulo. En ese momento lo odiaba con mi vida sólo quería verlo muerto era un maldito imbécil, en eso siempre tuve la razón.

Lo que quedó de la noche me quede llorando indignada hasta que me dormí.

𝐐𝐮𝐢́𝐦𝐢𝐜𝐚 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐢𝐠𝐨;𝐏𝐚𝐮𝐥𝐨 𝐋𝐨𝐧𝐝𝐫𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora