𝐐𝐮𝐢́𝐦𝐢𝐜𝐚 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐢𝐠𝐨;𝐏𝐚𝐮𝐥𝐨 𝐋𝐨𝐧𝐝𝐫𝐚

❀Capítulo 25❀

Después de algunos días de recuperarme, volví de nuevo al instituto. Había perdido mucha clase así que debía ponerme al día.

Juro que tenía miedo de no poder concentrarme como me pasaba. Ahora Paulo era mi novio y a la vez mi profesor, lo que hacía que sintiera un poco de miedo ya que no quería bajar mis notas más de lo que estaban por culpa de verlo.

Por suerte culminé éxitosamente mi año con altas notas, como Paulo era mi novio ya no tenía porque hacerme fantasías si tenía todo lo que quería. Lo tenía a mi lado y ya no había nesecidad de hacerme películas mentales.

Paulo me motivó a ser mejor estudiante, por fin pude dejar de lado un poco la timidez y me abrí más socialmente.

Lauren se fue a estudiar en una universidad en California, estaba cumpliendo su sueño. Paulo por otra parte dejó de ser profesor para enfocarse en la música y yo....yo lo acompañaria a cumplir parte de lo que también era mi sueño.

Cuándo cumplí los 18, mi madre me dió el permiso de ir a estudiar en un instituto de música con él.

Llegó el día en que tendría que partir, y dirigirme hacia el camino de mis sueños con el chico que amaba.

Empaqué todas mis cosas, le dí un fuerte abrazo a mamá, tan fuerte que ambas acabamos con lágrimas en los ojos. Me subí al auto y desde la ventanilla le dije adiós con la mano.

Mientras Paulo conducía hacia nuestro destino, lo miré con una mirada de ilusión y alegría. Me sentía orgullosa de poder triunfar a su lado. Él también me miró.

-Me siento orgullosa de estar a tu lado -dije.

-Yo más -dijo con una sonrisa.

-Quién diría que me enamoré de lo que aparentas y acabé amando lo que eres -dije.

-Y quién diría que me enamoré con locura de la sonrisa de una piba y al final terminé amando su forma única de ser -dijo Paulo.

-Creo que hubo química entre ambos -dije sonriendo.

-Y que tal si te toca química en el primer año -dijo sonriendo sabiendo que al lugar a donde iríamos sólo nos darían pura clase de canto y música, pero lo dijo porque sabía que no me gustaba esa materia. Era hora de seguirle el juego.

-Perdon que dijiste -dije.

-Qué tal si te toca química el primer año -volvió a sonreír de burla.

-Si me toca química que sea contigo -sonreí macabramente mientras ví que se había quedado sin respuestas.

-¿Y ahora como te sientes ojitos? -pregunté. Pregunta poco convencional pero quería saber si la tristeza de la muerte de su hermana se había esfumado o seguía allí.

-Ahora me siento mejor, tengo todo lo que nesecito -me miró y me besó.

Nos miramos, y con una sonrisa en el rostro, y esperanza en el corazón, fuimos decidimos a nuestro homerun.

Fin