Elle y Kit miraron ese aparato por varios segundos, tratando de entender que es lo que había pasado. Y los dos llegaron a la misma conclusión, fue ese pequeño accidente en la mañana.
— Debe ser de esa chica a la que le tiré el café, sigo sintiéndome mal por eso.— pensó Kit. Le dio la vuelta y vio en la parte de atrás varios stickers de frutas con brillitos.— ¿Cómo es posible que hasta ahora me di cuenta?— susurró.
— Señor Valentine, recuerde que está prohibido usar audífonos en mi clase.— dijo la maestra de geografía de Kit.
Kit solo asintió y se quitó los audífonos.
...
Elle por su parte, analizó el iPod que tenía en la mano, le dio la vuelta y tenía un sticker de Pokémon.
— Vaya nerd.— se dijo a sí misma y rió.— Cómo se me antoja ese café.— pensó, poniendo una imagen de su café en su cabeza y alterando más a su estómago hambriento.
...
Ambos se sentían raros, al sostener un iPod que no era suyo, eran iguales en apariencia, mismo modelo, mismo color, pero no era el de ellos.
...
— Me voy a morir.— se quejó Elle.
— ¿Qué pasa?— dijo su amiga Roxanne, copiando la tarea de matemáticas de Elle.
— En la mañana choqué con un tipo, se nos cayeron las cosas y, tomé su iPod por error.— dijo Elle llevando sus manos a su cabeza.
— ¿Qué? ¿Cómo sabes que tomaste el suyo?— respondió Roxanne mascando chicle de manera algo ruidosa.
— Bueno... tiene un sticker de Pokémon, está algo dañado de la pantalla, y a mi no me gusta La Rosalía.— dijo enseñándole a Roxanne la pantalla que mostraba la portada de un single de Rosalía.
Roxanne solo rió, encogió los hombros y sonrió de lado.
...
— ¿Desde cuando te gustan los stickers de frutas con brillitos Kit?— rió y bromeó Bernard, amigo de Kit.
— Jaja, muy gracioso.— dijo Kit rodando los ojos.— No es mío, choqué con una chica en la mañana y, tomé su iPod por error.— dijo dándole la vuelta y mirando esos stickers.
— Espera, ¿qué?— Bernard dejó de lado su Nintendo DS, y miró a Kit.
— Así como suena, es estúpido e improbable, pero ya sabes que a mi me pasan las mierdas más raras.— dijo Kit haciendo un recuento de todas las cosas raras y estúpidas que le han pasado.
— ¿Y qué vas a hacer?
— ¡No sé!— exclamó Kit.— No creo volver a verla, supongo qué... tendré que quedarme con él.— Kit mordió un poco sus uñas.— Voy a extrañar mi sticker de Pokémon.
— ¿El que yo te regalé?— Bernard arqueó la ceja.
— Si.— Kit se cubrió la cara con sus manos y recargó su cabeza en la mesa.
— ¿Ya lo revisaste bien? ¿No tiene fotos o cosas así?— dijo Bernard sacando una bolsa de papas fritas.
Kit no lo había pensado, seguía tan impactado, que su mente sólo pensaba en que ese maldito aparato que tenía en las manos, no era suyo.
Lo desbloqueó, y se metió a las fotos. Lo primero que vio fueron las mil fotos que Elle se tomaba mientras esperaba el transporte. Kit medio abrió los ojos, ya que no podía creer lo que estaba viendo.
— Wow.— exclamó.
— ¿Qué pasa?— dijo Bernard acercándose a él mirando al iPod, cuando se acercó miró lo mismo que Kit.— Wow.— exclamó Bernard y se quedó por un momento con la boca abierta.— ¿Es ella?
— Creo que si, la verdad no la vi bien.— dijo Kit aún con la mirada en las fotos de Elle.
...
— ¿Tiene fotos?— preguntó Roxanne, acercándose a Elle y mirando la pantalla del iPod.
Elle encogió los hombros y se metió a la galería. Lo primero que vio fueron algunas fotos de Kit en un auto y siempre con los audífonos puestos. Elle se quedó paralizada ante lo que estaba viendo.
— Joder, ¿es él?— dijo Roxanne sonriendo de manera maliciosa.
— No lo sé, la verdad no lo vi bien.— dijo Elle sin dejar de mirar las fotos.— mierda, que chico tan lindo.— pensó Elle.
La galería de Kit estaba llena de memes ñoños de Pokémon, fotos que toma mientras va en auto y fotos suyas. Kit disfruta de... mandarle fotos raras a sus amigos.
Elle y Roxanne miraban cada foto, hasta que se toparon con una que las hizo estallar de risa...
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...
— Imagínate que ella esté revisando tus fotos en este momento.— dijo Bernard.— ¿No tienes nada vergonzoso o si?— arqueó la ceja mirando a Kit.
Kit miró hacia la nada recordando las fotos en su galería y oh mierda... recordó esa foto estúpida que le envío a Bernard. Jadeó, se cubrió la cara, sus mejillas se pusieron rojas y se puso a reír...
