Después de ti

402 53 2
                                    

Pt. 40



A Taeyong lo dejaron plantado, de nuevo. Pero, no era el único.

...

Lo dejaron plantado, de nuevo. Taeyong se pasó los dedos por el pelo mientras esperaba que el camarero le preparara la bebida. Esta fue la segunda vez este mes y la cuarta en el año.

Sin embargo, Taeyong no entendía por qué. ¿Era por ser tan introvertido? ¿Aburrido? ¿Era por ser un bailarín? ¿O tal vez era su aspecto?

De todos modos, no importaba. Lo que sí, era que todavía estaba solo, no lograba tener una cita en más de un año. Tal vez debería ir y ser monje, o un celibato.

Apenas se dio cuenta de que su bebida estaba colocada frente a él, hasta que escuchó al cantinero hablar con alguien más.

—¿Cómo puedo ayudarlo, caballero?

—Dame algo fuerte. No me importa qué —la voz era suave y acarició el oído de Taeyong. Miró al chico por el rabillo del ojo mientras se sentaba a su lado.

Tenía aproximadamente la misma altura que Taeyong, delgado y en general, era hermoso. Parecía realmente cansado y harto de todo.

—¿Noche difícil? —preguntó Taeyong, feliz de no haber sido el único que había tenido una noche arruinada. Las bebidas anteriores le habían aliviado los nervios, así que ahora no era tímido para hablar con el chico, pero aún no estaba borracho.

—Mi cita me dejó plantado —dijo el chico, y bebió lo que el cantinero puso delante de él. Parecía un niño malhumorado mientras ponía el vaso sobre el mostrador.

—También me pasó a mí. Si eso te hace sentir mejor —respondió Taeyong, haciendo que el chico lo mirara. Le dio una pequeña sonrisa mientras se volvía hacia Taeyong.

—Lo siento —murmuró, antes de extender su mano—. Soy Yuta, por cierto —dijo.

Taeyong tomó su mano y la sacudió, devolviéndole la sonrisa.

—Soy Taeyong, encantado de conocerte.

Honestamente, le daba miedo a Taeyong lo bien que se entendieron desde el primer segundo. Ya podía decir que Yuta era lo opuesto a él pero, de alguna manera, esto no les molestó a ninguno de los dos. Yuta habló la mayor parte del tiempo, pero no reprimió a Taeyong, y fue un cambio agradable de la gente que había conocido antes.

Se enteró de que Yuta era un extranjero y vino a Corea a estudiar. Estaba estudiando y vivía junto con un chico tailandés que tenía una personalidad mucho más grande de lo que su pequeño cuerpo podía soportar.

Y antes de que lo supieran, el bar se estaba cerrando y tenían que irse a casa. De repente, fue como un cuento de hadas llegando a su fin.

—Uhm... realmente disfruté la noche —dijo Yuta, mientras se levantaba. Cogió su abrigo, pero Taeyong fue más rápido y lo ayudó. No se perdió el ligero sonrojo en la cara del chico.

—Yo también —respondió. Sintió una punzada en el pecho mientras veía a Yuta prepararse para irse. No quería que se fuera.

Yuta se volvió hacia él, pero no dijo nada. Fue incómodo como la mierda. —Pero... —comenzó Taeyong—. ...Conozco un pequeño restaurante cerca de aquí. ¿Tal vez podríamos echar un vistazo... si todavía está abierto...? —se maldijo internamente. Definitivamente lo había asustado, pareció demasiado agresivo, oh, Dios.

Para su sorpresa, Yuta estalló en una gran sonrisa que podría eclipsar al sol.

—Me gustaría —dijo, y de repente, Taeyong se sintió mucho más ligero.

—Déjame pagar y nos vamos.

Rápidamente se puso el abrigo y pagó sus bebidas antes de volverse hacia Yuta, quien estaba de pie al lado de la puerta, esperándolo.

—¿Vamos? —preguntó Yuta, abriendo la puerta.

—Después de ti —respondió Taeyong, siguiéndolo afuera.

100 ways to say 'I Love You' » Traducción Where stories live. Discover now