Blanco o Negro (MinYoonGi)

38

-Hablaré con el doctor...

-No, no, espera, no termino aún. Si no aceptas, no pasará nada, seguirás estando como ahora, la técnica se puede mejorar en un futuro, pero puede que tome tiempo, puede el resultado sea bueno y la lista de espera para todas las personas que quieran intentarlo crezca drásticamente, serías uno de los primeros en la historia de recuperar su movilidad gracias a las nuevas tecnologías y lo más importante, no morirás

-Las dos opciones tienen su lado bueno y su lado malo

-Todas las opciones del mundo tienen un lado bueno y uno malo –sonreí

-Dijiste que me querías como era

-Claro que sí, tal cual eres

-Si las cosas resultan y vuelvo a caminar ¿Seguirás queriéndome?

-Si eres feliz, con lo que sea que elijas, como sea que seas, con lo que sea que decidas, no cambiara nada en mí. Te quiero y así será siempre

-...Necesito pensarlo por un momento

-¿Quieres que me vaya?

-Por favor

-De acuerdo, mándame señales de humo cuando quieras algo –le di un beso en la frente y me levanté de la cama

Bajé a la primera planta donde mi tía estaba terminando de hablar por teléfono.

-¿Qué dijeron? –pregunté

-Pues... -suspiró –que sería una buena oportunidad, que el riesgo de que él muera es bajo. El responsable de operarlo, de operar a los 3 candidatos que serán aceptados van a ser médicos especializados

-¿Es una buena opción que acepte?

-Al parecer, sí. Todo depende de él

No pude más y comencé a llorar.

-¿Qué pasa, cariño?

Me abalance a ella en un abrazo. Sentí sus dedos peinando mi cabello suavemente y como dejaba su barbilla en mi hombro.

-No quiero que le pase nada –chille

-No pasara

-No quiero que lo haga, pero él tiene que decidirlo

-Yo tampoco quiero que le pase nada. Pero veras que todo estará bien, no pasará nada

-Si le pasa algo...

-No pasara, tranquila

Estaba asustada, pero no me di cuenta de qué tanto, hasta que lloré.

No tomó mucho tiempo, bueno, pensé que tomaría algunos días, pero por la noche, Yoongi me mandó un mensaje.

Llamé al doctor, le dije que acepto.

Sentía que se me iba el aire, quería sonreír por la gran decisión que había tomado, pero no podía.

Le mostré el mensaje a mi tía y ella, al ver mi mala cara, simplemente me acaricio la mejilla.

-Llamaré a la señora y al señor para darles la noticia –dijo ella

-... Bien, yo iré con él

-Los llamaré para cenar

-Okey

Subí las escaleras y antes de entrar respiré profundo para cambiar mi cara.

(...)

Para ser por completo un candidato, el medico tenía que hacerle unos nuevos estudios para estar seguros de que pudiera soportar la operación.