Sus ojos se encontraron una vez más, haciendo que un extraño escalofrío recorriera todo su cuerpo. Talvez solo era idea suya. Las miradas recurrentes, las palabras carentes de algún sentimiento o sentido y claro el muy normal y ya conocido gesto de interrogante estampado en su rostro cada vez que lo miraba.
Los gritos nocturnos cada vez eran más fuertes e inconscientemente el podía escucharlos. Incluso ni sus sueños tan profundos acompañados de pilas y pilas de medicamentos lograron calmarlos, pero ¿que podía hacer? Nada claramente. Su sueño, incluso con todas las drogas del mundo era tan ligero como una pluma. Así que Kongpob una vez más se rocosto sobre su asiento, de una manera muy relajada, dejando que su cuerpo se desvaneciera como si ni un solo hueso fuera parte de el y miro a la gente a su alrededor. Todos parecían idos, o mejor dicho, todos estaba idos. Sus miradas estaban vacías, sus rostros sin expresiones algunas y claramente sus bocas estaban selladas, ya que ninguno hablaba o al menos eso era lo que el recordaba. Lo único que relucía en esa ronda era el médico que se sentaba en una esquina y los observaba, si, los observaba con esos ojos oscuros y profundos que lo hacían perderse en cualquier momento. En cualquier instante en que sus miradas se encontraban claramente el se perdiera en esa profundidad haciendo que varias preguntas rondaran por su mente, preguntas que más de una vez se había echo, pero que aún así no habían cruzado sus labios.
- Veo que ya estamos todos aquí.
El médico hablo, mirándolos tan seriamente como en cada seción, pero sus palabras no eran ciertas. Kongpob aún ido miro a su alrededor. Una silla estaba vacía, una silla que el si mal no recordaba tenía dueño. Quien era el dueño? Vaya a saber dios, pero el sabía que alguien se sentaba ahí. Y aunque pareciera extraño la anterior vez también faltaba alguien, aunque el no recordaba quien.
- Como estás? Kong.
Kongpob levanto apenas su ojos, su vista estaba algo perdida, pero la sorpresa en sus ojos se hizo precente al darse cuenta que ya no estaba más en aquella habitación junto a esas personas, si no que ahora estaba solo con el doctor frente a él. Las drogas lo hacían perderse, el ya casi no se daba cuenta en qué momento su cuerpo era movido de una lado al otro, pero ya casi se había acostumbrado.
- Recuerdas algo?
Los ojos de kongpob aún lo miraban ido, pero sin ninguna respuesta aparente. El no iba a responder, por más que quisiera.
- Haz escuchado algo?
Los ojos de kongpob se mantuvieron intactos, cada pregunta era la misma y eran repetidas cada maldita semana. Y eso era desde ya hacia un tiempo. Exactamente desde que este nuevo médico había llegado. Al igual que los gritos y las desapariciones de las personas que lo rodeaban.
- Aún no piensas hablar?
El médico comenzó a anotar todo en un cuaderno mientras kongpob aún lo observaba detenidamente. Claramente el quería hablarle, el quería saber muchas cosas, pero este no era el momento.
Aún no..... pensó para si mismo.
- Muy bien, lo intentaremos la próxima semana. El doctor sonrió ampliamente mostrando todos sus dientes. Y luego prosiguio a acercarse - Dulces sueños Kong.
Al despertar nuevamente kongpob se sobresalto, aunque su cuerpo no lo mostraba. Su respiración era erratica y el olor de la sangre inundaba sus fosas nasales. Los gritos en sus sueños lo habían vuelto a despertar, pero una vez despierto esos gritos ya no se escuchaban y eso era extraño. La puerta de su cuarto se habrío y una hermosa enfermera entro por ella dándole una amplia sonrisa.
- Es hora de la seción.
La enfermera tomo a Kongpob y lo sentó en su silla de ruedas llevándolo una vez más a la reunión. Nuevamente había pasado una semana, nuevamente el había dormido siete días completos con esos horribles gritos en su cabeza.
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Short Stories
Fanfiction•Pequeñas historias..... •Diferentes cuentos.... •Relatos variados....... •Historias diversas que vienen a mi mente... Esa es toda la descripción que puedo darle a este pequeño montón de palabras. Espero les guste... Susuna 🖤