El muchacho miro pensante el cartel frente a él.
— Buenos días, ¿en qué puedo ayudarte?.
Sacando su vista del cartel la dirigió al la voz que hablo frente a él y entonces sin dudarlo ni un segundo respondió.
— Quiero un café.
— Muy bien, ¿su nombre?
— Arthit.
El muchacho asintió con una leve sonrisa anotandolo, se giro perdiendose por un momento y luego volviendo con el pedido.
— Que tengas un buen día.
Dijo con una sonrisa entregando el vaso, a lo que Arthit algo tímido solo murmuró un igualmente antes de girarse y perderse entre las personas que estaban en el lugar.
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— No lo entiendo. Arthit miro en dirección a la voz que lo saco de sus pensamientos. — Porque siempre miras el cartel y terminas pidiendo lo mismo. Yo que sepa no te gusta el café.
Arthirt solo se encijio de hombros ignorando las palabras de su amigo y volvió a lo suyo mirando el cartel de la cafetería. Habían diversos sabores de distintas bebidas, muchas de las cuales el podía elegir, aunque sabía muy bien cuál iba a pedir.
— Buenos días, ¿en qué puedo ayudarte?
— Quiero un café.
— Muy bien, ¿su nombre?.
— Arthit.
El chico frente a él lo miro por un momento algo pensante antes de asentir una vez más con su típica sonrisa y perderse para luego volver con su pedido.
— Aquí lo tiene.
Arthit miro la mano extendida para luego tomar su pedido. Hubo un pequeño rose entre su mano y la contraria.
— Gracias.
— Que tenga un buen día.
El chico le sonrió como siempre.
— Igualmente.
Su amigo a su espalda negó. Pero una vez afuera hablo.
— Me gustaría saber el por que tú repentino cambio de gustos. Arthit miro de perfil a su amigo mientras le dába un sorbo a su bebida. — Tomas algo dulce como el mismísimo infierno y luego te metes esa cosa que es más amarga que la mierda.
Arthit se mordió levemente su labio mirando su café, no dándole importancia a lo que su amigo decía.
— Es solo que.... me gusta. Murmuró mirando su vaso con una sonrisa.
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— Buenos días, ¿en qué puedo ayudarlo?
Una vez más el muchacho tras la caja pregunto con una sonrisa haciendo que el cuerpo del contrario se estremeciera nervioso.
— Quiero un café.
— Muy bien, ¿su nombre.?
— Arthit.
Pero está vez el chico no se perdió tras nada para buscar su pedido, sino que se quedó mirándolo fijo.
— ¿Estás seguro?
Había algo extraño en el ambiente, la mirada del muchacho sobre el era diferente, parecía cálida e intrigada y eso lo ponía nervioso. Por lo que Arthit frunció su entrecejo aclarandose la garganta para cortar esa sensación.
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Short Stories
Fanfiction•Pequeñas historias..... •Diferentes cuentos.... •Relatos variados....... •Historias diversas que vienen a mi mente... Esa es toda la descripción que puedo darle a este pequeño montón de palabras. Espero les guste... Susuna 🖤