Un corazón que late en la oscuridad

3.5K 252 29
                                    

Durante toda la semana Naruto se dispuso a prestar atención en todas las clases, si antes por solo hablar lo echaban del salón, esta vez no repitió los errores, los senseis le odiaban, por lo cual si les deba el mínimo motivo sería sacado del lugar, por lo que decidió guardar silencio y aprender, gracias a esta acción pudo quedarse hasta el final de las clases, aunque no pudo hacer mucho para evitar las humillaciones en la clase de práctica de taijutsu, Mizuki sensei el asistente de Iruka siempre cumplía con su cometido pero no le daría en el gusto por todo su periodo en la academia.

Naruto se encontraba en frente del Hokage con su cara manchada de sangre después de haber terminado una clase de Taijutsu y pareciera que su cuerpo estaba de acuerdo con sus intenciones ya que las heridas que debieron desaparecer hace rato aún permanecían -"así que Mizuki te utilizó como bolsa de boxeo en una clase de taijutsu?"-  Naruto asintió en silencio -"ya veo, gracias por informar naruto yo arreglaré esto no te preocupes y si vuelve a suceder solo habla conmigo"- Naruto asintió y sonrió con su ojo morado, esto fue el día martes y por el resto de la semana nadie supo de Mizuki, según escuchó de algunos senseis fue suspendido de sus funciones por abusar de los niños en las clases de taijutsu, esto le dio una semana de tranquilidad, descubriendo que perdió bastante al saltarse las clases, pero gracias a las casualidades de la vida pudo hablar con la única persona que no le miraba con rechazo, Hinata Hyuga, aunque escucharla tartamudear o murmurar muy bajito era molesto pero era una buena chica, esto sumado a su entrenamiento fuera del horario de clases pudieron lograr que se nivelara con los promedios más bajos del salón, y ya no ser el último muerto, para algunos era vergonzoso pero para alguien que nunca le dieron una oportunidad real de superarse era un paso gigantesco.

Naruto ahora se encontraba recostado sobre en monumento de los Hokages pensando en la historia de Naruto Uchiha, de solo pensar que un gran guerrero llevaba su nombre le hacía sentir importante, quizás sus padres pensaron en el como un héroe o un Hokage con las mismas capacidades del Uchiha, pero por algún motivo sentía tristeza por lo sucedido a la madre de su actual modelo a seguir, quizás el mundo ninja no requería de alguien repartiendo amor a todo el mundo sino solo proteger a los tuyos y golpear a quienes quieran dañarlos, pero si quería ser como Naruto Uchiha debía esforzarse tanto como el.

En el interior del Niño Kyubi estaba recostado con sus ojos cerrados pero atento a su entorno, de repente giró una de sus orejas al interior de su jaula -"así que falta poco, es cosa de algunos para que el alma de los amantes se vuelvan a encontrar"-

Así llegó nuevamente el viernes e Iruka nuevamente tuvo asistencia completa a su clase de historia, pero hoy había una visita especial, el Sandaime Hokage Hiruzen Sarutobi vino a visitar a los estudiantes y ver como se desarrollaban las clases luego de que quitara de la academia al asistente Mizuki al descubrir que era un espía de Orochimaru, Naruto se encontraba con su libreta listo para tomar apuntes o hacer otro dibujo de imágenes que llegaban a su mente mientras Iruka daba su clase -"Bueno alumnos seguiremos la clase donde nos quedamos el lunes, hoy nos visita el Hokage sama"- los alumnos se pusieron de pie e hicieron una reverencia al anciano, este respondió con una sonrisa -"buenos días niños, espero se estén esforzando mucho por ser grandes shinobis, nunca olviden que independiente del talento que tengan deben trabajar a su propio ritmo, no importa si la carrera es entre una libre y una tortuga, al final ambas llegaran a la meta"- todos tomaron asiento, Iruka tomó el libro de Naruto Uchiha y continuó.

Naruto limpió a su madre lo mejor que pudo, la vistió con sus mejores ropas y la envolvió en sabanas blancas, los vecinos consiguieron un ataúd de madera en el cual depositaron el cuerpo de la pobre mujer que tuvo un final tan terrible, algunos decían que fueron los Senju pero Naruto sabía que no era así, nunca habían llegado tan lejos en toda la historia, esto fue obra de un solo hombre, y a su mente vino la imagen de Tajima Uchiha cosa que lo hizo activar sus nuevos ojos.

El origen de NarutoWhere stories live. Discover now