- Amistad -

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La noche siguiente a la anterior me quedó claro que mis noches de insomnio habían cambiado para siempre.

Necesitaba volver a encontrarme con los ojos sabios de ese chico. Se había vuelto mi propósito sin saber por qué. Tal vez estaba fantaseando demasiado, pero sentía que mi destino estaba en sus manos.

No puedo dormir esta noche y estoy tan cansado.

Sólo quiero un poco de paz mental. El silencio suele ser tan necesario. Pero ahora es como si sólo ese chico tuviera las respuestas a cualquier cuestionamiento existencial formulado en mi fatigada mente.

Daba mi recorrido habitual por el río principal de la ciudad, con la esperanza de volver a encontrar a ese muchacho inusual, pero no había rastro alguno de él en ningun lado, y eso me daba miedo.

Tenía miedo de que aquella mística figura haya sido producto de alguna alucinación creada por culpa del insomnio. El maldito sería cruel si jugara así conmigo, como si ya no me tuviera lo suficientemente loco por la falta de sueño.

Aprete el volante y suspiré frustrado al reparar en aquello. La aparición de ese chico había sido tan fantasmal e inquietante. Siempre conducía por el río, y nunca antes lo había visto por ahí, es por eso que encontrarlo en ese lugar completamente solo fué demasiado extraño para mí.

Ahora pienso que es patético lo que hago. Buscar materializar el consuelo que no puedo hayar por mi mismo. Eso es lo que pasa cuando se cae por completo en la locura de una mente poco sana como la mía, y aparte me siento tan solo...

Justo en ese momento, diviso a alguien a lo lejos. Sigo conduciendo a la misma velocidad baja con la que venía conduciendo pero el nerviosismo hace que mi cuerpo reaccione torpe y me pongo rigído sin poder evitarlo. Es él. Es el prostituto.

Sin embargo, cuando ya estuve cerca, me percate de que no estaba solo, había alguien más con él. Y no sólo eso, parecía ser que estaba teniendo una acalorada discusión con el otro sujeto involucrado. Su belleza éterea y serena con la que lo conocí estaba empañada por las emociones negativas que ahora ocupaban su corazón. Calma, eso era lo que me gustaba de su rostro la primera vez que lo vi. Y el hecho de que el otro sujeto perturbara eso en mi adorado, me impulsó a intervenir de manera imprudente en sea lo que sea que estaba ocurriendo en aquel asunto totalmente ajeno a mí.

-Oigan, calmense -Me interpuse entre los dos, y, enserio, me sentí como el peor entrometido en esos momentos -¿Cuál es el problema? ¿Por qué discuten tanto?

El chico de ojos sabios me miró, su mirada arrugada en una clara expresión de estar bastante desconforme con algo.

-¿Y tú quién diablos eres? ¿La policía? -Me enfrentó el otro tipo que parecía estar bastante alcoholizado.

-No, pero un pleito callejero a estas horas de la noche podría llamar la atención de cualquier patrullero que ronde la zona. Lo mejor es que se detengan ahora, no es prudente.

-No me iré de aquí hasta que este imbécil me pague lo que me debe -El muchacho de ojos hermitaños exclamó con aflicción y molestia en su voz.

-No te pagaré por una mamada de mierda que ni buena estuvo, puta barata.

-Eso no pareció hace un rato maldito cerdo imbécil. Págame ahora.

Estaba pasmado, no sabía qué hacía en medio de todo esto. Había idealizado tanto a ese bello chico todos estos días que olvidé que se prostituía.

En esos momentos que yací sumido en la incomodidad, la discusión de ambos había continuado y tuve la desdicha de ver cómo el frágil muchacho recibía el impacto de un fuerte puñetazo en su angelical rostro de seda, luego de que hiriera el orgullo de macho del otro tipo burlandose de su, según él, miembro más pequeño que haya visto en toda su carrera.

Prostituto (Jikook)[Adap.]Where stories live. Discover now