Baby

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Apenas había entrado a la cafetería cuando sintió unas inmensas ganas de vomitar, agradecía el hecho de que sus padres hubieran estado ocupados atendiendo, de no ser así lo habrían visto caminar de manera temblorosa hacía el baño del local.

Sus manos estaban completamente entumecidas, como si las hubiese metido a un balde de agua con hielos.

Apenas y se podía mantener en pié, agarrándose de la taza de baño para no caerse al frío piso de cerámica.

Había vomitado hasta expulsar bilis, y su garganta ardía, era como si hubiese tomado vidrios. Sentía su estómago sofocado, como si derrepente le hubiesen quitado el aire de golpe.

Ugh.. Mierda..–Sentía como si su omega interno estuviese inquieto, aunque ignorando eso se levantó para enjuagar su boca, saliendo del sanitario para dirigirse hacia sus progenitoras.

Que bueno que viniste, creí que estarías con Craig. —Una mujer de cabello castaño un poco oscuro se acercó para darle un abrazo a su pequeño retoño, ofalteando en el aire como las feromonas de su primogénito se habían vuelto más dulces, incluso calmantes hasta cierto punto.

Oh, no, tuvo que hacer un viaje por su trabajo, dijo que volvería hasta la próxima semana. –El rubio sonrió, notando como su madre seguía olfateando el aire, como si tratase de reconocer algo.

La alfa salió de su trance al oler el aroma a tierra mojada de su omega, quien se había acercado al notar su extraño comportamiento hacia las feromonas de su pequeño “Cachorro”

Richie, ¿Qué tienes? –Le habló Helen mientras la miraba, de manera como si pudiese ver a través de ella y saber lo que pensaba.

El rubio ya se encontraba atendiendo las mesas, creyó que sus madres necesitaban un poco de espacio así que mejor solo las miraba de reojo de vez en cuando, notando como la mujer de suéter color vino hablaba con la otra de vestido azul turquesa.

Ambas voltearon a verlo, el rubio solo desvío su mirada mientras seguía atendiendo notando como su madre Omega se acercó a él de manera tranquila, soltando feromonas tranquilizantes. ¿Para qué?

Cuando menos se lo espero la mujer alfa de pantalón de mezclilla y suéter vino se acercó a él desde atrás, hablando tranquila, como si tratase de que no se alterara.

¿Estás esperando un cachorro, Tweek? –Su voz sonaba autoritaria, tratando de que el rubio dícese la absoluta verdad.

El rubio saltó en su lugar al escuchar la voz de su madre Alfa,  temblando en su lugar, Si ni él lo sabía, ¿Qué se supone que debía de decirle entonces?

N-No, ugh.. Solo acabo de salir de mi celo.. –Su rostro se ruborizo, era verdad, apenas hace 4 días había terminado su celo, aunque le preocupaba.

Durante todos esos 4 días Craig lo había ayudado a calmar sus impulsos sexuales, y le preocupaba el hecho de que lo había anudado. ¿Y si realmente si estaba en cinta?

Empezó a sudar en frío al pensar en eso, la idea de estar preñado le aterraba, apenas tenía 23 años y ya andaba de fácil, su respiración se volvió irregular y empezó a jalar de su camisa verde oliva de manera nerviosa.

Ambas mujeres al notar eso inmediatamente lo sostuvieron para que dejara de hacer eso, Helen empezó a soltar feromonas para calmarlo, calmando a su retoño y depaso a su esposa.

Suspiró mientras veía como la alfa cabeceaba en un intento de no quedarse dormida ahí parada.

Te-Tengo que irme.. Recordé que había quedado con Kyle. –El rubip sin esperar respuesta salió casi corriendo del lugar, dejando que Richie se cayera por quedarse dormida.

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