Sweetie.

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Estaban a solo dos meses de ser padres, y para Craig eso era lo más hermoso que le había pasado, sin embargo su omega durante ese tiempo daba algo de miedo.

Cuidarlo era algo cansado, con sus cambios de humor y sus antojos. Aunque con saber que faltaba poco para conocer a su cachorro le alegraba, saber que Jupiter estaba a punto de llegar al mundo.

La pareja se encontraba en la sala de su casa jugando con una pequeña pelotita de forma tranquila, soltando algunas risitas mientras se acomodaban para acurrucarse juntos, uniendo sus manos, entrelazando sus dedos como siempre solían hacerlo desde que iniciaron su relación.

¿Sabes? Creo que Jupiter reconoce tu voz..-El rubio habló de forma tranquila, con una pequeña sonrisa en sus labios, dejando que el aire se llenara con un sútil aroma a miel, haciendo que el más alto empezara a relajarse hasta el punto de casi dormirse.

Oh..¿En serio? -Craig dejó salir un bostezo, las feromonas que dejaba salir su omega empezaban a darle sueño, acomodando una de sus mejillas en la cabeza del más bajo, empezando a soltar feromonas de igual forma, dejando que su suave olor a mentas se mezclara con el olor a miel de Tweek.

Mmm..sí..-El rubio poco a poco fue cerrando sus ojos mientras empezaba a calmar su respiración, cayendo en un profundo sueño, con su cabeza recargada en el hombro de su alfa, mientras este último mencionado estaba con una de sus mejillas recargada en su cabeza, de igual forma profundamente dormido.

Después de un rato en un profundo sueño, Craig abrió sus ojos lentamente, mirando a su alrededor algo desorientado, cargando al rubio para ir a acomodarlo en la cama de su habitación.

Se le quedó mirando, sentado a su lado mientras acariciaba con dulzura su suave cabellera dorada, dejando que una pequeña sonrisa se formara en sus labios, un suspiro salió de sus labios mientra volteaba a ver un reloj de pared que se hallaba en una de las paredes de la habitación que compartían desde que se casaron.

Eran apenas las 10:07 de la noche, aún era algo temprano a su parecer, por lo que se levantó de su lugar para salir de la habitación cerrando con suavidad la puerta trás él, cuidando de no despertar al rubio.

Mmm..-Caminó por el pasillo hasta llegar a la cocina, encendiendo la luz para ir directo hacia la cafetera, encendiendola para sacar una taza de café, saliendo de la cocina para dirigirse a la sala tomando el control de la televisión que tenían para encenderla.

Pasaron algunos minutos en donde veía la televisión tranquilamente mientras bebía de su taza de café hasta que un grito por parte del rubio lo alarmó, causando que dejara caer la taza levantándose de su lugar lo más rápido que pudo.

Al llegar a la habitación abrió la puerta con brusquedad, mirando como el rubio estaba sentado en la cama con las piernas abiertas, soltando jadeos de forma agitado, miró como las blancas sábanas de la cama estaban mojadas y incluso se podían ver claramente como habían algunas manchas de sangre, alarmado se acercó a su pareja, quitando la sabana de encima de él mientras veía como una pequeña lágrima bajaba por una de las mejillas del rubio.

Babe..oh cielos..¡¿Qué pasa?! -Tomó la mano del rubio, soltando un jadeo de dolor al sentir como este la apretaba con demasiada fuerza, soltando algunas maldiciónes en voz baja.

¡Ugh!..¡¿Que qué me pasa?!..¡Agh!..ya..ahm..ya va a nacer..uh..¡Idiota!-La mente de Craig nisiquiera podía procesar eso hasta que el rubio le soltó una patada mientras un grito de dolor escapaba de sus labios, reaccionando con algo de dolor para cargar al rubio como princesa, poniendose sus pantuflas, tomando apenas su abrigo del perchero junto a las llaves de su auto y las llaves del departamento.

¿Qué?Where stories live. Discover now